La crisis que se vive en la Tierra Caliente de Michoacán, donde se produce limón y aguacate por las extorsiones del narco, ya está pegando en los bolsillos de los habitantes de la Ciudad de México donde el precio del limón se ha disparado hasta los 90 pesos por kilo, según constató Grupo Fórmula en un recorrido por tianguis de la capital.
Donde hace unas semanas, uno de los principales conflictos entre los dos grupos criminales en Apatzingán, Los Viagras y una célula de Los Templarios, ha sido el cobro de cuotas, pues unos la piden y otros exigen que no se entregue.
Según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), los agricultores reciben 17 pesos por cada kilo de limón, de los cuales los cárteles exigen entre 1.5 y 2 pesos, aumento que los limoneros terminan agregando al producto para no registrar pérdidas.
Sin embargo, estas alzas ya impactan el bolsillo de los consumidores quienes han experimentado constantes alzas en el precio del cítrico en las últimas semanas.
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Por ejemplo, en un tianguis de la colonia San Simón Tolnahuac, en la alcaldía Cuauhtémoc, se constató que el kilo de limón con similla se vende hasta los 90 pesos, mientras que el limón sin semilla oscila entre los 50 y 60 pesos el kilo.
En tanto, en colonia Unidad Habitacional Tlatelolco, también en la alcaldía Cuauhtémoc, el precio del limón con semilla, ya en su última semana óptimo para su consumo, rondaba los 65 pesos el kilo.
"Hay escasez de limón en la central de abastos, entonces el que se consigue está caro por eso aumenta el precio del limón de manera constante; hay problemas en Michoacán tengo entendido", dijo Ernesto García, vendedor a Grupo Fórmula.
El 70 por ciento de la producción limonera está secuestrada en Apatzingán, Michoacán, por dos grupos del narco: Los Viagras y Los Caballeros Templarios, ya que extorsionan a los citricultores y a las empacadoras de limón, pero no sólo eso, sino que entre ambos grupos mantienen una disputa por el control de la zona, de acuerdo con el reporte que Humberto Padgett realizó en "Por la Mañana" con Ciro Gómez Leyva, el pasado 24 de agosto.
Los grupos del narcotráfico que mantienen controlada la producción del limón en Michoacán no sólo extorsionan a los citricultores, sino que los amenazan y atacan las empacadoras con drones equipado con explosivos para infundir miedo y evitar que corten sin su autorización.