Los cólicos y las menstruaciones dolorosas o dismenorrea se han normalizado entre las mujeres y personas menstruantes. Incluso hay quienes se ven impedidas de realizar sus actividades cotidianas por los altos niveles de malestar. Sin embargo, tener dolor durante el periodo no es normal.
Yolanda Valverde, especialista en pedagogía menstrual y estudios de género, explicó en entrevista con Grupo Fórmula que pareciera que es normal tener cólicos porque para muchas mujeres es la única experiencia conocida a su alrededor. Asimismo, destacó que ningún tipo de dolor en el cuerpo es normal.
“Fisiológicamente no es una característica esperada, ni tampoco es algo que pudiéramos catalogar dentro de las funciones expectativa de los órganos funcionales y saludables”, detalló la fundadora de Menstruación Consciente.
Por otra parte, Hannah Borboleta, partera de Morada Violeta, aseguró que las menstruaciones no deberían ser dolorosas “partiendo del hecho de que el útero es un músculo” que se contrae y relaja para expulsar el endometrio cada mes. Tal y como sucede con los músculos de la mano al tomar un objeto.
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“Eso muchas veces nos causa dolor por otras razones que no son fisiológicas, que no son saludables. No debería doler; sin embargo, es común que duela”, señaló.
¿Por qué tenemos cólicos durante la menstruación?
Yolanda Valverde detalló que hay varias razones por las que las mujeres pueden tener cólicos durante su menstruación. Entre las que se encuentran diferentes patologías, es decir, enfermedades o padecimientos que se vuelven visibles cuando existen condiciones inflamatorias de desprendimiento endometrial. No obstante, esas patologías están presentes en todo momento y pueden ser crónico-degenerativas.
Por lo que es necesario que las mujeres acudan con especialistas que descarten si se trata de una patología mal diagnosticada o mal tratada, advirtió Valverde, que esté provocando dolor durante la menstruación para proporcionarle la atención médica que necesita.
Hay varias patologías que pueden provocar cólicos menstruales. La fundadora de Menstruación Consciente comentó que los órganos que pueden estar implicados en el dolor pélvico son el intestino, colon, la cama de ligamentos de la pelvis, el útero, cérvix, vagina, vulva, ovarios. Aunque los ovarios tienen poca percepción a nivel sensación, sí están entrelazados con muchos ligamentos.
Así que los cólicos menstruales pueden estar relacionados con una colitis profunda y afecta la menstruación porque a través de los intestinos se metabolizan los estrógenos. Al no realizar ese proceso, se produce una sobrestrogenización y hay inflamación.
Otra patología puede ser falta de flexibilidad del piso pélvico y de la cama ligamentosa por falta de oxigenación o deshidratación. También es posible que esto se presente en mujeres que tengan poca movilidad a lo largo de su día o sean sedentarias.
“Pueden ser crecimientos que no son esperados y que nos están avisando de procesos desarmónicos, como quistes, miomas, úlceras, desgarres, fístulas. Es un tema muy amplio en cuanto a la idea patológica y también puede ser incluso infección”, sostuvo.
Otra de las patologías son infecciones mal tratadas y que desencadenaron condiciones crónicas. Un ejemplo es la candidiasis, la especialista mencionó que es un hongo que se encuentra desde la base del cabello hasta la punta de los pies. No obstante, cuando se descontrola su crecimiento puede afectar mucosas respiratorias, digestivas y genitales.
“La vagina es un ambiente húmedo, oscuro y caliente, superprolífico para muchos crecimientos de patologías que tienen condiciones vivas, como los hongos de la cándida; y una cándida mal atendida puede crecer hacia el cérvix y hacia el útero y generar una inflamación crónica que puede detonar un dolor cotidiano; y obviamente cuando se está menstruando, un dolor exorbitante”, agregó.
Estrés, alimentación y falta de descanso también pueden generar cólicos
Hannah Borboleta expuso que hay otros factores que pueden incidir en que la menstruación sea dolorosa y haya cólicos. Uno de ellos es el descanso.
“En general, mientras más descansamos y mejor está el sistema nervioso, más equilibrado, menos inflamación en el cuerpo y entonces menos cólicos”, comentó la partera de Morada Violeta.
Lo mismo sucede con el estrés. Mientras las mujeres estén más estresadas, la tensión es mayor y hay más inflamación. La alimentación es igual de importante porque los productos procesados, azúcares y harinas refinadas suelen inflamar bastante y eso suele llevar a más cólicos.
“No es el caso en todas las mujeres, no es unitalla y ciertamente diferentes mujeres, tienen diferentes causas, diferentes causas de mezclas, pero esos suelen ser factores que influyen”, afirmó.
A lo que se agregan nuestra interacción con productos químicos; por ejemplo, las emisiones contaminantes que se encuentran en el aire que respiramos. Eso también produce cólicos durante la menstruación.
Menstruación también es dolorosa por estigmas sociales
La menstruación es un tema tabú en la sociedad, destacó Hannah Borboleta. Lo que ha provocado que las infancias crezcan en una sociedad patriarcal que les dice que “es sucio”, de acuerdo con la partera.
“Toda esa carga que vivimos desde niñas y que sabemos que en cuanto nos empiece a bajar nuestra vida va a cambiar para peor. Eso ciertamente también hace que cuando nos empieza a bajar, [tengamos] una menstruación de manera poco armoniosa, poco disfrutable, también poco integrada a nuestro día a día”, resaltó.
Por lo que, aunque es un proceso saludable del cuerpo de las mujeres, muchas lo viven con estrés, dolor y, en algunos casos, vergüenza.
La especialista en los procesos de salud sexual y reproductiva aseguró que el “estrés social y colectivo” contribuyen a que haya tensión en la menstruación y que las mujeres no lo vivan como cualquier otro proceso fisiológico. Eso provoca cólicos.
“Eso también hace que nos duela un montón porque los músculos, los ligamentos alrededor del útero, en la pelvis, se tensan y si empieza a hacer movimientos sobre una base de tensión, duele”, añadió.
Cada mujer necesita tratamientos individuales, no generales
Yolanda Valverde sostuvo que es frecuente que las mujeres reciban tratamientos con medicamentos que se usan para aliviar o liberar a las personas de los cólicos menstruales, pero eso no significa que estén atendiendo la raíz del problema.
“Básicamente lo que están dando es un proceso anestésico en la desconexión del cerebro con la terminal nerviosa, pero la terminal sigue diciendo que ahí está el problema, que hay una inflamación muy importante”, añadió.
Es importante que los especialistas sepan diferenciar todas las causas que pueden provocar el dolor menstrual para evitar colocar al dolor en un “mismo saco”, como si en todos los casos tuviera el mismo origen.
Ello, debido a que el medicamento no puede ser el mismo para todas las mujeres. La especialista apuntó que el tratamiento debe ser diferente dependiendo de si el origen del dolor es orgánico, fisiológico y se debe verificar si está relacionado con una patología.
“Algo muy común y que suele pasar en sectores de salud pública es que se trabaja una especie de protocolo generalizado. Se le da un tratamiento básico y a partir de eso vemos cómo responde la persona, si necesita algunas adecuaciones”, mencionó.
La especialista en pedagogía menstrual señaló que la atención médica debería ser de forma invertida, es decir, que les proporcionen a las mujeres un tratamiento adecuado individual para reducir el dolor menstrual.
Por último, subrayó la importancia de evitar la automedicación porque puede poner en riesgo a las mujeres en lugar de ayudarlas a reducir los cólicos.
Aunado a ello, agregó que no es lo mismo hacerlo en una situación de emergencia, que consumir medicamentos cada mes cuando hay cólicos menstruales y sin la supervisión médica. Por lo que recomendó acudir con especialistas que les den respuestas, no normalicen el dolor y tampoco minimicen lo que sienten.