Los tendederos de denuncias, ya sea de forma digital o física, se utilizan como una forma de protesta para que las mujeres que son sobrevivientes de cualquier tipo de violencia de género expongan a sus agresores o relaten lo que vivieron.
La primera vez que se realizó un tendedero en la Ciudad de México fue en 1978 en el Museo de Arte Moderno por la artista Mónica Mayer, quien montó una obra de arte conceptual en la que pidió que las asistentes tomaran un pedazo de hoja para que relataran alguna situación que hubieran experimentado en la capital y la mayoría contó que fueron acosadas o agredidas sexualmente.
A esta práctica también se le conoce como escrache y consiste en que un grupo de personas se dirige al domicilio, lugar de trabajo o un espacio público en el que se ubica el agresor al que se quiere denunciar.
El resurgimiento de los tendederos ante la violencia contra las mujeres
Los tendederos de denuncias y el escrache fueron retomados por el movimiento feminista, sobre todo después del movimiento #MeToo, y ambas formas de protesta se volvieron comunes para exponer las violencias que las mujeres han experimentado, así como a sus agresores.
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Los tendederos de denuncias físicos se empezaron a realizar de forma constante en instituciones educativas, principalmente en universidades, y de forma digital. Incluso hay algunas cuentas de redes sociales que los realizan de forma constante, sobre todo en el marco del Día Internacional de la Mujer o del Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer.
¿Puedo tener problemas si expongo a mi agresor?
La abogada Marisol Marín Córdova, especialista en género por la American University Washington College of Law, detalló en entrevista para Radio Fórmula Digital que antes de exponer a uno o varios agresores en un tendedero es importante tener claro si van a presentar una denuncia ante el Ministerio Público o no.
¿Por qué? La especialista señaló que en caso de que las víctimas hayan presentado una denuncia penal o quieran hacerlo tendrán que evitar compartir toda la información que podría utilizarse como evidencia, como fotografías, videos, conversaciones de redes sociales. Ello, debido a que en caso de que se difunda de forma digital, un juez podría desestimar las pruebas porque ya se difundieron en redes.
“Al realizarlo de manera digital estás dejando que la que la sociedad o que los medios de comunicación sean jueces de este delito que se está cometiendo y aunque muchas veces puede ejercer presión para que se realice algo, al presentar las pruebas ante un juez, las pueden desestimar por el hecho de que ya les presentaron ante medios de comunicación y son personas no autorizadas porque no tienen la facultad para hacer algún tipo de juzgamiento más que de carácter social”, detalló.
Si vas a exponer en un tendedero de denuncias a tu agresor o lo vas a escrachear, debes saber que Campeche, Hidalgo, Nuevo León, Sonora, Yucatán y Zacatecas persiguen la calumnia como un delito. Mientras que Nuevo León y Yucatán el delito de difamación.
Esto no quiere decir que las personas no puedan exponer a sus agresores; sí pueden hacerlo, sólo es necesario cuidar ciertos detalles para evitar algún problema legal.
¿Cómo exponer a mi agresor en un tendedero sin meterme en problemas legales?
Marisol Marín Córdova apuntó que si las mujeres van a exponer a sus agresores en tendederos de denuncias y van a colocar alguna fotografía, procuren cubrir señas particulares, como tatuajes y los ojos.
Otra sugerencia que realizó es evitar que en la fotografía aparezcan plazas o tiendas comerciales que tengan su imagen registrada.
Si van a escribir el nombre de su agresor, la abogada dijo que de preferencia no lo escriban completo, pueden omitir sus apellidos, colocar una “N” en su lugar o sólo usar sus iniciales. De esa forma el agresor no será nombrado de forma directa, pero podrá ser identificado por el resto de las personas.
En caso de que la denuncia incluya un relato de lo hechos, su recomendación sería que lo contaran en primera persona, de forma resumida y el resto de los detalles los guarden en caso de que después se animen a realizar una denuncia ante el Ministerio Público.
La abogada explicó que el objetivo de reservar detalles importantes o difundir elementos que podrían funcionar como pruebas fundamentales, no sólo es para evitar que sean desestimadas por un juez, sino para evitar que los abogados del agresor encuentren la forma de que el caso sea desechado o no proceda.
“Cuando pasa esto ya le diste toda la información a la contraparte y los abogados pueden crear algo que a lo mejor puede desestimar todo”, resaltó.
Marín Córdova sostuvo que en un país donde el 88.3 por ciento de los delitos quedan impunes y en donde las mujeres enfrentan revictimización al momento de denunciar, es normal y entendible que se realicen tendederos como forma de protesta y denuncia.
Sobre todo porque en la mayoría de las ocasiones es la única forma de que las autoridades que se encuentran en las instituciones realicen acciones contra la violencia de género y las víctimas consigan justicia.
Un ejemplo es el paro que las estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) mantienen en todos los planteles de la CDMX por los abusos de los que varias alumnas han sido víctimas. Sin embargo, es necesario que si van a participar de un tendedero de denuncias, lo hagan de forma segura.