Dos generaciones pudieron ser de las que más resintieron un efecto indirecto de la pandemia por COVID-19: afectaciones o cambios en la vista por un mayor uso de dispositivos digitales para seguir sus actividades a distancia: los millennials y los centennials.
Aunque no hay consenso general sobre sus edades, podemos decir que los primeros nacieron hacia la década de los 80 al 2000 (tienen hoy entre 22 a 40 años) y los segundos van del 2000 al 2012, aproximadamente (entre 10 y 22 años).
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Recordemos que cuando se presentaron los primeros casos de COVID-19 en México, entre febrero y marzo del 2020, desde el Gobierno de México se invitó a la ciudadanía a quedarse en casa para evitar contagios.
Esta llamada Jornada Nacional de Sana Distancia comenzó el 23 de marzo, y se fue extendiendo conforme autoridades sanitarias proyectaban la situación en el país.
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Durante ese tiempo, miles de personas conocieron otra realidad: dejaron escuelas y oficinas para convertir celulares, computadoras o tabletas en nuevos espacios de trabajo, además de usarlos para entretenerse y comunicarse.
Estos cambios, y en algunas ocasiones incrementos del uso de estos dispositivos sin tomar medidas de cuidado y descanso, pudieron llevar a malestares oculares y visuales, especialmente para millennials y centennials. Uno de ellos es conocido como síndrome visual informático.
Este engloba ojo seco, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza, deslumbramiento, visión borrosa, lagrimeo, resequedad y dificultad para enfocar, explicó Ana Laura Martínez, responsable de la licenciatura en Optometría en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) León de la UNAM.
“En estos signos y síntomas hay cosas que son oculares, que son de la superficie ocular, y otros que son visuales, que es lo del enfoque por ejemplo”, añadió Martínez, también maestra en Rehabilitación Visual.
Aumento de uso de pantallas y el impacto a millennials y centennials
Refirió que en Córdoba, Argentina, se realizó un estudio en abril del 2020, donde se observó que el grupo de 19 a 25 años, asociados como estudiantes y jóvenes profesionistas y entre la generación de millennials y centennials, eran quienes más incrementaron el tiempo que pasaron frente a pantallas digitales en al menos dos semanas previas.
De este grupo de edad 96.2 por ciento reconocieron que creció el uso de pantallas; estos fueron seguidos por el grupo de 26 a 35 años con 94.6 por ciento, edades asociadas a los llamados millennials. Los datos de este estudio pueden encontrarse en la revista Oftalmología Clínica y Experimental.
“Influye por ejemplo, la forma en la que las clases se tuvieron que cambiar de un esquema presencial a uno virtual, y aún en este retorno, hay clases que se dan con ayuda de dispositivos”, explicó la doctora.
En México hay pocos estudios que nos den una dimensión general de las afectaciones a la vista y la salud relacionada a ella por cambios de hábitos durante la pandemia, sobre todo en generaciones en particular como los millennials o centennials; sin embargo, podemos encontrar algunos ejemplos.
En la revista de Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana se evaluó la prevalencia del síndrome visual informático y los factores de riesgo asociados a la pandemia. Fue un estudio con 270 personas de la ciudad de Veracruz y Boca del Río.
El grupo con mayor impacto de ese estudio fueron las personas de 18 a 36 años; de estos, 7 de cada 10 presentaron el mayor número de casos o signos que dieran cuenta del síndrome; nuevamente hablamos de generaciones de millennials y centennials.
Estos fueron seguidos del grupo de 36 a 55 años, con un 20 por ciento de prevalencia. Entre los estudiantes y trabajadores de oficina se encontró el 82 por ciento del total de los casos.
Pese a que estos estudios muestran un impacto en ciertos grupos, la maestra en Rehabilitación Virtual recordó que no hay edades exentas a ello.
“El síndrome visual informático se presenta a todas las edades. Evidentemente como ya están más expuestos a los dispositivos a edades más tempranas, los niños y niñas también pueden presentarlo”.
Prevención y tratamientos
Entre las formas de prevenirlo o buscar aminorar que progrese el malestar, se pueden consultar consejos de especialistas, como el Decálogo sobre Higiene Visual que difundió la Universidad de Alicante en España y tiene consejos para tomar descansos tras jornadas de lectura o frente a la computadora y celulares.
En caso de presentar malestares como ojo seco, rojo, comezón irritación, o ver borroso, lo recomendable es acudir con especialistas, con quienes se puede consultar si hay necesidad de usar lentes o revisar el aumento de estos.
Martínez hizo un llamado a que desde escuelas y oficinas se desarrollen dinámicas que permitan tomar descansos visuales, así como considerar políticas o estrategias que ayuden en este tema de salud, pues aunque de forma inicial se puede percibir un impacto más numeroso en millennials y centennials, los malestares pueden darse en cualquier persona.