Parece que no va a llover… ay mamá, me estoy secando. En 2022, Nuevo León padeció su peor sequía en décadas.
Las imágenes eran dramáticas: grifos empolvados, cielos sin nubes y peleas callejeras por un garrafón de agua. Imágenes que, por fortuna, no se volverán a repetir en el futuro próximo.
Lo anterior no se trataba de una película apocalíptica estilo Mad Max, en la que el vital líquido ha desaparecido de la Tierra, sino una entidad del país aquejada en 2022 por una sequía histórica, como no visita en varias décadas, agravada por la desatención de los gobiernos anteriores.
Mediante un gran esfuerzo de las autoridades estatales, que incluyó el bombardeo de nubes con yoduro de plata con el apoyo del Ejército, se logró provocar las tan anheladas lluvias, que junto a medidas de racionamiento y la coordinación gubernamental en el manejo de las presas y pozos permitieron solventar la emergencia.
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Ahora, un año después de este problema hídrico, las y los regios pueden estar tranquilos: no padecerán por agua… ¡ en al menos en 15 años!
Pero, ¿cómo se logró esto? Te contamos.
¿Por qué hubo crisis hídrica en Nuevo León?
En 2022, Nuevo León padeció un auténtico calvario como no había sucedido en décadas: hubo meses en que no llovió ni una sola gota de agua, de tal manera que los niveles de las presas se fueron agotando y apareció la problemática de la crisis hídrica en el verano de ese año.
A eso se suma la desatención de los sexenios anteriores, que dejaron inconclusas obras claves de infraestructura, como el acueducto El Cuchillo II, prometido desde 1997, la cual agravó el problema de falta de agua para la ciudadanía neoleonesa.
Este es el Plan Maestro para no repetir la sequía
A un año de la crisis hídrica el panorama de suministro de agua en el estado ha cambiado, el arquitecto Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje de Monterrey, explica que la crisis hídrica no se va a volver a repetir en muchos años, pues con las nuevas fuentes de abastecimiento tendrán agua suficiente para por lo menos 15 años más.
Esto se debe a nuevos proyectos que forman parte del Plan Maestro del Agua que el Gobierno del Estado, junto con Agua y Drenaje de Monterrey, ha expuesto ante la ciudadanía desde hace un año y en el cual se trabaja de la mano con la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Estos son las etapas de los proyectos:
- La primera etapa del Plan Maestro del Agua, explica Barragán lleva aproximadamente, un 90 por ciento de avance, es decir, falta concluir las obras de la Presa Libertad y del Acueducto Cuchillo II. Se tiene ya muy avanzado el tema de la modulación de presiones, que era parte también de este Plan, en el que también se incluye el tema de la cultura del agua y el tema de la perforación de pozos someros y profundos.
- El Plan Maestro del Agua incluye una segunda etapa consistente en la construcción del rehúso potable indirecto.
- Y una tercera etapa que podría comprender traer agua del Río Pánuco y la desalinización del agua del Golfo de México y traerla a Nuevo León; ambas etapas se encuentran en la realización de los estudios preliminares.
Nuevo León tiene agua… hasta para ‘regalar’
De no tener ni una sola gota de agua, literal salía polvo de las llaves, Nuevo León ahora cuenta con una reserva potencial de hasta 63 por ciento.
Para lograr ese objetivo se establecieron medidas emergentes de perforación de pozos, someros, y se buscó racionar de manera inteligente el suministro de agua a las diferentes zonas de la Ciudad y su área metropolitana para que no se tuviera una problemática generalizada.
Además se avanzó en las magnas obras que realiza el Gobierno de Nuevo León para hacer que el consumo de agua esté garantizado para la ciudadanía.
“En el caso de Nuevo León, gracias al trabajo y a la voluntad de nuestro Gobernador Samuel García, vamos a terminar este año 2023 con una capacidad de reserva potencial de hasta 63 por ciento”, señaló el funcionario Barragán.
“La obra que, digamos, teníamos iniciada cuando comenzó la administración es la Presa Libertad, que en ese momento tenía un 20 por ciento de avance, y la cual proveerá a la Ciudad de aproximadamente mil 600 litros por segundo una vez concluida”.
Les prometieron un acueducto en 1997; ahora por fin lo tendrán
Además de la Presa Libertad, el Gobierno de Nuevo León tiene preparada otra obra para garantizar el abasto de líquido. Esa obra, les fue prometida a las y los ciudadanos de la entidad… ¡hace 26 años!
Se trata del segundo acueducto proveniente de la Presa El Cuchillo, el llamado acueducto Cuchillo II, que permitirá abastecer en 5 mil litros por segundo a la Ciudad de Monterrey y su área metropolitana.
Cabe destacar que en el caso del Cuchillo II es una obra que se tenía prevista desde 1997, pero ninguna administración anterior la llevó a cabo.
Esta obra tiene una inversión superior a los 5 mil 700 millones de pesos por parte de Agua y Drenaje de Monterrey, y aproximadamente 4 mil 500 millones de pesos por parte de la Conagua; la cifra definitiva se sabrá hasta que estén concluidas las obras; lleva un avance global de más del 64.12 por ciento y se tiene previsto que en este verano comience a dar agua con un primer sistema de bombeo que debe dar, aproximadamente, mil 200 litros por segundo.
Para finales del verano un segundo y un tercer bombeo, este acueducto podría suministrar hasta 3 mil 600 litros por segundo, aunque la obra no esté totalmente terminada, lo que será hasta el mes de noviembre, cuando podría recibir los 5 mil litros por segundo.
Quihúbole con la Presa Libertad
El futuro hídrico de Nuevo León no se puede abordar sin mencionar a la gran Presa Libertad. Una de las principales obras de Samuel García para evitar que se repita lo que sucedió en 2022.
La inversión total de este proyecto es de 7 mil 500 millones de pesos, lo cual incluye una obra que no estaba prevista en una primera etapa, que es la construcción de un gasoducto que surte actualmente el 30 por ciento del gas del país y que atraviesa la Presa Libertad.
Por lo tanto, se tendrá que construir un nuevo gasoducto con mayor capacidad en cuanto a la tubería para que pueda estar por debajo de la presa sin presentar ningún riesgo, y esto implica una inversión del orden de mil millones de pesos.
La Presa Libertad lleva un avance global de 53.8 por ciento, la cual debe estar concluida para el mes de diciembre; hay que mencionar que, al principio, el mayor problema era que no se tenía la totalidad de la tenencia de esta tierra donde se construye.
“Hoy en día, prácticamente, tenemos lo más importante: todo lo que es la cortina ya se tiene la tenencia de la tierra y hay algunos predios todavía por adquirir pero se terminarán de hacer en lo que resta de este año”, aseguró Barragán.
Evidentemente, aclara, estas obras tomarán su tiempo para que se concluya o que se haga una realidad.
“En cuanto a la Presa Libertad tomará un año o dos en llenarse; sin embargo, lo importante es que ya están dadas las bases para que Nuevo León pueda realmente administrar su capacidad de suministro de una manera inteligente” afirma.
¿Qué lección nos deja Nuevo León?
En voz de Juan Ignacio Barragán, la crisis hídrica del año pasado ha dejado una gran lección, no solo para Nuevo León, sino para México.
“Los organismos que prestamos los servicios de agua, no podemos vivir trabajando al límite de nuestra capacidad, porque cualquier problemática, cualquier crisis, cualquier situación ligada al cambio climático puede hacer que una de nuestras fuentes de abastecimiento falle.
“Como es el caso nuestro con la Presa Cerro Prieto, que se encontraba muy baja en su capacidad; al fallar esa fuente de abastecimiento, el sistema, inmediatamente, entra en crisis”, relata.
Para que Nuevo León sea resiliente y pueda enfrentar las problemáticas del agua en el futuro, menciona Barragán, se tiene que aprender a cuidar todo el ciclo del agua, en el que se incluye continuar las acciones del programa Ciudadanos de 100, en el que se invita constantemente a hacer un uso más eficiente del agua en los hogares.
Que las empresas e industrias, agregó, comprendan la importancia de utilizar el agua residual tratada de una mejor manera para evitar la explotación excesiva de los mantos acuíferos.
Lo que le pasó a Nuevo León le puede pasar en cualquier momento a otro estado de la República, incluida la capital mexicana, que padece un gran estrés hídrico.
A medida que el Día Cero, en el que nos quedemos sin agua, se acerca. Los ojos del país entero deben voltear hacia el norte.