En 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció que desaparecería el Seguro Popular y en su lugar crearía el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), un órgano que prometía acceso a la salud para todos los mexicanos, pero que en su lugar dejó más de 30 millones de personas con carencia de servicios sanitarios al dejar de existir.
Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre la falta de acceso a la salud en el gobierno de López Obrador expusieron deficiencias en el sistema sanitario. Sin embargo, el presidente atribuyó esta amplia brecha a una pregunta mal planteada en el levantamiento de datos del Consejo.
“En el caso de salud hay una disminución, pero tiene que ver con la pregunta que se hizo”, dijo desde Palacio Nacional. “Ya ahora es atención médica gratuita y ya no se necesita ningún tipo de seguro pero va a ir poco a poco entendiéndose”.
En su último año de operaciones, el Seguro Popular registró más de 51 millones de afiliados, según Coneval. Sin embargo, la gran promesa del Insabi cayó a la par del acceso a la salud, pues, al cierre de su primer año de operaciones, el país ya mostraba un aumento en esta carecia sanitaria que pasó del 16.2 a 28.2 por ciento.
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Adiós Insabi, el atropellado cambio al IMSS-Bienestar
Tras tres años de existencia, la Cámara de Diputados aprobó la desaparición del Insabi para incluir sus funciones en el IMSS-Bienestar, organismo creado desde 1973 para permitir a esta dependencia atender a personas de escasos recursos.
El cambio ha resultado contraproducente. Por un lado, está el salto del 28.2 a 39.1 por ciento de personas con falta de acceso a la salud, que sumaron más de 30 millones de personas sin estos servicios desde 2018. Por el otro, decenas de profesionales de la salud que exigen basificación y buenas condiciones laborales en el nuevo trabajo que tendrán en el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Desde que comenzó la transición al IMSS-Bienestar, personal de salud que laboraba en el Insabi ha denunciado reducción de personal, falsa de bases e inexistentes mejoras salariales para quienes durante la pandemia de COVID-19 estuvieron en la primera línea de atención.
La salud en México se ha visto afectada en los últimos años, el IMSS-Bienestar promete retomar funciones que el Insabi no logró resolver y, mientras todo eso se construye, cada vez más mexicanos carecen de acceso a servicios sanitarios de calidad.