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Captura de Ovidio no basta: Ahora toca a la FGR demostrar sus delitos y desarticular al cártel

La captura de Ovidio Guzmán fue el primer paso, ahora la FGR debe justificar su detención e investigar todas las redes involucradas con el Cártel del Pacífico, de lo contrario será un detenido más, asegura especialista.

El gobierno federal detuvo a Ovidio Guzmán, hijo de 'El Chapo', el pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa.Créditos: Cuartoscuro.
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El gobierno federal capturó a Ovidio Guzmán, uno de los líderes más importantes del Cártel del Pacífico, en un megaoperativo encabezado por la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano que se efectuó el pasado 5 de enero después de seis meses de investigación.

El hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue trasladado desde Culiacán, Sinaloa, hacia la Ciudad de México, tras su llegada lo llevaron a la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) y después al penal de máxima seguridad del Altiplano, ubicado en el Estado de México.

El megaoperativo dejó 29 personas fallecidas, entre militares y delincuentes; así como 21 detenidos , según información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Ovidio Guzmán fue trasladado al penal de máxima seguridad en helicóptero. Créditos: Cuartoscuro.

Lilian Chapa Koloffon, Investigadora Senior del World Justice Project, consideró que la detención de Ovidio Guzmán sí debe reconocerse porque fue una fase importante para la estrategia de seguridad y justicia del gobierno federal. Sin embargo, lo que sigue es que la Fiscalía General de la República (FGR) justifique la aprehensión y sostenga una acusación en su contra.

“Se ponen a prueba varias capacidades del Estado mexicano y sin ellas no vamos a tener una estrategia exitosa”, agregó.

Además, aseguró que no se trata sólo de realizar la detención de “una cabeza o varias cabezas” de un grupo criminal, sino que es necesario que las fiscalías, en este caso la FGR realice otras intervenciones a través del sistema de justicia penal para desarticular “todo el entramado de corrupción”; así como las redes que constituyen este tipo de organizaciones y que están detrás del poder que tienen.

Asimismo, dijo que “las fiscalías deben ser capaces de identificar cuáles son los recursos de procedencia ilícita con los que operan, cómo les llegan las armas con las que operan etcétera, toda la cadena de ilícitos que cometen”. De lo contrario, el gobierno federal sólo se va a quedar con una detención más de un líder criminal.

¿Captura de Ovidio Guzmán significa que acabó estrategia de “abrazos y no balazos”?

La investigadora opinó, a diferencia de otros expertos en el tema, que la captura de Ovidio Guzmán, conocido como ‘El Ratón’, que no necesariamente se trata de un cambio en la estrategia de “abrazos y no balazos” del gobierno de la cuarta transformación.

“Esta llamada de 'abrazos y no balazos' no excluye la acción penal. En este caso yo creo que parte del éxito es que dado la sorpresa con la que se llevó a cabo y la corrección de intervenir en el municipio o la localidad de Jesús María de madrugada”, mencionó. 

La captura de Ovidio Guzmán, de acuerdo con la investigadora, es un ejemplo para el gobierno federal de que es posible realizar detenciones de líderes del crimen organizado importantes de otra manera y que no suceda lo que ocurrió en 2019.

“Se pueden hacer pues detenciones quirúrgicas y estratégicas”, destacó.

Gobierno cumplió con la tarea pendiente que tenía tras el ‘Culiacanazo’ de 2019

La estrategia que la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano desplegaron en la localidad de Jesús María para capturar a Ovidio Guzmán mostró que las autoridades sí entendieron que tenían que aplicar una estrategia distinta después del ‘Culiacanazo’ de 2019, según la investigadora.

“Era algo como una tarea pendiente o digamos un desafío que tenían que solventar de otra forma y que en esta ocasión el Estado mexicano queda bastante bien cumpliendo con la obligación de presentar ante las autoridades ministeriales a una persona que está vinculada o señalada de cometer, al menos, delitos de narcotráfico”, comentó.

Por otra parte, la investigadora del World Justice Project dijo que será necesario observar los indicadores de violencia en Sinaloa para ver cómo se comportan y si no incrementan.

“Esperemos que no venga consigo un inicio de una etapa violenta en la entidad”, puntualizó.

La captura de Ovidio Guzmán desencadenó balaceras, bloqueos, saqueos, robo y quema de vehículos en distintos municipios de Sinaloa, principalmente en Culiacán. Por ello, la entidad quedó paralizada, pero este 6 de enero ya se retomaron la mayoría de las actividades.

Uno de los vehículos incendiados tras la detención de Ovidio Guzmán. Créditos: Cuartoscuro.

¿Sólo fue una coincidencia que la detención se realizara antes de reunión con Biden?

La captura de Ovidio ocurrió cuatro días antes de que se realice la reunión bilateral entre México, Estados Unidos y Canadá. Lilian Chapa sostuvo que pudo ser una oportunidad que el Estado mexicano aprovechó para mandar un mensaje al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sí enfrenta a organizaciones criminales.

“Sin especular me parece que no es una casualidad, normalmente hay señales en vías de reencaminar una relación bilateral con Estados Unidos en materia de seguridad pública”, apuntó en entrevista con Grupo Fórmula.

La investigadora explicó que la detención de Ovidio Guzmán es relevante para Estados Unidos porque en ese país hay una preocupación por los efectos nocivos que tienen las drogas químicas en la población. 

Se trata de un problema de salud pública que provoca cientos de muertes por el abuso de sustancias nocivas y que en gran medida provienen de territorio mexicano, detalló.

“Actualmente tienen una crisis en varias ciudades estadounidenses porque la población y los sistemas de salud más bien no tienen con qué responder a este problema y que para decirlo en palabras concretas tiene daños tan severos en la salud de las personas que se pierden cientos de vidas”, resaltó.

Por ello, la administración de Biden podría tomarlo como una “buena señal” o un mensaje de “buena voluntad” sobre la preocupación que los gobiernos de ambos países comparten sobre el tráfico ilegal de drogas desde México hacia Estados Unidos.

Ovidio Guzmán está acusado por la Corte de Columbia, Estados Unidos, de tráfico de metanfetaminas y cocaína. También es uno de los objetivos prioritarios del Departamento de Justicia de dicho país. No obstante, aún no será extraditado al país norteamericano porque su equipo de abogados realizó un amparo.