Los estados del sureste de México se han convertido en un botín de drogas y actividades ilícitas para el crimen organizado, en medio de la construcción del Tren Maya, un megaproyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Los tentáculos de organizaciones como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, los Zetas y el Cártel del Golfo han extendido el narcotráfico y la violencia en esa zona.
Campeche, Tabasco, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo, donde los mayas extendieron su territorio, son hoy día bastiones para el crimen organizado, cuya violencia arrebata la tranquilidad a miles de personas.
“Chiapas está al filo de la guerra civil con paramilitares y sicarios de los diversos cárteles que se disputan la plaza”, señaló en un comunicado el Congreso Nacional Indígena (CNI) poco antes de que decenas de personas tomaran las calles de la Ciudad de México y otros estados para exigir un alto a la violencia contra indígenas y zapatistas.
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Pese a ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que “se ha exagerado lo que sucede” en esa zona del país.
Los tentáculos del narco en territorio maya
El territorio maya en México estuvo comprendido los cinco estados localizados al sureste del país, donde el robo, el homicidio y el narcomenudeo forman parte de los 11 delitos más frecuentes del lugar, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP)
La zona ha tenido que lidiar históricamente con el crimen organizado. En 2010, el territorio maya estaba en poder de Los Zetas, pero esto no duraría mucho, pues otras organizaciones ganaron terreno con los años.
Correos de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), revelados en Guacamaya Leaks y medios de comunicación, dieron a conocer en 2022 que se detectaron 12 grupos que ejercen actividad delictiva al sureste del país.
Las actividades del narco en ésta zona están relacionan al trasiego de drogas, el secuestro, la extorsión, el robo de hidrocarburos y el narcomenudeo. Pese a la presencia de varios grupos, el Cártel de Sinaloa y el CJNG mantienen una afrenta por el control criminal del país.
De acuerdo con el estudio “Mexico: Organized Crime and Drug Trafficking Organizations” y las revelaciones de Guacamaya Leaks, entre 2020 y 2022, en Campeche operaría el CJNG, el Cártel del Pacífico, Pura Gente Nueva y la Familia Salgado Valencia, por mencionar algunos.
Quintana Roo ha tenido presencia registrada en esos dos años del Cártel del Golfo, Cártel del Pacífico, el CJNG, Los Pelones, los Zetas y el Cártel del Noreste.
En Yucatán se reconoce la presencia del Cártel de Sinaloa desde el año 2020, el CJNG, Cártel del Pacífico y alguna célula de la Familia Epitacio, según informes de Reforma.
Tabasco cuenta con la presencia del CJNG y el Cártel de Sinaloa, mientras que en 2023, Contralínea dio a conocer que en el documento “Situación de la D.O. (Delincuencia Organizada) Frontera Sur” de la Sedena se contempló que en Chiapas los sinaloenses mantienen el control, pese a la presencia de los jaliscienses, el Cártel del Golfo y la Mara Salvatrucha.
Sinaloa vs CJNG: la pugna por apoderarse de México
En este mapa criminal, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa han mantenido mayor presencia en el país durante los últimos años.
“Están compitiendo para dominar (también) las industrias de pesca deportiva y producción de mariscos en las costas este y oeste de México”, señaló el estudio.
En 2012, el Cártel de Sinaloa controlaba entre el 40 y el 60 por ciento del negocio de la droga en el país, de acuerdo con datos de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). De sus entrañas surgió el CJNG como un grupo armado de la organización que estuvo ligado al cártel hasta finales de 2013.
“La división entre Sinaloa y el CJNG es uno de los muchos indicios de una fragmentación general de los grupos criminales en México”, explicaron en el estudio.
Para 2020, especialistas en el tema, identificaron que no solo la organización que fue dirigida por Joaquín “El Chapo” Guzmán, controlaba 15 de los 32 estados del país, sino que el CJNG se extendía también con rapidez por México.
La primera aparición de los jaliscienses en el panorama criminal tuvo lugar en 2011. Mostraron 35 cuerpos de presuntos miembros de los Zetas. La pugna por el territorio había comenzado.
A pesar de tener su cuna en Jalisco, el CJNG se extendió rápidamente por México, en 2020 su presencia se identificaba en 27 de los 32 estados de la República Méxicana. Más que cualquier otro cártel en el país
Hasta ahora, la pugna por el control criminal al sureste de México ha arrebatado decenas de vidas y mantiene actividades ilícitas que siguen vigentes en el territorio maya.