La mayoría de las personas suele comer pan como parte de su dieta diaria, pero en los últimos años se ha convertido en uno de los alimentos prohibidos dentro de la alimentación de quienes busca mantenerse saludables, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué tan malo es comer pan?
A pesar de su mala fama, el pan es uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial y es tan uno de los más antiguo de la humanidad, pues se sabe que la gente primitiva consumía pan ácimo (sin levadura) desde hace 12 mil años, a partir de una mezcla de harina y agua, y cociéndolo al sol.
De hecho, se cree que fueron los egipcios los que descubrieron cómo hacer el pan que conocemos en la actualidad, utilizando levadura silvestre para fermentarlo.
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¿Qué tan malo es el pan?
En los últimos años el pan ha sido 'demonizado' al ser considerado un alimento que engorda por ser fuente de carbohidratos y tener aditivos, sal y conservadores que resultan poco saludables. Sin embargo, cada tipo de pan tiene sus propiedades y al final del día puede no ser tan malo comerlo.
Los expertos aseguran que lo mejor es comer pan integral que es rico en nutrientes como proteínas, fobra, selecio, fosforo, hierro, magnesio, zinc y vitamina B. En cambio, el pan blanco está elaborado con harinas refinadas, lo que generan picos de azúcar en sangre y puede conducir a desarrollar diabetes, ya que elimina una parte en la que se ubican algunos de los nutrientes en el proceso de refinación.
Además, los carbohidratos del pan integral se digieren de forma más lenta que los del pan blanco, que está refinado, por lo que el cuerpo puede utilizarlos durante más tiempo.
Sin embargo, se debe tomar en cuenta que el pan que se produce en fábrica puede contener otros ingredientes, como azúcar, vinagre y conservantes, los cuales se pueden dejar fuera cuando se hornea el pan en casa o de forma artesanal. Esto quiere decir que no todo el pan es malo por sí mismo.
Lo que sí es cierto es que las personas que padecen algún tipo de intolerancia o alergia al trigo o gluten deben excluirlo de su dieta, ya que estos componentes pueden afectar su intestino delgado y por consiguiente la capacidad de absorción de nutrientes es menor.