Los temblores han cimbrado casas en Ciudad de México (CDMX) y el resto del país en varias ocasiones. Durante años, la humanidad se ha esmerado en investigar todo alrededor de los sismos. Los más intensos son recordados por arrebatar vidas y tumbar edificios, en cambio, los microsismos son menos conocidos y mucho más constantes.
Dos temblores, el 10 y 11 de mayo, sacudieron miles de hogares en la CDMX este 2023. Sin embargo, en lo que va del año la tierra bajo las casas de los capitalinos se ha movido 8 mil 393 veces, de acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), siendo el más alto de magnitud 5.8 el pasado 1 de marzo.
¿Los microsismos son normales?
Los movimientos conocidos como microsismos son frecuentes en México, cuyo territorio se encuentra en una zona volcánica y de alta sismicidad donde convergen cinco placas tectónicas: Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos. Mientras que la CDMX está sobre varias fallas terrestres.
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los microsismos “son pequeñas rupturas en el interior de la tierra, cercanas a la superficie de la tierra, a unos cuatro o cinco kilómetros de profundidad”, lo que los vuelve comunes en el Valle de México.
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“Sí están ocurriendo estos sismos, lo que no es algo nuevo es la ocurrencia de estos sismos”, dijo señaló Carlos Valdez, investigador de geofísica de la UNAM en entrevista con Denise Maerker. "Existen cuatro grandes fallas, también mapeadas dentro y debajo de la Ciudad de México que de vez en cuando provocan estos sismos”.
Aunque el área contemplada de estas fallas no es muy grande, hay una gran cantidad de personas que viven en esa zona que los perciben y viven el cimbrar de sus casas.
¿Un microsismo puede tirar tu casa?
Los registros del SSN, por ejemplo, indican que tan solo en la CDMX de 1974 a la fecha han tenido lugar 378 microsismos, por lo que estos temblores no son inusuales. El temblor intenso de la capital tuvo una magnitud de 4 y se presentó en noviembre de 2003
Las magnitudes de éstos sismos en la capital han sido de 0.3 a 4, es decir, su intensidad perceptible para los capitalinos, pero no cuentan con la fuerza suficiente para tumbar las casas.
“La vibración, por ser un sismo pequeño, es una vibración muy rápida. Como todos lo sentimos, esa vibración no tiene gran afectación en las estructuras”, explicó.
Incluso aseguró que si el temblor hubiera llegado a una magnitud de 4, el movimiento apenas hubiera durado unos 10 segundos. Nada comparado con los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017.
¿Los microsismos tienen ciclos?
El especialista explicó que, en general, las personas han generado un temor a la intensidad de los sismos, pero los periodos de recurrencia son prologados.
“Los sismos tardan en regresar unos 200 o 300 años. Entonces en ese tiempo de vida, yo creo que sí podemos poner sensores a profundidad, algunos muy, muy pocos sensores a profundidad, una red de sismómetros”, explicó.
Los microsismos en CDMX y en el resto del país son temblores que muchas veces se vuelven incapaces de tirar casas, cuando su intensidad es menor y su duración corta, pero siempre será necesario, detalló, mantener la cultura de prevención entre la ciudadanía.