Luego de que la Fiscalía del Estado de México (Edomex) dio a conocer que Iñigo Arenas Saiz presuntamente fue drogado por personal del restaurante Black Royce, se revelaron nuevos detalles acerca de cómo fueron los últimos momentos del empresario antes de su muerte.
Como parte de las indagatorias en este caso, autoridades mexiquenses clausuraron dicho establecimiento, ubicado en Naucalpan, y posteriormente llevaron a cabo un cateo en el que encontraron un ‘cochinero’: cocaína, pastillas e incluso goteros con una sustancia desconocida.
Además, seis integrantes del personal del bar permanecen detenidos por su presunta participación en la muerte del empresario: el capitán de meseros, dos meseros y tres mujeres.
Conforme avanzan las investigaciones se dan a conocer nuevos detalles acerca de la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz, quien aparentemente fue una víctima más de ‘las goteras’ en el bar Black Royce.
Te podría interesar
Así fueron los últimos momentos de Iñigo Arenas en el Black Royce
Cámaras de seguridad del Black Royce captaron en video cómo fueron los últimos momentos de Iñigo Arenas Saiz antes de morir, según información revelada por el periodista Víctor Hugo Michel.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía del Edomex, citadas por el comunicador, en las grabaciones se observan a varios empleados del restaurante cargando al empresario mientras está inconsciente.
Aparentemente, el personal del bar sacó a la víctima de una habitación privada en el segundo piso del establecimiento para llevarlo hasta una silla junto a la salida de emergencia, donde paramédicos encontraron su cuerpo.
Es probable que la asfixia mecánica que causó la muerte del empresario fuera provocada por el vómito generado tras ingerir una sustancia química, la cual supuestamente fue colocada en su bebida por una de las bailarinas que lo acompañaban.
Poco antes de que salieran a la luz estas revelaciones, el abogado de la familia de Iñigo Arenas Saiz hizo un llamado a las autoridades para que se investigue la posibilidad de que hubiera sido drogado por el conductor de un vehículo que se hizo pasar por Uber antes de llegar al bar Black Royce.