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Militarización en México: Morena 'entrega' seguridad de estados a militares

La militarización de la seguridad pública no sólo significa tener a soldados en las calles, por lo que al integrar a militares en su gabinete los gobernadores morenistas ya iniciaron con este proceso desde hace tiempo.

Gobernadores de Morena ya militarizaron un tercio del paísCréditos: Rocío Martínez
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Una de las principales promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue la de sacar al Ejército de las calles; sin embargo, tras casi cuatro años de la llegada de la llamada cuarta transformación (4T) la realidad es que la seguridad pública se ha militarizado en prácticamente un tercio del país gracias a los gobernadores de Morena.

Cuando era candidato a la presidencia, López Obrador criticó en innumerables ocasiones la estrategia de administraciones anteriores –como la de Felipe Calderón- de emplear a las fuerzas armadas para proteger a la ciudadanía; no obstante, hace unos días reveló que había cambiado de opinión, por lo que ahora está a favor de mantener a los soldados en estas tareas.

“Sí, sí, sí cambié de opinión ya viendo el problema que me heredaron. ¿Cómo enfrentar el problema de la inseguridad? (…) Imagínense qué íbamos a hacer con la Policía Federal, cómo estaba, porque yo creo que sí se sabe que de la Policía Federal salieron todos los que ahora o están en la cárcel o están acusados, o están prófugos por tremendas violaciones a derechos humanos”, dijo durante su conferencia mañanera del 6 de septiembre de 2022.

Acorde con esta nueva perspectiva del presidente, el Congreso de la Unión ya avaló una iniciativa y otra quedó pendiente de discutirse que busca la militarización de las labores de seguridad en prácticamente todo el país.

La primera fue la propuesta avalada por la Cámara de Diputados y el Senado de la República para que la Guardia Nacional, cuerpo de seguridad creado en 2019 tras la extinción de la Policía Federal con el propósito de ser una corporación civil, pasara a estar bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), convirtiéndose en un cuerpo bajo el control militar.

El segundo proyecto –que actualmente se discute en el Senado- es una iniciativa presentada por la diputada del PRI Yolanda de la Torre que propone extender el despliegue de elementos del Ejército en las calles para colaborar en labores de seguridad pública al menos hasta el 2028.

La estrategia de la 4T para mantener al Ejército en las calles ha sido duramente criticado por gran parte de las y los mexicanos, quienes han salido a manifestarse en contra del plan de militarización y para reclamarle al presidente por su decisión.

“Obrador, Obrador, ya pareces Calderón”, reclamaron manifestantes a AMLO el mismo día que admitió haber cambiado de opinión.

Sin embargo, la realidad es que la militarización en nuestro país parece haber estado desde mucho tiempo atrás con la presencia de militares a cargo de la seguridad estatal y local; y con la llegada al poder de gobernadores de Morena y afines a la 4T, este fenómeno se intensificó, especialmente en entidades con alta presencia de criminalidad.

¿Qué es la militarización y por qué es un riesgo?

La militarización de la seguridad pública no sólo significa poner a soldados en las calles para cumplir labores propias de los policías, como la protección de los ciudadanos, también se refiere a adoptar códigos militares e incluir una formación castrense en corporaciones que deberían ser civiles, como las secretarías de seguridad.

El principal argumento para sustituir a las corporaciones policiales por el Ejército es que al ser ambas corporaciones enfocadas en seguridad tienen las mismas capacidades para proteger a la ciudadanía, algo que es completamente falso, explicó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, en entrevista para Grupo Fórmula Digital.

“Hay un malentendido generalizado que las funciones y competencias que tienen los militares y policías son prácticamente idénticas, pero no es así (…) El hecho de considerar como si fueran replicables sus funciones nos ha llevado a cometer errores significativos a la hora de enfrentar el fenómeno de la inseguridad y de la violencia.”, recalcó.

Las Fuerzas Armadas y las policías –municipales, estatales o federales- tienen diferencias que van desde la formación que se brinda a los elementos que las conforman, hasta la transparencia con la que se manejan al ser parte de una institución pública.

Estas son las principales diferencias entre los policías y los soldados que hacen que la militarización de la seguridad pública sea un riesgo.

Entrenamiento de policías y militares

La primer diferencia –y quizá la más significativa, es la formación que reciben policías y militares, algo que sin duda repercute en su forma de desempeñarse como secretarios de seguridad en cualquiera de los tres niveles de gobierno, consideró el director del Observatorio.

En el caso de los elementos formados en alguna de las escuelas militares –Heroico Colegio Militar, Heroica Escuela Naval Militar o Escuela Militar de Aviación- reciben un entrenamiento enfocado en la defensa del país de un enemigo externo, por lo que están entrenados para hacer uso de la fuerza en prácticamente todas las situaciones y a sólo obedecer órdenes de sus mandos sin cuestionarlas.

Los policías reciben un entrenamiento completamente diferente.

“En el caso de las policías, ellos tienen como obligación tomar decisiones todo el tiempo; un policía constantemente debe estar cuestionándose si sus decisiones son buenas o son malas, si conviene o no conviene hacer uso de un arma de fuego o realizar la detención en un determinado momento”, explicó Francisco Rivas.

Al no contar con la formación propia de un policía, los militares que son asignados como secretarios de seguridad podrían tomar decisiones que no sean las más adecuadas para la institución o que incluso sean imposibles de cumplir.

“Pensemos en el caso de (Alfonso) Durazo, una persona que no tenía una formación en materia de seguridad y que lo pusieron al frente de la estrategia nacional de seguridad, pues evidentemente eso resultó bastante desastroso”, recordó Rivas.

Rendición de cuentas 

Otro de los problemas que surgen con la militarización de instituciones de seguridad es que estas dependencias se vuelven poco transparentes para hacer pública su información como el uso de recursos o la toma de decisiones.

Al no estar formados para rendir cuentas, es poco probable que los militares a cargo de secretarías rindan cuentas e incluso que no comprendan por qué deben hacerlo.

“Los militares están poco acostumbrados a rendir cuentas porque históricamente el fuero militar se mueve a través de procesos que no son transparentes, entonces evidentemente eso acaba afectando el desempeño de una institución de seguridad”, apuntó el director del Observatorio.

Desincentiva a policías de carrera

Algo que también ocurre al poner a elementos del Ejército como mandos policiales es que genera incentivos negativos en los policías de formación que buscan escalar dentro de la institución, pues ven pocas posibilidades para llegar 

“Si yo soy un policía y me empiezan a poner mandos militares pues yo sé que difícilmente tendré la oportunidad de escalar, de crecer; si soy una persona que está intentando llegar a ser secretario de Seguridad, cuando hay estructura militar y soy un civil identifico que esto no sucederá”, recalcó Francisco Rivas.

Morena militarizó un tercio del país

Recientemente la militarización se ha convertido en un tema central de la discusión pública a raíz de las iniciativas que fueron discutidas en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, sin embargo este fenómeno inició desde hace casi un año tras la arrasadora victoria de Morena en las elecciones de 2021, cuando ganó 11 de las 15 gubernaturas que estaban en juego y se convirtió en el partido gobernante en más de la mitad de la República Mexicana.

“Por lo que refiere a los gobernadores tengo entendido que muchos incluso ni siquiera eligieron a sus secretarios, fueron más o menos impuestos por parte de la federación; esto no lo puedo confirmar directamente, son comentarios que me han hecho algunas autoridades”, apuntó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.

Ocho de los morenistas que se convirtieron en gobernadores decidieron integrar en sus gabinetes  a militares o exmilitares como secretarios de seguridad estatales, ellos fueron: Marina del Pilar Ávila, Víctor Castro Cosío, Indira Vizcaíno, Evelyn Salgado, Alfredo Ramírez Bedolla, Ricardo Gallardo, Rubén Rocha Moya y David Monreal.

A ellos se sumará Américo Villarreal, quien tomará posesión como gobernador de Tamaulipas el próximo 1 de octubre y nombrara a un hombre con formación castrense como encargado de la seguridad pública.

Estos son los estados en los que actualmente un militar es el encargado de la seguridad pública:

Baja California 

Gobernadora: Marina del Pilar Ávila

Inicio de su administración: 1 de noviembre de 2021

Secretario de Seguridad: Gilberto Landeros Briseño

Formación: Egresado del Heroico Colegio Militar con 47 años de carrera en el Ejército.

Baja California Sur 

Gobernador: Víctor Castro Cosío

Inicio de su administración: 10 de septiembre de 2021

Secretario de Seguridad: Luis Alfredo Cancino Vicente

Formación: Egresado de la Heroica Escuela Naval Militar fue coordinador regional de la Guardia Nacional.

Colima

Gobernadora: Indira Vizcaíno

Inicio de su administración: 1 de noviembre de 2021

Secretario de Seguridad: Manuel Llerandi Ruiz

Formación: Egresado de la Heroica Escuela Naval Militar con una carrera de 32 años de servicio en la Marina.

Guerrero

Gobernadora: Evelyn Salgado

Inicio de su administración: 15 de octubre de 2021

Secretario de Seguridad: Evelio Méndez Gómez

Formación: Egresado de la Heroica Escuela Naval Militar con más de 35 años de servicio en la Marina.

Michoacán

Gobernador: Alfredo Ramírez Bedolla

Inicio de su administración: 1 de octubre de 2021

Secretario de Seguridad: José Alfredo Ortega Reyes

Formación: Egresado del Heroico Colegio Militar con 45 años de servicio en las Fuerzas Armadas.

Morelos    

Gobernador: Cuauhtémoc Blanco 

Inicio de su administración: 1 de octubre de 2018

Secretario de Seguridad: José Antonio Ortiz Guarneros

Formación: Egresado de la Heroica Escuela Naval Militar con una carrera de 45 años en la Marina.

San Luis Potosí 

Gobernador: Ricardo Gallardo

Inicio de su administración: 26 de septiembre de 2021

Secretario de Seguridad: Guzmar Ángel González Castillo

Formación: Egresado del Heroico Colegio Militar con 45 años al servicio del Ejército.

Sinaloa

Gobernador: Rubén Rocha Moya

Inicio de su administración: 1 de noviembre de 2021

Secretario de Seguridad: Cristóbal Castañeda Camarillo

Formación: Egresado del Heroico Colegio Militar con 23 años de servicio ininterrumpido en el Ejército.

Tamaulipas

Gobernador: Américo Villarreal

Inicio de su administración: 1 de octubre de 2022

Secretario de Seguridad: Óscar Alberto Aparicio Avendaño

Formación: Egresado de la Escuela Militar de Aviación fue titular del Centro Nacional de Atención Ciudadana de la Guardia Nacional.

Zacatecas 

Gobernador: David Monreal

Inicio de su administración: 12 de septiembre de 2021

Secretario de Seguridad: Adolfo Marín Marín

Formación: Egresado del Heroico Colegio Militar con 45 años de servicio en el Ejército y la Fuerza Aérea.

El principal efecto negativo de tener mandos militares es que no cuentan con la capacidad gerencial ni de formación que requieren los policías, por lo que terminan dando órdenes a los agentes policiales que pueden llegar a ser imposibles de cumplir, recalcó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.

“No es un tema ideológico en contra de los militares, es un tema de qué sí y qué no saben hacer los militares respecto a lo que saben los policías y si se pueden adaptar a eso”, puntualizó.

Mientras los legisladores de la 4T buscan aprobar iniciativas en el Congreso para avalar la militarización de la seguridad pública en todo el país –con ayuda de su inédita alianza con el PRI-, las y los gobernadores morenistas ya pusieron su parte en esta causa militarizando la seguridad en sus estados.