El exgobernador de Chihuahua Javier Corral (2016-2021) reconoció que durante su gobierno las corporaciones de seguridad estuvieron cerca de detener a José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, señalado como líder criminal del Cártel de Sinaloa en la Sierra Tarahumara y a quien se le acusa del homicidio de 2 padres jesuitas y un guía de turistas la semana pasada.
En entrevista con Denise Maerker para Atando Cabos, el exmandatario estatal resaltó que durante su gobierno se realizaron diversos operativos en la Sierra Tarahumara para detener a "El Chueco" pero una filtración impidió su captura.
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"En la persecución del Chueco, un criminal identificado como responsable del homicidio de los padres jesuitas, durante mi gobierno llevamos a cabo varios operativos algunos de ellos de la mano de la Sedena lo tuvimos durante mucho tiempo a raya, se escondía en Sinaloa", comentó.
En el último de los operativos del gobierno de Javier Corral para detener a "El Chueco" en la Sierra Tarahumara fue en marzo de 2021, abundó, y participaron unos 250 elementos estatales así como 30 agentes de la Guardia Nacional.
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"En alguno de estos operativos estuvimos muy cerca de capturarlo, te diría que a minutos; sin embargo, una filtración en el último tramo del operativo le permitió huir, estos grupos criminales no solamente tienen amplias redes de complicidad delincuencial, también han generado y es muy lamentable una protección desde ciertos sectores de la misma sociedad", agregó.
Además, dijo que a su llegada al gobierno, se le señalaron entre 13 y 14 objetivos prioritarios en la entidad, de los cuales, ninguno tenía orden de aprehensión, hasta que el propio gobierno estatal obtuvo dichas órdenes. En el caso de Portillo, esta se dio luego del asesinato en 2019 de un ciudadano estadounidense, Patrick Braxton.
También comentó que le había advertido al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de la necesidad de enfrentar al crimen organizado en la Sierra Tarahumara con el apoyo de las fuerzas federales desde 2019; ello por la debilidad de las autoridades locales, donde las policías municipales no cuentan ni con el armamento ni con el estado de fuerza para enfrentar a grupos criminales.
Apenas la semana pasada, tras los crímenes contra 2 jesuitas, el gobierno actual de Chihuahua acusó que no se habían realizado acciones para detener a Portillo.
Del mismo modo, el armamento de las corporaciones locales no se compara, por ejemplo, con los rifles de asalto con los que cuentan los grupos criminales, armas cuyo uso está restringido en el país.
"Realmente entrar a la sierra de Chihuahua a enfrentar a los grupos criminales requiere, no hay duda, de coordinación y de operativos muy amplios. (...) No solamente las fuerzas estatales están infiltradas o las fuerzas federales mismas. Las policías municipales en regiones tan apartadas y sobre todo tan agrestes, con cuerpos de seguridad pública local muy reducidos, hay municipios de la sierra que no tienen más de 7 policías, prácticamente están al servicio de los mafiosos", agregó.
Crímenes en la Sierra Tarahumara
Sobre los asesinatos de dos jesuitas y un guía de turistas en la localidad de Cerocahui la semana pasada, Javier Corral resaltó que hasta donde se conocía en su administración, "El Chueco" no tenía participación en actividades públicas como el beisbol. E incluso resaltó que muy probablemente seguía escondido en Sinaloa.
"Terminó nuestra administración en septiembre pasado, pero la orden de aprehensión está vigente. Lo que es cierto es que volvió a Chihuahua a andar muy campante, incluso a patrocinar equipos de beisbol", comentó. "Hasta donde nosotros sabíamos, antes no estaba metido en eso".
De acuerdo con el exmandatario, la agrupación que opera en la Sierra Tarahumara y de la que "El Chueco" sería líder se llama los Salazar, y se trata de un grupo del Cártel de Sinaloa. "Es el verdadero brazo armado del Cártel de Sinaloa en lo que se conoce como la Zona Dorada y él es uno de sus sicarios y goza de la protección entre estados", alertó Javier Corral.