Los mexicanos ya están acostumbrados a los nombres que tienen varias ciudades del país, pero los que no están acostumbrados se les hacen curioso, por eso estos son los 3 Pueblos Mágicos con los nombres más raros, pero bonitos.
Los Pueblos Mágicos es un programa turístico desarrollado por la Secretaría de Turismo y de diversas instancias gubernamentales, esto con el fin de reconocer y proteger las ciudades y su riqueza, que inició a partir del 5 de octubre de 2001.
Los 3 Pueblos Mágicos con los nombres más raros, pero bonitos
Huasca de Ocampo fue el primer sitio al que se le denominó "pueblo mágico". Durante ese año Mexcaltitán, Tepoztlán y Real de Catorce también fueron declarados.
Uno de los criterios para que sea Pueblo Mágico es que deberá de contar con una población de 20 mil habitantes y a pesar de que al principio recibía dinero por parte del gobierno, en el 2019 se eliminó.
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Al día de hoy hay 132 Pueblos Mágicos, de los cuales estos tienen los nombres más raros.
- Honey
Este Pueblo se originó en Pachuca por Richard Honey, en 1862, que a sus 23 años compró una mina de hierro en Ixmiquilpan para que empezara a fundir el Mineral de Pachuca.
Además, construyó el primer puente de hierro en el país en el río Tula en Tasquillo y al morir, su homenaje fue que el Pueblo recibiera su nombre, que floreció gracias a sus fábricas, que en un momento jugó un papel importante en la economía de México.
- Palizada
Este Pueblo mágico se encuentra en Campeche, que destaca con sus alegres casas bajas y con techo de teja francesa.
Se hizo Pueblo Mágico, en el 2011, por su gran belleza y tradiciones, el cual todavía se preserva su acervo arquitectónico. Recibió el nombre por la referencia a la madera conocida como Palo de Tinte, Palo de Brasil o Palo de Campeche, usado para la producción de tinte negro, rojo, azul y diferentes artesanías.
- Sisal
Este Pueblo Mágico se encuentra en Yucatán, puerto mexicano ubicado en el litoral no-poniente del estado.
Anteriormente se le llamó Santa María de Zizal, que había sido el primer puerto de Yucatán desde el siglo XVI hasta inicios del siglo XX que fue sustituido por el Puerto de Progreso.
Sisal decayó notablemente, hasta convertirse en la pequeña localidad pesquera que es el día de hoy.