Los tacos Orinoco se han convertido en uno de los establecimientos más emblemáticos y favoritos de los amantes de este tradicional platillo mexicano, pero ¿cuál es la historia de esta popular taquería?
Su historia inició formalmente en el año 2015 en Monterrey, Nuevo León, cuyo objetivo era crear una taquería de culto con “estilo DF” que se extendiera por el resto del territorio nacional.
Fueron sus tacos sueltos, costras, gringas, piratas, capechana y norteña, así como su emblemático taco de chicharrón de cachete frito en manteca, los que conquistó el corazón de los regiomontanos, por lo que tras abrir algunas sucursales en su ciudad natal, apostaron por ‘aterrizar’ en la Ciudad de México.
A finales de 2017, la Taquería Orinoco llegó a la capital con su primera sucursal, misma que fue instalada en Insurgentes Sur, casi esquina con Álvaro Obregón.
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Héctor Álvarez es el propietario de la popular taquería, cuyo concepto busca retomar la idea de las taquerías clásicas ubicadas en los mercados, todo con ingredientes "de primera calidad", con salsas hechas a diario y tortillas elaboradas a mano.
Según los amantes de este tradicional platillo no solo sus tacos fueron la clave de su éxito, sino sus cinco salsas: salsa de piquín con ajo y limón; de cilantro y chile serrano; chile tatemado (tradicional de Nuevo León); la clásica verde dotada de aguacate y el tzatziki (de yogurt, pepino y ajo).
Taquería Orinoco, ‘envuelta’ en la polémica
Cabe señalar que en las últimas horas este establecimiento nuevamente se volvió tema de conversación, pero esta vez no fue por el buen sabor de sus productos o por la visita de alguna celebridad a sus sucursales, sino por la agresión que sufrió uno de sus empleados.
Y es que en redes sociales se difundió un video captado por cámaras de seguridad de una sucursal ubicada en el municipio de San Pedro Garza, Nuevo León; en donde se muestra el momento en que un comensal llama a un empleado y le pide tomar asiento.
No obstante, minutos después comienza a golpearlo en diversas ocasiones hasta que el trabajador se levanta de la mesa, aunque el agresor continúa atacándolo frente a la mirada del resto del personal de la taquería.
Pese a que cibernautas aseguraron que el agresor se trataba del propietario del establecimiento, la Taquería Orinoco desmintió tal acusación y aclaró que se trataba de un cliente en estado de ebriedad, además de que dicho suceso ocurrió el año pasado.