El volcán Popocatépetl, que se encuentra en los límites del Estado de México y Puebla como el segundo más alto del país, ha tenido días de intensa actividad con lanzamiento de material incandescente, agua, gases y ceniza, siendo esta última la que alcanza a las comunidades cercanas.
Por ello, mencionaremos cuál es la forma en la que la ceniza volcánica afecta la salud de las personas, en caso de que lleguen a respirar un poco de ella.
El semáforo de alerta volcánica del Popocatépetl se encuentra en amarillo fase 2, lo que significa que puede haber actividad eruptiva con emisión de una pluma de vapor de agua y gas, así como ligera caída de ceniza en áreas cercanas y lanzamiento de fragmentos incandescentes hasta algunos kilómetros de distancia del cráter.
¿Cómo afecta la ceniza volcánica a las personas?
Las erupciones volcánicas pueden provocar lesiones traumáticas, quemaduras, asfixia, enfermedades en la piel, lesiones oculares, problemas respiratorios, conjuntivitis y hasta la muerte, de acuerdo con información de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
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En el caso particular de la ceniza volcánica el riesgo se divide dependiendo del tamaño de las partículas, las más grandes pueden provocar tos seca, irritación en la garganta y en la nariz, secreción nasal, y flemas.
Por otra parte, aquellos que respiren las partículas más pequeñas de ceniza, pueden tener dificultad para respirar, ya que causan inflamación en los alvéolos.
Las personas que ya padezcan alguna enfermedad respiratoria, como asma o bronquitis, se verán más afectadas que las demás al respirar cualquiera de las partículas de ceniza.
Pero eso no es todo, además del sistema respiratorio, tanto los ojos como la piel pueden experimentar afectaciones después de la exposición.
Los ojos se sienten como si hubiera partículas extrañas, se presenta dolor, escozor, se pueden ver con sangre, puede haber una secreción pegajosa y/o lagrimeo.
Además, puede presentarse conjuntivitis aguda, que es la inflamación del saco que rodea la conjuntiva del globo ocular debido a la presencia de cenizas, lo que conduce a enrojecimiento y ardor en los ojos.
En el caso de la piel, se puede presentar irritación dependiendo de los componentes químicos de la ceniza volcánica.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) indica que se deben tomar precauciones como usar cubrebocas, limpiar ojos y garganta con agua natural, no realizar actividades al aire libre, mantener a las mascotas en un lugar techado y usar lentes de armazón para evitar la irritación ocular.