La renuncia de Karla Quintana Osuna a la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) estaba anunciada desde hace semanas debido al desacuerdo que tenía con el levantamiento del censo de desaparecidos planteado recientemente por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), según consideró la periodista Marcela Turati.
"Vemos que la renuncia de la comisionada Karla Quintana estaba más que anuciada, ya se rumoraba desde hace varias semanas que esto iba a ocurrir, que había un desencuentro en la forma en que se estaba haciendo esta búsqueda, casa por casa de las personas desaparecidas", afirmó Marcela Turati, coordinadora de A dónde van los desaparecidos, en entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula.
Karla Quintana presentó su renuncia a la Comisión Nacional de Búsqueda el pasado 23 de agosto, días después de que el caso de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno acaparara la atención de la prensa nacional y con 111 mil 47 personas desaparecidas y no localizadas, de acuerdo en el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas.
La exfuncionaria señaló en su carta de renuncia que, "en virtud de los contextos actuales", presentaba su renuncia a la titularidad de la Comisión con carácter irrevocable y con efectos inmediatos, aunque no expuso los motivos de la salida.
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A inicios de agosto, el presidente López Obrador reveló que su gobierno estaba realizando un censo casa por casa para actualizar las cifras de desaparecidos, porque muchas de estas personas "ya habían sido localizadas". De acuerdo con A dónde van los desaparecidos, esta censo se habría ordenado desde mayo por parte de Presidencia.
Colectivos de familiares de personas desaparecidas criticaron estas acciones y las consideraron revictimizantes; pues personal de la Comisión Nacional de Búsqueda acudió a sus casas para decirles que sus desaparecidos aparecieron en el registro de vacunación de COVID-19 y querían confirmar que no estuvieran ahí. Aunque no dieron mayor explicación.
Por su parte, Quintana habría abogado por que las fiscalías presentaran pruebas de vida o muerte de las personas, para actualizar los datos, y no tomar sólo el reporte de las visitas a casas de funcionarios o servidores de la Nación, según dijo Marcela Turati.
Según fuentes consultadas por A dónde van los desaparecidos, debido a este desacuerdo, "autoridades de más arriba de la Segob" solicitaron la renuncia de Karla Quintana y de sus directores generales.
Mientras que la versión digital de la revista Proceso manejó la versión de que fue el mismo subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, quien pidió la renuncia de Quintana porque previamente le solicitó que buscara "la manera" de reducir el número de reportes de desaparición porque el presidente AMLO dijo que estaban "inflados", pero ella se negó.
Cuando el presidente López Obrador fue cuestionado sobre este asunto, el mandatario sólo dijo que Quintana había cerrado un ciclo y que no había presentado razones para su renuncia. Aunado a esto, indicó que la decisión de informar y aclarar quién llegará a la Comisión dependerá de la Secretaría de Gobernación, encabezada por Luisa María Alcalde.
El analista Santiago Corcuera, expresidente del Comité Contra Desapariciones Forzadas de la ONU, apuntó a que el hecho de que otras instituciones se estén encargando del censo pudo motivar la renuncia, "si no es que se la pidieron directamente", dijo en entrevista con Jaime Núñez para Radio Fórmula.
'Censo de desaparecidos no es fidedigno, sólo mediático'
Por otro lado, Santiago Corcuera consideró que el censo era una cuestión mediática que no pretende presentar información fidedigna, sino sólo mostrar un panorama menos favorable en un contexto electoral.
"Cuando la situación es realmente gravísima. Todos los días, según reportes, se presentan 24 ó 25 desaparecidos; es decir, eso implica un desaparecido por hora en México. Imagínense que reducen por un lado y aumentan por el otro. No son números, son personas con su propia historia", consideró Santiago Corcuera.
Marcela Turati comentó que en estados como Coahuila o San Luis Potosí, servidores de la Nación tocan a la puerta para decirles que en tanto que había registro de vacunas de COVID-19, sus familiares, desaparecidos años atrás, están vivos.
Incluso está el caso del fiscal de Personas Desaparecidas en Coahuila, quien aseguró que de 80 personas desaparecidas, 60 ó 70 ya habían aparecido, pero no dio más detalles ni ejemplos al respecto.
Por su parte, Turati opinó que lo que se deba hacer es explicar a las familias de qué se trata, dialogar con ellas y colectivos y hacer explícita la metodología, para saber cuántos están registrados, cuántos no y cómo va a ser el nuevo listado.
Marcela Turati también señaló apenas el miércoles se hizo pública una base de datos de desapariciones de la Comisión Nacional de Búsqueda, la cual, comentó, está incompleta. Sin embargo, ésta probablemente se hizo pública para que se conozca antes de que se rasure.
"Que no quede ahí en lo oscurito. Ése es el problema: que estaba todo en lo oscurito y sigue en lo oscurito, entonces no sabemos a cuántos están quitando del registro ni por qué", sostuvo la periodista.