Este martes 26 de septiembre se cumplen nueve años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un caso que puso en evidencia los peligros de la llamada ruta de la amapola, misma que en menos de una década 'evolucionó' para convertirse en la ruta del fentanilo.
Una de las primear hipótesis que se manejó tras la desaparición de los estudiantes de la escuela normal rural “Raúl Isidro Burgos”, ocurrida entre a noche del 25 y madrugara del 26 de septiembre de 2014, apuntaba a que uno de los motivos por los que los jóvenes fueron blanco de la agresión fue que había tomado un camión cargado con heroína, que presuntamente era propiedad de Guerreros Unidos.
Hace una década, el tráfico de esta droga era el negocio más rentable para los cárteles mexicanos, por lo que se convirtieron en los principales exportadores a Estados Unidos, país en el que la adicción a los opioides se convirtió en un problema de salud pública que cobró decenas de miles de vidas.
Sin embargo, casi una década después la situación ha dado un giro radical, pues los cárteles cambiaron el trasiego de heroína, que era cultivada en Guerrero y transportada por el Pacífico a la frontera, por el del fentanilo, una droga mucho más peligrosa y adictiva.
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La ruta de la amapola hace 10 años
A mediados de la década de 2010, el consumo de opioides de disparó en Estados Unidos, por lo que los cárteles mexicanos encontraron en el cultivo de amapola un negocio sumamente rentable debido a la alta demanda.
En aquel entonces había decenas de sembradíos, propiedad de los grupos criminales, que estaban ocultos a lo largo de la sierra de Guerrero, terreno que cuenta con las condiciones ideales para el cultivo de la flor.
La mayoría de estos cultivos eran campesinos que vivían en condiciones de escasos recursos, quienes encontraron una fuente de ingresos cosechando la goma de opio para que los cárteles pudieran convertirla en heroína.
Luego de convertir la materia prima en el narcótico, los cárteles transportaban sus cargamentos a lo largo de una ruta que recorría varios estados de Pacífico mexicano hasta llegar a la frontera con Estados Unidos.
De acuerdo con un informe de la DEA, publicado en 2014, el 50 por ciento de la heroína que era consumida en Estados Unidos era producida y traficada por cárteles mexicanos.
Tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la Organización de Estados Americanos (OEA) publicó un informe en el que recomendó a gobierno federal investigar la hipótesis de que uno de los camiones que fueron tomados por los estudiantes en a central camionera de Iguala estaba cargado con heroína, sin embargo esta teoría nunca fue comprobada.
Así es la nueva ruta del fentanilo
Ante el aumento en la demanda de fentanilo, la ruta de la amapola, que hace una década fue uno de los negocios más rentables para los narcotraficantes, ahora es una de las tres rutas que hay en el país por las que se transportan los precursores para fabricar el narcótico.
De acuerdo con una investigación realizada por Josué Ángel González, académico de la UNAM, en la República Mexicana existen tres rutas que son las más usadas por los grupos criminales para transportar la droga o sus precursores hasta la frontera con Estados Unidos: la del centro, la de la Península y la del Pacífico.
Precisamente esta última es la que recorre lo que hace una década fue la ruta de la amapola.
Según dicho análisis, el puerto de Zihuatanejo, en Guerrero, es uno de los principales puntos por los que ingresan al país los precursores químicos para fabricar fentanilo, procedentes de China.
Una vez en territorio mexicano, los químicos viajan a lo largo de la costa del Pacífico hasta los cruces fronterizos de Tijuana y Sonora.
En lo que va de este año, en México se han decomisado 1 mil 848.15 kilos de fentanilo, mientras que, en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) van 7 mil 690.15 kilos asegurados, de acuerdo con datos presentados por el titular de la Secretaría de Marina, Rafael Ojeda Durán, durante la conferencia mañanera del pasado 19 de septiembre.
El auge de la nueva droga sintética y la caída en la demanda de a goma de opio, base para la elaboración de heroína, han causado un impacto negativo en varias comunidades de Guerrero, cuyos habitantes obtenían recursos a través del cultivo de amapola y que se vieron obligados a abandonar sus hogares en busca de mejores oportunidades, ya sea en otras localidades guerrerenses o incluso cruzando la frontera hacia Estados Unidos.
A nueve años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa muchas cosas han cambiado en el país, un ejemplo es la evolución de la ruta de la amapola, que fue uno de los negocios más rentables para los cárteles mexicanos hace casi una década, que actualmente es la ruta del fentanilo.