Una familia hotelera 'despertó' un nuevo conflicto en el Tren Maya: frenaron las obras en Chichén Viejo, un centro urbano que forma parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas en Chichén Itzá y cuya apertura está prevista para el 2 de septiembre.
La agencia de noticias EFE detalló el lunes pasado que los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México suspendieron las obras de restauración e investigación en este complejo ubicado en el sureste del país.
Lo anterior responde a un conflicto con la familia hotelera Barbachano, quienes se oponen a la realización de dichas labores y que, como medida, cerraron el acceso a Chichén Viejo, poniéndose así en peligro la reapertura de la ciudad prehispánica.
A través del proyecto Tren Maya, el Gobierno de México ha puesto en marcha el programa de mejoramiento antes mencionado mediante el cual se protege a Chichén Iztá, donde se concentra el 85 por ciento de las tareas de investigación.
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La mañana de este lunes el tema se mencionó en la 'mañanera' del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En ese sentido, Diego Prieto, director general del INAH, explicó que esto responde a que no se logró un acuerdo para que se abriera un acceso a través de un predio cuya dueña es Isabel Barbachano.
"Efectivamente teníamos la intención de poder acceder a través de un predio que está muy cercano a las estructuras del Caracol y Monjas, al sur del Castillo; este predio pertenece a la señora Isabel Barbachano, originalmente se nos estuvo autorizando para que pasaran los trabajadores (pero) la señora decidió cerrar su predio, en algún sentido tiene derecho, aunque es parte de la zona de monumentos, es propiedad privada, eso en su momento habrá de ser sujeto a una solución estructural", comentó Diego Prieto.
De esta forma, comentó que las zonas de monumentos arqueológicos tienen que, por tendencia, pertenecer a la federación para cuidar los monumentos arqueológicos que son, por dictado de ley, propiedad de la nación, inalienable, imprescriptible e inembargable.
"Todo monumento arqueológico está fuera de cualquier proceso de enajenación o intercambio comercial; sin embargo, la tierra, ahí sí, efectivamente, es de la señora Isabel Barbachano. Fui yo personalmente a platicar con ella, aparentemente habíamos llegado a un acuerdo, pero ella consideró que mejor dejáramos cerrado ese paso, por supuesto que mejor dejáramos cerrada la posibilidad de que se accediera desde su hotel a la zona monumental", explicó el director del INAH.
Es así que indicó que las autoridades ya están habilitando el camino alterno donde no se toca un sólo centímetro de la propiedad de la familia Barbachano.
"Ya cada quién tendrá la opinión sobre la conducta de esta familia, respetable como cualquier ciudadano. Y, en ese sentido, el día 2 de septiembre se abrirá a público, como aquí lo explicamos, el área de Chichén Viejo, o Serie Inicial. No vamos a tocar un centímetro de su propiedad, ella sabrá qué hacer con las tierras en su posesión", acentuó el director del INAH.