La sombra de la división interna marcó la ceremonia de despedida de los dos magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que, a partir de este miércoles, dejan su encargo.
Solo cinco de siete magistrados se hicieron presentes y sólo una habló para despedir a Indalfer Infante y José Luis Vargas; aunque los aplausos no faltaron los reproches, consejos y advertencias salieron a relucir.
Y herida de agosto de hace un par de años no cicatrizó.
"En nada justifica, a mi modo de ver, los muy cuestionables hechos que se dieron el pasado 4 de agosto del 2021, cuando algunos integrantes de este Pleno tomaron sin atribuciones la Presidencia del máximo Tribunal en la materia electoral. En verdad, deseo que nuestra vida institucional, algo así de grave, no vuelva a repetirse y que volvamos a ser ejemplo de un actuar institucional y apegado a la ley", asentó el magistrado José Luis Vargas.
Con dos asientos vacíos, mismos que pertenecen a quienes fueron parte de ese golpe interno, Vargas Valdez también condenó "la campaña de ataques y persecución" de la que ha sido parte él y su familia.
"Su infamia los perseguirá toda la vida", expresó.
Para despedirse, el magistrado Indalfer Infante tomó unos minutos sólo para agradecer a los presentes en el Pleno, con el consejo de que la lealtad y el compromiso es la forma para generar confianza con la ciudadanía.
"En estos tiempos en que se cuestiona la legitimidad de la judicatura, la mejor forma de generar confianza en la ciudadanía es que sus instituciones funcionen con compromiso y lealtad constitucional, con experiencia y profesionalismo, con esperanza en la construcción a partir del trabajo diario del andamiaje y la arquitectura jurídica que se requiere para mantener en pie el edificio de la democracia constitucional", dijo.