Probablemente en algún momento te hayas preguntado de dónde proviene la voz que emite la alerta sísmica durante la advertencia de un sismo. ¿Te sorprendería saber que es de ‘Superman’?
Una investigación del New York Times descubrió que el sonido tiene su origen gracias al actor de doblaje y locutor Manuel de la Llata García.
El mismo hombre que dio voz a Clark Kent en la primera película de Superman de Christopher Reeve (1978); con tan solo 25 años de experiencia se encargó de grabar la alerta sísmica capitalina para advertir a las personas antes un sismo.
Según el New York Times, fue elegido directamente por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES) tras el terremoto de 1985, con el objetivo de crear la infraestructura necesaria para alertar a la población de futuros sismos.
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Gerardo García, titular de la Asociación de Radios del Valle de México (ARVM), dijo al medio estadounidense: “Lo que querían era un sonido que no estaba en el catálogo, que fuera original y difícil de reproducir”.
"Se le pidió que estuviera de servicio. No hubo casting, fue una decisión instantánea", dijo Carlos García, presidente de la Sociedad de Radio del Valle de México para New York Times.
En ese momento, el actor de doblaje era locutor de su agencia y accedió a servir a la comunidad. De la Llata ha estado acostumbrado a usar su voz para salvar a la gente, al menos en la ficción, desde que fue elegido como la voz en español de Clark Kent en Superman: The Movie de 1978.
Personas entrevistadas por el periódico señalaron que su voz grave combinada con un fraseo preciso permitía a Manuel personificar personajes con cierta actitud heroica.
Como resultado, fue elegido como Han Solo en la versión cinematográfica de la primera Guerra de las Galaxias. “Primero un gran actor de radio, segundo una voz en off. Un gran orador, el orador más controlado de su época. Todos quieren que promocione sus productos”, dijo Moises Palasios, quien prestó su voz a “Fozzie” en “The Muppets” y al “Tío Lucas” en “Los Locos Addams”.
Manuel de la Llata murió en Querétaro el 14 de junio de 2006, pasó los últimos años de su vida hasta que murió de un derrame cerebral a la edad de 72 años. Lejos del lujo y la fama, se fue a fines de la década de 1990 a vivir una vida completamente ruda en Rancho El Carmen.