Muchas han sido las voces que han expuesto los efectos negativos que causará el Tren Maya a la flora y la fauna de la Península de Yucatán, pero una que ha sobresalido es la de Fernando Cortés de Brasdefer, pero ¿quién es el arqueólogo censurado por el INAH por acusar daños arqueológicos?
Cortés de Brasdefer, originario de Valles de Santiago, Guanajuato, y radicado desde 1974 en el estado de Quintana Roo, cursó la licenciatura en arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, es licenciado en Antropología con especialidad en Arqueología por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)
También cuenta con una maestría en Antropología en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), presume una segunda maestría y doctorado en Antropología en el ENAH, así como un diplomado de administración de justicia en México por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Fernando es investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y ha encabezado numerosos proyectos de investigación en diferentes estados del país como Puebla, Tlaxcala, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
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En su larga carrera, ha publicado cerca de 200 artículos científicos y de divulgación en revistas de México y el extranjero, es autor de tres libros y coautor de cinco, entre los que se encuentran: “Enciclopedia de arqueología y monumentos de Quintana Roo”, “La noche de San Valentín” y “Kohunlich, ciudad del sol”.
Asimismo, ha descubierto los sitios arqueológicos de Chakanbakán, Ichkabal y Bahía de Chetumal, así como de los que se hallan en las colonias chetumaleñas de Andara y Santa María, y el Palacio de Nezahualcóyotl, en el Valle de Texcoco, por mencionar algunos.
¿Por qué Fernando Cortés fue censurado por el INAH?
Fernando Cortés es uno de los especialistas que ha documentado y denunciado la destrucción que las obras del Tren Maya están causando al patrimonio arqueológico de la Península de Yucatán.
A través de un texto titulado ‘La tragedia cultural del siglo XXI’ y donde define al Tren Maya como “la obra ambiental y cultural depredadora más grande de que se tenga noticia en los tiempos modernos", el arqueólogo habla de la destrucción de monumentos arqueológicos en el sureste mexicano.
Dicha publicación derivó en un acta administrativa por parte del INAH, en la cual se acusa a Cortés de Brasdefer de incumplir diversos ordenamientos y poner en riesgo elementos arqueológicos y al personal que labora en el Instituto, pues sus señalamientos ocasionan reacciones de disgusto en la población.
Por lo anterior, el INAH acusó de perjudicarlo en su escrito "toda vez que se duda de la credibilidad, honorabilidad y transparencia con la que se están realizando los trabajos", se lee en el acta suscrita por el director del Centro INAH Quintana Roo, Margarito Molina.
Cabe señalar que el llamado del Instituto Nacional de Antropología e Historia podría llegar a una suspensión laboral hacia el reconocido arqueólogo mexicano.
Debido a ello, investigadores adheridos al INAH, de centros académicos, independientes y comités, así como asociaciones y consejos regionales han expresado su indignación por la censura que se ha ejercido en contra del arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer.
Por medio de una carta los especialistas manifestaron que la publicación del arqueólogo es un “objeto de censura por parte de la Dirección General del INAH, quien hace a un lado el derecho inviolable que tiene como especialista para expresar sus opiniones técnicas y académicas consagradas en el artículo 7º constitucional"._ Con información de Reforma y Secretaría de Cultura