Fernanda Rangel tiene 26 años y como muchas mujeres a nivel nacional e internacional tuvo cambios en su ciclo menstrual después de que se enfermó de COVID-19 y de que la vacunaron contra el coronavirus.
“Las dos veces que me vacunaron me pusieron Sputnik y me ha dado COVID-19 dos veces. Entonces primero me dio COVID, luego me vacunan, luego me da COVID y otra vez me vacunan. Ya no sé realmente cuál de todas fue la que más me afectó”, señaló en entrevista con Grupo Fórmula.
Desde hace 5 años le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico y llevaba un tratamiento médico que le recetó su ginecóloga para controlarlo. Sin embargo, tras enfermarse y recibir la vacuna por primera vez, su menstruación se retrasó dos meses; cuando volvió a sangrar presentó dolor intenso.
“Por el síndrome de ovario poliquístico estoy acostumbrada a que sean menstruaciones dolorosas, pero esta vez fue un dolor que pensé que me moría. Estuve a nada de perder la conciencia”, narró.
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En septiembre del año pasado se contagió por segunda ocasión de COVID-19 y su menstruación se adelantó, pero ella no esperaba esa regla. Así que decidió acudir con su ginecóloga y ella le indicó que tanto las vacunas, como la enfermedad, le provocaron alteraciones hormonales que modificaron su ciclo menstrual.
“El ciclo se volvió loco. De por sí no era regular por lo del ovario poliquístico y apenas ahorita, después de que me dio COVID por primera vez hace casi un año, ya se está regulando”, comentó.
¿Por qué la COVID-19 y las vacunas afectan el ciclo menstrual?
Yolanda Valverde, creadora de Menstruación Consciente SLP, explicó a Grupo Fórmula que el COVID-19 y las vacunas para prevenir la enfermedad generan una respuesta inmunoagónica, es decir, que el cuerpo entra en un estado de supervivencia ante la presencia de una posible infección.
Aunado a ello, agregó que ambas afectan el ciclo menstrual porque se presentan como un proceso inflamatorio que eleva los niveles de cortisol, hormona que produce el riñón. La cual va a generar estrés emocional, físico y químico.
“Modifica o desarmoniza los biomarcadores; si el cuerpo no se siente en condiciones de salud, básicamente interrumpe el ciclo y también hay que tomar en cuenta que el objetivo básico, el objetivo nuclear del ciclo no es menstruar, sino más bien ovular”, detalló.
Los biomarcadores son indicadores biológicos que se utilizan para conocer cuál es el estado de salud de una persona. Algunos de los que se observan cuando una persona padece COVID-19 son la temperatura basal (cuando se está en reposo), los niveles hormonales, los ciclos ováricos, uterinos o endometriales para las mujeres y personas gestantes, según Valverde.
El ciclo menstrual está directamente relacionado con la temperatura y la presencia de fiebre es uno de los cambios inmunoagónicos que el cuerpo puede presentar. Por ello, si la temperatura basal se modifica por factores externos, como la presencia de un virus, el ciclo también va a ser modificado.
Además, el coronavirus y las vacunas generan alteraciones hormonales, lo que afecta el crecimiento del endometrio (tejido que se desprende del útero y que provoca la menstruación) y eso a su vez provocará afectaciones de todo el ciclo.
La especialista agregó que la enfermedad de COVID-19 tiene características específicas que provocan dichos cambios hormonales. Esto sucede con la mayoría de las infecciones virales porque generan “más estrés a nivel fisiológico y también se pueden notar en esos cambios en los biomarcadores internos”.
“En el caso específico de COVID-19 y de la inmunización, se conjuntaron todas porque habrá otro tipo de inmunizaciones que no necesariamente afectan la temperatura o que no necesariamente modifican las condiciones exotérmicas autorregulativas”, destacó.
Otros padecimientos que pueden afectar el ciclo menstrual, advirtió la especialista, son las infecciones de transmisión sexual y algunas enfermedades de tipo metabólico porque generan una sobreestrogenización, es decir, una alta concentración de estrógenos, como la diabetes, el síndrome de ovario poliquístico o problemas con la tiroides.
¿Qué cambios que puede tener el ciclo menstrual?
Los cambios en el ciclo menstrual dependen de si la COVID-19 o la vacunación sucedieron antes o después de ovular. Yolanda Valverde sostuvo que la mayoría de las mujeres en las que ocurrió antes de ovular suelen presentar mayor sintomatología debido a que el cuerpo estaba enfocado en “hacer su prioridad” que era lograr la ovulación. Sin embargo, al presentarse la infección o la inmunización hubo una disrupción.
Mientras que las mujeres que se enfermaron de COVID-19 o se aplicaron vacunas después de ovular “tuvieron más recursos emocionales, físicos, químicos, hormonales, de temperatura para poderle hacer frente a la inflamación”.
Así como es posible que el coronavirus provoque efectos secundarios cognitivos, cardiovasculares, digestivo, entre otros, también puede generar cambios hormonales importantes, resaltó la especialista.
“Las mujeres que tuvieron COVID-19, más allá de lo que a nivel pulmones, sistema inmune e intestino pueden notar, básicamente están afectadas en cómo están metabolizando las hormonas a partir de la infección y de la inmunización”, sostuvo.
Esto se debe a que en la primera fase del ciclo menstrual se producen estrógenos que son regulados a través de los intestinos hasta ser defecados, y al interrumpirlo por la presencia de la COVID-19, se produce la sobreestrogenización porque las hormonas permanecen más tiempo en el organismo de lo que era necesario.
Algunos síntomas que se pueden presentar por las alteraciones hormonales son: fatiga; pérdida de memoria o niebla mental; desarrollo de ansiedad, si no tenían, o aumento de los niveles si ya tenían; depresión; pérdida o quiebre de cabello, uñas, dientes; falta de fuerza; alteraciones digestivas e infecciones vaginales constantes.
Incremento de sangrado, de los cambios mas frecuentes, según estudios
Hasta ahora, son pocos los estudios científicos y académicos que se han realizado para determinar el impacto del COVID-19 y de las vacunas en el ciclo menstrual.
El último fue realizado por investigadoras de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, y se publicó en la revista Science Advances. En este se identificó que el incremento de sangrado menstrual fue uno de los cambios más frecuentes tras ser inmunizadas; 4 de cada 10 mujeres que participaron lo reportaron y todas tenían ciclos regulares.
Las probabilidades de que incremente el flujo menstrual fueron más altas para las mujeres hispanas y latinas; adultas mayores; que usaban anticonceptivos hormonales o que estuvieron embarazadas antes de la vacunación. Así como para aquellas que tienen endometriosis, menorragia, fibromas, síndrome de ovario poliquístico y adenomiosis.
El estudio también reveló que el sangrado intermenstrual es otro de los posibles cambios porque el 71 por ciento de las personas que participaron y que usan anticonceptivos de larga duración, como dispositivos intrauterinos (DIU) e implantes subdérmicos, lo reportaron.
En mayo pasado, la revista científica Ginecología y Obstetricia de México difundió los resultados de una investigación que realizaron especialistas en ginecobstetricia en 2 mil 686 mujeres para identificar si la vacunación producía alteraciones en el ciclo menstrual.
Hallaron que en poco más de mil de ellas, un 37.9 por ciento, hubo cambios en el ciclo menstrual posteriores a la vacunación. Mientras que en el 61.8 por ciento el principal cambio fue en la cantidad del sangrado.
En tanto que 72.10 por ciento de ellas indicó que las modificaciones en su ciclo menstrual ocurrieron después de la segunda vacuna.
¿Por qué hay poca información sobre el impacto del coronavirus en el ciclo menstrual?
Grupo Fórmula entrevistó a 10 mujeres de diferentes edades que notaron cambios en sus ciclo menstrual después de que se enfermaron de COVID-19 o de que se vacunaron. Todas buscaron información en internet, pero no encontraron fuentes científicas o médicas y sólo cuatro acudieron con especialistas.
En su búsqueda de información se encontraron con testimonios de otras mujeres que enunciaron lo que les estaba pasando y eso permitió que se dieran cuenta de que no eran las únicas. Por lo que en redes sociales surgieron espacios para compartir información empírica que pudiera servirle a quienes estuvieran pasando por una situación similar.
Yolanda Valverde, también especialista en pedagogía menstrual, consideró que la falta de información sobre los impactos de la COVID-19 y de las vacunas en el ciclo menstrual demuestra que “vivimos en un Estado en el que, aunque no lo quiera reconocer, la salud de las mujeres no es una prioridad”.
Muestra de ello es que en los estudios clínicos de la farmacéuticas que elaboraron las vacunas contra COVID-19 no se contempló si iba a afectar de manera diferenciada a hombres y a mujeres.
“Se da por simple la idea de que el ciclo menstrual es algo accesorio. Cuando realmente es básicamente el sustento de la salud de las mujeres, creo que eso sería como decirle a cualquier persona que su salud no es tan importante”, opinó.
Yolanda Valverde destacó que esto sucedió a nivel mundial y fue una muestra de que las mujeres no están dentro de las prioridades de salud.
“Incluso con tanta evidencia demográfica no fue un tema de interés para ponerse a estudiar por qué estaba sucediendo, ni cómo le podríamos llamar o cómo podíamos explicar esta situación de tantos cambios y de tantas afecciones al ciclo y a la salud de las mujeres”, aseveró.
Necesario, acudir con especialistas
La fundadora de Menstruación Consciente SLP subrayó la importancia de que las mujeres acudan con especialistas si notan cambios en su ciclo menstrual porque puede tratarse de secuelas de la enfermedad de COVID-19 o el inicio de otros procesos por sobreestrogenización.
“Sí sería importante que vayan con un ojo crítico sobre qué respuesta les están dando porque si las están tratando con esa simpleza de decir: ‘bueno, igual y eso es normal, les pasa a todas’. Huyan de ahí porque es una gran evidencia de que es una persona completamente desactualizada y cero empática con el proceso”, afirmó.
Daniela Núñez pasó por esa situación. Ella tiene 37 años y en febrero de este año le hicieron una cirugía para extraerle un mioma, junto con el ovario izquierdo, porque tenía menstruaciones dolorosas. Por lo que dijo en entrevista con Grupo Fórmula que desconoce si las vacunas produjeron algún cambio en su ciclo menstrual.
No obstante, en julio pasado se enfermó de COVID-19 y menstruó durante su quinto día de síntomas, el 28 en su ciclo menstrual. A pesar de que su periodo ocurrió el día que lo esperaba, fue diferente: sólo duró dos días y el flujo fue mínimo.
Ella desconoce si el cambio fue producido por la enfermedad o son consecuencias de su cirugía. Daniela acudió con la doctora que la atiende en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) cuando se contagió de coronavirus, le comentó los cambios en su ciclo y la médica sólo le dijo que no tenía información.
“Simplemente me dijo que no sabía, que no hay mucha información y que esperara los siguientes ciclos, que se tendría que regularizar y ya”, relató.
Otro ejemplo es la respuesta que el infectólogo Alejandro Macías dio a una usuaria de Twitter que se acercó a él para preguntarle si era posible que hubiera cambios en su ciclo menstrual después de que le pusieron la dosis de refuerzo contra COVID-19.
El especialista empezó a responder preguntas que le mandaban vía Twitter relacionadas con la pandemia y publicaba las capturas de las conversaciones. Ante la consulta de la usuaria, el doctor le contestó que eran “puras ideas suyas” y eso generó varias críticas en redes.
Este tipo de respuestas provocan que la situación se vuelva compleja para las mujeres, apuntó Valverde, pues no sólo no tienen atención adecuada en tiempo y forma, sino que se enfrentan a una “revictimización” porque el personal médico “naturaliza” los impactos en el ciclo menstrual y en el cuerpo.
Además, añadió que hay mujeres que no son conscientes del nivel de riesgo al que estuvieron o están expuestas y “sería injusto” decirles que es su culpa porque no acudieron con un especialista.
¿Cómo encontrar especialistas que tengan conocimiento en el tema?
Por último, Yolanda Valverde aseguró que las redes sociales son una "gran ventaja" por el alcance que pueden llegar a tener y ahí existen espacios seguros, informados y actualizados. Por lo que recomendó a las mujeres que cuentan con internet buscar grupos en sus localidades y fijarse si hay información sobre los especialistas disponibles en sus ciudades. Incluso podrían iniciar conversaciones sobre el tipo de atención que les dieron.
"Hagan como un filtro, si te contestó que eso es normal, 'bye'. Lo siento mucho. Definitivamente en esto está siendo clave que no tienen la preparación suficiente", consideró.
Adicionalmente, mencionó que en Menstruación Consciente SLP tienen una red mediante la que pueden vincularlas con especialistas que se ubiquen cerca de sus domicilios para que reciban atención adecuada y les resuelvan sus dudas sobre su ciclo menstrual y los impactos que puede tener el COVID-19.