El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro en la Ciudad de México (CDMX) es, por mucho, el transporte más utilizado por los capitalinos. Sin embargo, una de las líneas más concurridas, la 9, que viaja de Pantitlán a Tacubaya cerrará una sección del tramo elevado por hundimientos reportados tras el colapso en la Línea 12.
Alrededor de las 22:00 horas del 3 de mayo de 2021, un ballena del viaducto elevado, cercano a la estación Olivos, se fracturó sin previo aviso. El estruendo y el polvo dieron paso a una escena inédita en la capital: Dos vagones conectaron en “v” el concreto de avenida Tláhuac y la estructura que sostenía un tren que circulaba varios metros hacia arriba.
¿El saldo? 26 personas muertas, decenas de heridos y la movilidad del Oriente atascada por las consecuencias de una obra irregular. Una hora después del accidente un usuario reportó en redes sociales:
"Que no se nos olviden las condiciones en las que también se encuentra el metro Pantitlán. Una bomba de tiempo más"
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A dos años de ese momento y, pese a los constantes reportes sobre el desgaste de la Línea 9, Guillermo Calderón, director del STC Metro, dio a conocer un próximo cierre de la estación Velódromo a Pantitlán debido a “hundimientos diferenciales por la extracción de agua”.
Desde hace años, el Metro reporta constantemente fallas, accidentes, choques, incendios y otros tipos de eventualidades. De acuerdo con el propio STC, entre enero de 2021 y el mismo mes, pero de 2023, se registraron más de 50 incidentes, según una solicitud de información entregada a Grupo Fórmula.
El talón de Aquiles del Metro
Cuando la Línea 12 del Metro colapsó, dejó en entredicho tanto la construcción como el mantenimiento que recibe en Sistema de Transporte Colectivo. Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno capitalina y hoy aspirante a la candidatura por la presidencia, aseguró en aquel entonces que la red recibía mantenimiento óptimo y recursos en aumento.
Sin embargo, tras el accidente, el Sindicato Mexicano de Trabajadores del STC denunció que en otras líneas -la B, la 4 y la 9- eran una “bomba de tiempo” que repetirían la historia.
“Ve a la Línea 9, ahí tenemos el problema, hay tramos donde no podemos avanzar a más de 35 kilómetros porque el tren se va a descarrilar. Por eso hay reducciones de velocidad”, dijo el secretario general del Sindicato, Homero Zavala, un día después del colapso. “En Oceanía y en Pantitlán se nota mucho el choque de las ballenas”
El reciente anuncio sobre el cierre de la Línea 9 hizo estallar las críticas contra el gobierno. En abril de 2023 el gobierno apuntaló un tramo elevado cercano a Pantitlán “como medida precautoria, ayudando a transmitir la carga de los puentes a la cimentación” y prometió seguridad a los usuarios.
Geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expusieron a Laura Brugés, periodista de Grupo Fórmula, que en la zona apuntalada de Línea 9 se han registrado hundimientos de 40 y 50 centímetros por año.
El problema fundamental de la Línea 9, específicamente en la estación Pantitlán, es que se alza sobre un suelo que se hunde y eso complica mantenerla fija. Mexicanos Unidos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) también dio a conocer que desde 2022 existe un informe que ordenaba el reforzamiento “urgente e inmediato” del tramo por alto riesgo, pero el Gobierno de CDMX tardó 10 meses en apuntalar la zona y casi dos años para atender los hundimientos.
¿Quién responde por el Metro?
Homero Zavala, aseguró desde 2021 que las fallas en tramos elevados, tanto de Línea 12 como de otras rutas, ya habían sido denunciadas por los trabajadores sin éxito.
“Todo esto es generado por la falta de mantenimiento y por la falta de administración en el Metro. Tenemos políticos, muy buenos políticos, pero no tenemos administradores”, dijo.
Pese a que Sheinbaum aseguró un aumento en el presupuesto del Metro, datos del Presupuesto de Egresos en la Gaceta Oficial y Secretaría de Administración y Finanzas, citados por Expansión, revelaron que entre 2018 y 2021, año del accidente, hubo una reducción de presupuesto de 17 mil 548 millones a 15 mil 81 millones de pesos. Sin embargo, luego del colapso, el gobierno destinó un presupuesto por arriba de los 18 mil 800 millones de pesos tanto para 2022 como para 2023.
La Línea 12 fue el proyecto estrella de Marcelo Ebrard, otro de los presidenciables del presidente Andrés Manuel López Obrador, que gobernó la CDMX entre 2006 y 2012. Desde un principio, la obra registró inconsistencias, entre ellas, la compra de trenes de rodadura férrea aunque no estaban recomendados por expertos.
Unos años después, cuando gobernó la capital Miguel Ángel Mancera, exaspirante a la candidatura por presidencia en 2024, cerró el tramo de estación Culhuacán a Tláhuac para atender fallas estructurales, que tras el sismo de 2019 se hicieron cada vez más evidentes.
El informe final sobre la causa-raíz del colapso fue entregado por Det Norske Veritas (DNV) y determinó que la caída del tramo elevado se debió a fallos de origen en el diseño y construcción del proyecto.
En las causas inmediatas señaló una falla en los pernos que unían las diferentes estructuras, mientras que en la raíz encontró cuatro grandes irregularidades: el diseño, una mala construcción, falta de certificación y supervisión, y un mantenimiento deficiente.
Cuando la Línea 12 colapsó, Marcelo Ebrard se deslindó de la responsabilidad al asegurar que “cumplió con su deber en CDMX”. Por otro lado, Claudia Sheinbaum también desvió el tema sobre el desgaste y el hundimiento en Línea 9 al decir que no era funcionaria de la capital y no le correspondía ya informar al respecto.
La Línea 9 no ha colapsado, pero el Sistema de Transporte Colectivo trasladó a más 92 millones de personas sólo en junio del 2023, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Georgrafía. Mientras tanto, entorno al Metro se ciñen denuncias, reclamos de justicia y una exigencia constante por un transporte público que asegure la vida de los pasajeros.