El nombre de una personas casi siempre está relacionado con un buen augurio de belleza, fortaleza o felicidad, pero ¿los nombres tiene pueden influir en cómo te irá en la vida?
De acuerdo con el psicólogo Sergio García Soriano, portavoz del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, el nombre de una persona sí puede afectar su personalidad.
“Los nombres son la piel de las cosas. Es con lo primero que nos encontramos. En la relación social, el nombre envuelve a quien lo posee, y dependiendo del tipo de nombre que tenga va a generar una serie de expectativas y albergar determinadas connotaciones que van a definir parte de lo que los demás esperan de esa persona”, dijo el experto a el diario El País.
Además, diversos estudios recogidos por el diario, señalan que los nombres sencillos influyen más positivamente en la personalidad.
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¿Nombre es destino?
En 1954, los psicólogos Albert Ellis y Robert M. Beechley compararon los perfiles psicológicos de 104 chicos con nombres convencionales y otros 104 con nombres peculiares y llegaron a la conclusión de que en estos últimos había una “significativa mayor tendencia” a padecer una “severa perturbación emocional” que en aquellos con nombres corrientes.
Mientras que en 1948, dos investigadores de la Universidad de Harvard hallaron que los varones con nombres inusuales o excéntricos eran más propensos a mostrar rasgos neuróticos que aquellos con nombres comunes.
Teoría que fue respaldada por los psicólogos Houston y Sumner, de la Universidad de Howard, quienes llegaron a la misma conclusión en su análisis con mujeres.
Por su parte, en 1977, la psicóloga Susan D. Nelson encontró que existen estereotipos en cuanto a nombres que sugieren éxito académico o todo lo contrario, Estos son conocidos por quienes los portan, lo que podría condicionarles para cumplir las expectativas, sugirió en 1976 su colega S. Gray Garwood.
Los estudios más recientes, elaborados entre 2008 y 2011, también coinciden en que los individuos que tienen nombres familiares y fáciles de pronunciar causan mejor impresión, alcanzan puestos más altos en las empresas (como Bill Gates o Steve Jobs) y son contratados antes, mientras que los nombres excéntricos están asociados con la delincuencia juvenil (como Bryan y Kimberly en México) .
García Soriano asegura que con el nombre, se puede dar a un niño protagonismo o exclusión, pues los nombres complicados generan poca integración y son relegados, mientras que los nombres comunes permiten que sean más fáciles de pronunciar y propician los vínculos afectivos.
¿Un nombre de hombre te hace más exitosa?
Además de propiciar una personalidad conflictiva, un nombre complicado pondrá nervioso al niño que los lleva, quien intentará aclarar su nombre, aseguró José Elías Fernández, director del gabinete psicológico Centro Joselías, quien destacó que los nombres sencillos generar familiaridad y confianza.
A ello se suman los prejuicios que persisten en la sociedad, causantes de desigualdades, y que también repercuten en que los problemas de integración de los niños con nombres que suenan femeninos, así como de las niñas con nombres de sonoridad masculina que suelen tener una carrera más exitosa en el ámbito laboral, sin dejar atrás a quienes asumen que los portadores de tal o cual nombre es de raza blanca por lo que tiene más probabilidades de ser contratada.
El experto también indicó que la sonoridad del nombre, su rotundidad, conlleva una vibración que aporta una energía que acompaña toda la vida; mientras que los nombres anticuados pueden acentuar la timidez de la persona, dejarlos 'fuera de onda' e incluso hacerlos propicios a la burla.