El huracán "Otis" devastó el puerto de Acapulco y en menos de seis horas llenó las calles con toneladas de basura que equivalen a los desechos que sus habitantes producirían en dos años, de acuerdo con el director de Radio Fórmula Guerrero, Marco Antonio Aguileta.
"La basura, el escombro que genero "Otis" en su paso unas horas, es la basura que se acumularía en dos años. No hay relleno sanitario que pueda contener esto, por eso estan buscando alternativas", subrayó en "Los tiempos de la radio" con Óscar Mario Beteta.
La basura que el huracán dejó en Acapulco provocó que los damnificados tuvieran que volver a usar cubrebocas, ya que abunda un fuerte olor a putrefacción y basura, de acuerdo con Israel Aldave, enviado especial de Grupo Fórmula. Ante esta situación algunos pobladores decidieron abandonar el municipio y algunos especialistas han advertido que puede provocar algunas enfermedades, sobre todo dengue.
En algunos municipios, como Coyuca de Benítez, sus habitantes solicitaron a las autoridades que fumiguen para evitar la propagación de enfermedades.
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Marco Antonio Aguileta también indicó que en octubre la temperatura de Acapulco suele ser de 30 a 32 grados; sin embargo, tras el paso de "Otis" supera los 38 grados por la cantidad de árboles que fueron derribados.
"Se han acabado los cerros que rodean el puerto. Todo lo verde que podría haber, el Parque Papagayo, todo se acabó, no solo con los árboles que ["Otis"] pudo haber derribado, también desramó. Ahora se ve un puerto de Acapulco muy desértico, es como si se hubiera construido una ciudad en medio de montañas del desierto", añadió.
El comunicador consideró que la falta de árboles complica la labor de reconstrucción, ya que no hay viento ni sombra para resguardarse. A esto se añade que aún no hay electricidad al 100 por ciento y sólo cuentan con el 45 por ciento del servicio de agua potable.