Cada día miles de migrantes atraviesan el país con el objetivo de llegar a la frontera de México con Estados Unidos y cruzar hacia territorio norteamericano.
Una vez que los migrantes logran llegar a alguna de las ciudades del norte del país se encuentran con un alambre de puas que tienen que pasar para ingresar a EU. El cual no ha representado un impedimento para cruzar, debido a que varios de ellos encontraron que una forma de evadirlo es escarbar para atravesarlo sin que ocasione ningún rasguño o herida.
Los migrantes que han logrado cruzarlo dejan algunas prendas sobre el alambre para que otras personas sepan que por ahí pueden pasar, de acuerdo con la crónica de Israel Aldave, reportero de Grupo Fórmula, desde Ciudad Juárez, Chihuahua.
"Esa es una señal para los migrantes que vienen atrás. los que dejaron la ropa ahí ya están procesados por las autoridades de Estados Unidos", señaló durante el programa de Joaquín López-Dóriga para Grupo Fórmula.
Todos los días llegan personas de diferentes nacionalidades y edades, algunos en familia y otros solos. El periodista indicó que los migrantes no piden dinero, su demanda es agua, comida; mientras que quienes van a cruzar con niños y niñas pequeñas piden leche.
Además, solicitan doctores que puedan proporcionarles atención médica porque hay migrantes que viajaban en los trenes de "La Bestia" y se lastimaron al descender", pero el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) no les brinda ayuda a pesar de que se acerquen a ellos. También hay niños y niñas que llegan enfermos.
"Encontramos un niño que se la ha pasado vomitando, la poca comida que ingiere la devuelve, tiene una enfermedad grave y nadie los atiende", narró.
Israel Aldave señaló que por la frontera de Ciudad Juárez circulan camionetas del INM; sin embargo, sólo hacen recorridos y en ningún momento se acercan a los migrantes para saber si requieren de algún tipo de ayuda.