Si bien en la actualidad es complicado para cualquiera encontrar trabajo, ya sea por la crisis económica o por los estragos de la pandemia de COVID-19, las personas trans además deben enfrentarse a obstáculos jurídicos, falta de oportunidades y los prejuicios de la sociedad para poder incorporarse al mundo laboral.
De acuerdo con las Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el primer trimestre de 2022 había más de 2 millones de personas en edad económicamente activa que no tienen un empleo; sin embargo, estos datos no permiten definir cuántas de ellas son personas trans.
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En la mayoría de las ocasiones, las personas trans que buscan trabajo son discriminadas incluso desde los propios procesos de reclutamiento, son blanco de señalamientos, cuestionamientos incómodos e incluso de negativas para poder postularse a algún puesto, acusó Ricardo Torres, presidente de Fuera del Clóset A.C., en entrevista para Grupo Fórmula Digital.
“Hay procesos de entrevistas que pueden ser revictimizantes porque se generan desde el propio patriarcado; desde la identificación de ¿qué eres: hombre o mujer?, ¿tienes novio o novia?, y el uso de frases como ‘yo no tengo problemas, pero vamos a ver qué dice la empresa’”, reclamó.
Agregó que a esta situación se suma que aún hay regiones de México en las que las personas trans no pueden acceder a la educación o especialización debido a prejuicios de la sociedad y discriminación; aunque reconoció que las nuevas generaciones han tenido un mayor acceso a estas oportunidades.
Así es ser trans y buscar trabajo en México
El primer obstáculo al que hombres y mujeres trans se enfrentan es a no poder acceder al cambio de identidad legal para armonizar sus documentos oficiales con su identidad de género, pues no en todos los estados de la República Mexicana hay legislaciones que les permitan realizar este trámite.
En muchos casos esta situación no sólo les impide conseguir un trabajo formal, sino que también puede ser un obstáculo para seguir creciendo dentro de sus empleos o tener acceso a una mayor educación.
A pesar de que actualmente existen legislaciones que le permiten a las personas trans realizar un trámite para modificar su acta de nacimiento y otros documentos oficiales para que se incluya el género con el que se identifican, aún hay trabas administrativas y legales que les impiden obtenerlos.
Por ejemplo, en la Ciudad de México las personas trans pueden realizar de manera relativamente sencilla el trámite para modificar su acta de nacimiento, pero para poder actualizar sus documentos escolares, como certificados de estudio, es necesario que inicien un juicio de amparo ante las autoridades educativas, lo que en muchas ocasiones representa un gasto importante.
En este sentido, el presidente de Fuera del Clóset A. C. insistió en la necesidad de que los gobiernos estatales e instituciones educativas lleven a cabo acciones para poder facilitar a las personas trans la posibilidad de armonizar todos sus documentos de identidad y académicos.
“Nos hemos encontrado con entidades, como Michoacán o Baja California, donde a pesar de que ya está el cambio de identidad, tienes que recorrer todo un trámite, e incluso llegar hasta las instituciones federales de educación, para que te puedan expedir otra vez tu documentación, y ni hablar de otros trámites como la CURP”, señaló.
El estigma de salir del clóset
Las personas trans suelen enfrentar en la mayoría de los casos que sus capacidades profesionales sean puestas en duda, incluso a pesar de contar con estudios especializados y una extensa preparación profesional.
Tal es el caso de una de las participantes del estudio de la Coalición Mexicana LGBTTTI+, una mujer trans que denunció que a pesar de ser psicóloga con una especialidad en niños, niñas y adolescentes, la mayoría de sus pacientes son adultos, pues las madres y padres de familia no confían en ella o temen que sus hijas o hijos estén en peligro al acudir a una consulta con ella, por discriminación, pues la consideran "un hombre vestido de mujer".
Otro caso que destacó el presidente de Fuera del Clóset A.C. fue el de maestras y maestros trans que laboran en el servicio público y que en muchos casos son víctimas de discriminación por su identidad de género, lo que les impide ejercer la docencia pese a estar capacitados.
“Pareciese que no es algo válido, que la identidad sigue siendo un foco específico donde la discriminación es parte fundamental del quehacer cotidiano de las empresas”, acusó.
El “Cispassing”
En el mundo laboral hay casos excepcionales de personas trans que logran pasar desapercibidas ante sus compañeros y jefes, siendo considerados mujeres u hombres de acuerdo con la concepción obsoleta de identidad de género, gracias a lo que no ven obstaculizado su crecimiento profesional.
Nancy, una joven que vive en la Ciudad de México (CDMX), es un caso de éxito que ha logrado incorporarse y crecer en el mundo laboral dentro de la profesión que eligió y sin haber sido señalada o estigmatizada por su identidad de género.
En su experiencia, que compartió a Grupo Fórmula Digital, ser una persona trans no ha sido algo por lo que sus empleadores o compañeros de trabajo tengan un trato diferente hacia ella.
“Aquellas personas trans que llegan dentro del ámbito laboral a obtener a algún puesto, porque logran mimetizarse con el ambiente, son aquellas que logran conservar una especie de trayectoria laboral más estable en comparación con otras personas trans”, admitió el director de Fuera del Clóset A.C.
Lo anterior se conoce como “cispassing”, y se define como una especie de “pase” que la sociedad otorga a las personas trans para no ser discriminadas, aceptándolos como hombres o mujeres sin cuestionar su identidad de género o discriminándola.
Este término hace referencia al concepto de cisgénero, que define a las personas que se identifican con el género con el que nacieron; por ejemplo, una mujer puede ser cisgénero al sentirse identificada con el género femenino y al mismo tiempo ser heterosexual, lesbiana o bisexual, dependiendo de su orientación sexual.
Desafortunadamente, son pocas las personas trans que gozan de este “pase” para poder desarrollarse en el ámbito laboral sin tener que padecer discriminación o violencia en sus empleos. Además de que las mujeres trans son quienes menos pueden acceder a este privilegio, recalcó Ricardo Torres, presidente de Fuera del Clóset A.C.
“Quienes no tienen este 'cispassing' son las personas que se son más vulnerables; en este caso son las mujeres trans, al no cumplir con estas expectativas normativas que la sociedad ha buscado imponer”, recalcó.
Autoridades no tienen protocolos para atender a personas trans
La principal denuncia de Fuera del Clóset A.C. es la falta de protocolos y la inexistencia de acciones de prevención de violencia contra personas trans dentro de las empresas e instituciones en las dependencias que se encargan de velar por las trabajadoras y trabajadores.
El presidente de la organización insistió en que es necesario implementar acciones a nivel estatal para brindarles protección y que se garantice de cierta forma que reciban un trato digno, algo que –recalcó– debe estar acompañado con estrategias de concientización.
“Necesitamos seguir trabajando en sensibilizar a la sociedad de que el hecho de que a ti no te estén dando un trabajo por ser una persona trans tiene graves repercusiones”, dijo Ricardo.
También destacó la importancia de iniciativas como la que actualmente impulsa la Coalición Mexicana LGBTTTI+ para abrir y generar espacios de trabajo seguros para personas trans a nivel nacional.
Leyes y dependencias ignoran a personas trans
Mientras la mayoría de las personas trans tienen que vivir a diario burlas, humillaciones y discriminación en sus lugares de trabajo, las leyes mexicanas y dependencias encargadas de velar por los derechos de las y los trabajadores no toman en cuenta a la población trans dentro de sus estrategias y protocolos para combatir la violencia laboral.
Por ejemplo, en su artículo cuarto la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación –publicada en 2003- establece que “Queda prohibida toda práctica discriminatoria que tenga por objeto o efecto impedir o anular el reconocimiento o ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades”.
Sin embargo, a pesar de que dicha legislación considera como discriminación “toda distinción, exclusión, restricción o preferencia (…) por el origen étnico o nacional, el color de piel, la cultura, el sexo, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, económica, de salud física o mental, jurídica, la religión, la apariencia física, las características genéticas, la situación migratoria, el embarazo, la lengua, las opiniones, las preferencias sexuales (…)”, en ninguna parte se expresa directamente sobre las agresiones hacia las personas trans.
Por su parte, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) presentó en marzo de 2020 el “modelo de protocolo para prevenir, atender y erradicar la violencia en los centros de trabajo”, con el que busca erradicar la violencia de género hacia las trabajadoras; pero dicho documento, aunque se refiere a la violencia laboral, no menciona a las personas trans ni establece medidas especiales para atender sus denuncias.
Con el fin de fomentar la inclusión de personas LGBTTTIQ+, la misma STPS otorga el Distintivo Empresa Incluyente “Gilberto Rincón Gallardo” a organizaciones que desarrollen buenas prácticas para incluir en el ámbito laboral a personas trans y otras que se consideran en grupos vulnerables.
Dicho distintivo fue otorgado por última vez en 2019 y algunas de las empresas que lo han recibido son: tiendas de conveniencia OXXO, ADO, The Home Depot y AT&T, entre otras.
Ante la falta de protocolos de la Secretaría de Trabajo orientados a atender a personas LGBTTTIQ+, legisladores han presentado puntos de acuerdo para que la dependencia se enfoque en crear estrategias para brindar atención a esta población.
Tal es el caso del punto de acuerdo presentado en noviembre del 2021 por la diputada federal María Rosete, en el que hizo un exhorto a la titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, a promover la igualdad, la no discriminación y la inclusión de la diversidad sexual en los espacios laborales.
La realidad en México es que las leyes y dependencias que deberían velar por las y los trabajadores aún no han contemplado en sus protocolos a las personas trans, quienes en la mayoría de los casos son las principales víctimas de violencia laboral.
Trabajo sexual, una opción para personas trans
Debido a la discriminación y la falta de oportunidades laborales, gran parte de la población trans se ve forzada a recurrir al trabajo sexual como una fuente de ingresos para poder subsistir, mantener a sus familias y en algunos casos incluso para poder pagar sus estudios.
De acuerdo con cifras del Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación en la CDMX (Copred), el 54 por ciento de las personas que ejercen el trabajo sexual en la capital del país son mujeres trans.
Al ser consultadas acerca de por qué decidieron ejercer la prostitución, el 92 por ciento respondieron que fue por motivos económicos; el 68 por ciento por falta de oportunidades laborales, y sólo 14 por ciento por decisión propia.
En su diagnóstico, la Coalición Mexicana LGBTTTI+ reveló que el trabajo sexual es una opción a la que recurren más mujeres que hombres trans, pues mientras que ninguno de los tres encuestados han ejercido este oficio, las cinco encuestadas admitieron haber sido trabajadoras sexuales en algún momento de su vida.
“Ahora podemos ver a jóvenes trans que pueden acceder a otros puestos (…) pero todavía creo que el trabajo sexual, sobre todo para mujeres trans que no tuvieron oportunidad de estudiar, es algo a lo que recurren”, consideró el presidente de Fuera del Clóset A. C.
Insistió en que es obligación del estado garantizar seguridad para las y los trabajadores sexuales, especialmente al ser un sector que es especialmente vulnerable a ser víctimas de actos de agresión, además de que es necesario dignificar el trabajo sexual como una fuente de ingreso legítima.
Uno de los estigmas más grandes a los que se enfrentan las personas trans es la concepción que perdura en la sociedad que las relaciona con el trabajo sexual, pues a pesar de laborar en empleos formales, mucha gente aún piensa que sólo pueden ejercer ese oficio.
Así, además de lo difícil que es para algunos encontrar trabajo en México, las personas trans deben enfrentarse no sólo a la discriminación de la sociedad, sino a procesos de selección y entrevistas en las que son revictimizadas y revictimizados e incluso víctimas de discriminación por su identidad de género.