El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, confesó que sí existen diferencias con México; sin embargo, los problemas han sido abordados con total respeto.
Así lo reconoció el funcionario norteamericano tras su visita a nuestro país y luego de su reunión con los secretarios de Economía, Tatiana Clouthier, de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
“Por supuesto tenemos nuestras diferencias como cualquier país que tienen relaciones tan profundas como las nuestras, pero las abordamos de forma pragmática con respeto mutuo”, señaló.
En ese mismo sentido se dijo confiado en que el proceso de consultas en materia energética que interpusieron llegue a “buen puerto” pues dio a conocer que habló sobre el tema con el presidente Andrés Manuel López Obrador y de la necesidad de combatir la crisis climática mundial y reforzar la seguridad energética.
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Mientras que a nombre de Estados Unidos se comprometió a cumplir con los compromisos adquiridos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) pues es el mejor instrumento para promover la competitividad y más oportunidades de mejores puestos de trabajo para sus habitantes, y sus procedimientos de consultas dan confianza a los inversionistas.
Por su parte, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, y el titular de la SRE, Marcelo Ebrard, anticiparon que sobre las consultas en materia energética continúa el diálogo; es más el canciller fue más allá al anticipar que espera que en algún momento se llegue a un acuerdo.
En el marco de la Segunda Reunión Anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos en la que también estuvo presente la secretaria de Comercio de los Estados Unidos, Gina Raimondo coincidieron en trabajar por el bienestar de sus pueblos, hacia la transición de las energías limpias, tecnologías verdes como el ensamble de autos eléctricos; por la ciberseguridad y una internet segura; por mejores prácticas comerciales, integración de los mercados laborales y de las cadenas de suministro.
Todo ello con el propósito de hacer de Norteamérica una región más fuerte, próspera y competitiva. “Con peso económico en el mundo”. Tal y como lo quieren ambos presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador.