Autoridades llevaron a empresarios y responsables del transporte aéreo de carga a recorrer este viernes el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para convencerlos de mudarse del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Tras el recorrido con empresas de carga, transportistas, de paquetería, agentes aduanales, y autoridades internacionales como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes señaló que las instalaciones ya están adaptadas para concentrar todas las operaciones de carga que hoy hay en el AICM.
"Hicimos un recorrido y pudieron constatar que están los recintos fiscales, los recintos fiscalizados, las naves industriales y equipamiento; están listos los almacenes no sólo para tener carga normal, sino para poder recibir sustancias químicas o equipo de alto valor. Están las cámaras de seguridad listas, los espacios están listos", comentó.
En entrevista para Grupo Fórmula con Joaquín López-Dóriga, señaló que los almacenes están adecuados para que la carga se baje del avión y se traslade rápidamente a estos y se realicen los procedimientos aduanales necesarios.
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La semana pasada se dio a conocer un proyecto de decreto que buscaba llevar la totalidad de los vuelos de carga del AICM al AIFA. Según una revisión de Grupo Fórmula, estos apenas representan el 3 por ciento del tráfico aéreo que hay en la terminal capitalina. Esto representó unos 12 mil vuelos en todo el 2022, es decir, unos 32 vuelos por día exclusivamente de carga.
En una entrevista para Grupo Fórmula, el subsecretario de Transportes, Rogelio Jiménez Pons, advirtió que esta decisión más que atender al tráfico aéreo, buscaba desahogar el resto de las instalaciones del AICM relacionadas con la carga, como las aduanas, estacionamientos y áreas de carga y descarga de camiones.
El propio funcionario reconoció que el AIFA opera a menos del 10 por ciento de su capacidad, de unos 20 millones de pasajeros al año, contra los poco más de 1 millón que ha transportado en sus primeros 10 meses de actividades.
La IATA expuso que para poder recibir la totalidad de los vuelos de carga se requiere no sólo de mayor infraestructura de transporte, sino que esa terminal aérea cumpla con certificaciones necesarias para el transporte de mercancías a destinos como Europa y cuente con equipamiento especial.
Esta semana, las empresas de carga aérea mostraron sus posturas en relación con la medida. Mientras DHL informó que mudaría sus operaciones al AIFA a partir de febrero, Estafeta estimó que la mudanza le llevaría al menos 16 meses y supondría un costo de más de 100 millones de dólares.