Susana Hernández, la madre tzotzil que falleció por negligencia médica en un hospital de Chiapas en 2014, dejó al descubierto las deficiencias del sistema de salud en México. En aquel entonces existía el Seguro Popular, pero aún así la muerte materna cobraba la vida de miles de mexicanas. Tras la desaparición de este programa, los fallecimientos de este tipo se dispararon significativamente en madres jóvenes de entre 25 y 29 años.
Susana tenía justo 26 años cuando falleció. El personal de salud la dejó varias horas sin atención médica a pesar de tener 39 semanas de embarazo. A diferencia de su hijo, ella no salió con vida del hospital y el Gobierno de Chiapas emitió una disculpa pública por su fallecimiento.
Datos de la Secretaría de Salud (SSa) registraron 22 mil 935 muertes maternas en México entre 2002 y 2021, un 14.5 por ciento en los primeros tres años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con un incremento en los fallecimientos de mujeres sin derechohabiencia en el país.
En los sexenios de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018) la mayor parte de las muertes maternas fueron atendidas en el Seguro Popular, un programa gubernamental que ofrecía servicios de salud a las personas que no contaban con el seguro social y que desapareció en 2019 para dar paso al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
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“Ni era Seguro, ni era Popular”, dijo el presidente López Obrador al anunciar su extinción y la llegada del Insabi. Sin embargo, en el caso de las muertes maternas, el Seguro Social atendió entre 2 mil y 3 mil mujeres que fallecieron en los dos sexenios anteriores.
En el sistema de salud mexicano se consideran muertes maternas aquellas “que resultan de complicaciones obstétricas del embarazo, parto y puerperio, derivadas de intervenciones, omisiones, tratamiento incorrecto o de una cadena de acontecimientos originada en cualquiera de estas circunstancias”.
Sin embargo, el Insabi no registró ni un solo fallecimiento de esta naturaleza ante la SSa, pese a se prometió que supliría las funciones de su antecesor
El incremento de las muertes maternas
En México, las madres de 25 a 29 años con secundaria completa son las principales víctimas históricas de este tipo de muertes, focalizadas en el Estado de México, Chiapas y Veracruz en los 19 años que contemplan los registros.
A través de los datos abiertos de la SSa, Grupo Fórmula encontró que tras el anuncio de la desaparición del Seguro Popular en octubre de 2019, las muertes maternas en mujeres jóvenes se dispararon en aquellas que no contaban con derechohabiencia al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Pemex o alguna otra institución.
Entre octubre de 2019 y finales de 2021, cuando el Insabi ya operaba en el país, las muertes maternas pasaron de 69 a 569 en mujeres sin derechohabiencia. Mientras que de manera general incrementaron los fallecimientos de 874 a 1 mil 271 en los primeros años sin este programa.
Las principales causas de la muerte materna en México son la eclampsia en el embarazo, la preeclampsia severa y las hemorragias postparto inmediatas. Todas son complicaciones que deben ser atendidas con prioridad en los embarazos, pero que cada una arrebató más de 1 mil 400 vidas este sexenio.
Como el caso de Susana, en 2022 la muerte de Lorena de Jesús Padilla Victoria revivió el foco hacia la muerte materna. Ya una vez desaparecido el Seguro Social, ella salió también de un hospital en Chiapas, pero falleció por una compresa que le abandonaron por meses en el abdomen.