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Manglares de Tabasco: México tiene un "mamut" vegetal vivo pero no se apura a cuidarlo

Los mangles rojos del río San Pedro Mártir, Tabasco, deben ser protegidos de los incendios forestales, tala y crecimiento turístico en la zona mediante un decreto de área natural protegida bajo resguardo federal.

Si los mangles rojos del río San Pedro Mártir no son protegidos a tiempo podría haber graves consecuencias ambientales.Créditos: Daniela Mena
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La presencia de manglares en las aguas dulces del río San Pedro Mártir, Tabasco, a 170 kilómetros de distancia del mar, llamó la atención del mundo entero en 2021 tras la publicación de un estudio que identificó a este ecosistema como un reducto del último periodo interglaciar, hace 130 millones de años.  

Sin embargo, la conservación de este atípico hábitat, equiparable a un mamut sobreviviente, se encuentra en entredicho debido a que el país no ha promovido acciones efectivas para decretar la zona como área natural protegida. El Congreso del Estado de Tabasco, que prometió discutir el tema para exhortar a su conservación, ha demorado en atender el llamado de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) para declarar la protección de la ribera del río San Pedro Mártir.

El biólogo Carlos Manuel Burelo Ramos, quien investigó la llamativa presencia en el río de esta especie tradicionalmente asociada con el mar, explica que el Congreso y las autoridades locales no han cumplido con su promesa de trabajar para la protección del ecosistema.

“No hemos visto que haya un interés de las autoridades estatales porque esto se dé. No hemos visto más que rollo y rollo y nada de acciones concretas”, comenta Carlos Burelo en entrevista con Grupo Fórmula.

Las áreas naturales del país sólo pueden ser declaradas como “protegidas” por decreto presidencial, bajo propuesta de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), según refiere la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Individuos, organizaciones sociales y pueblos indígenas pueden proponer el establecimiento de áreas naturales protegidas en terrenos de su propiedad, pero no tienen injerencia directa en el caso de bienes de la Nación, como el río San Pedro Mártir.

Es por eso que los biólogos de la UJAT apostaron por recibir apoyo de los legisladores tabasqueños para hacer un llamado a la Semarnat, y consiguieron que en noviembre de 2021, la diputada local por Morena Dolores del Carmen Zubieta Ruiz propusiera declarar la zona como área natural protegida.

En abril de 2022, la diputada formalizó la propuesta como punto de acuerdo para proteger, conservar y restaurar el ecosistema relicto de manglar en los municipios de Balancán y Tenosique, Tabasco, y exhortar a la Semarnat (sin efecto vinculante) para declarar al río como área protegida del ámbito federal.

Sin embargo, a la fecha, la comisión de Recursos Hidráulicos, Energía y Protección Ambiental del Congreso no ha discutido el punto ni ha convocado a los investigadores a reuniones para aclarar dudas y debatir el tema.  

La situación preocupa a los académicos que estudian la zona ya que existen múltiples amenazas para los manglares, como los incendios provocados por ganaderos y el crecimiento del turismo que generarán las operaciones del Tren Maya.  

“Esto se ha tornado una cuestión política entre los presidentes municipales y diputados que quieren toda la atención de ser quienes proponen el área natural protegida. Cada quién quiere sacar raja de esto y eso impide que la cosa avance”, reprocha Burelo.

Los mangles rojos del río San Pedro Mártir fueron estudiados desde 2015 por el biólogo Carlos Manuel Burelo Ramos con la intención de responder a la pregunta de qué hacían plantas de zona costera a 45 metros sobre el nivel del mar y a 170 kilómetros tierra adentro.

En un comienzo, el grupo de investigadores empeñado en resolver el misterio consideró la posibilidad de que aquel atípico ecosistema fuera producto de la acción de ríos subterráneos e incluso jugó con la idea de que fuera obra de los antiguos habitantes mayas de la región.

Pero las investigaciones botánicas finalmente concluyeron que los diversos puntos en el río con crecimiento de manglares se ubican en lo que fue la línea costera hace 130 millones de años. El mar retrocedió después del último periodo interglaciar, pero los mangles y otras 112 especies costeras lograron adaptarse y sobrevivir a su nuevo entorno.

El descubrimiento se convirtió en una tendencia mundial no sólo por su rareza, sino porque aportó evidencias de cuáles podrían ser las consecuencias de un aumento en la temperatura global: las aguas marinas podrían avanzar tanto como 180 kilómetros sobre la extensión continental que hoy conocemos.

Para asegurar la conservación del ecosistema, la UJAT propuso la creación de un área natural protegida que comprende toda la ribera del río San Pedro Mártir, desde la entrada de Guatemala hasta Cascadas de Reforma, abarcando una extensión de casi 50 mil hectáreas.

Esta medida permitirá proteger la gran diversidad biológica de la región que conecta la Reserva ecológica Cascadas de Reforma y el Área de protección de flora y fauna Cañón del Usumacinta, logrando la defensa de 100 mil hectáreas continuas desde la frontera con Guatemala.

Ubicación de las dos áreas protegidas existentes y de la ribera del río San Pedro Mártir propuesta para declaratoria de protección. Fuente: Google Maps

Los académicos de la UJAT trabajan en un estudio técnico justificativo como preparativo para la declaración de protección de la zona. El estudio no sólo incluye evaluaciones ambientales, sino también estudios sociales de la actividad productiva en la región.

Tren Maya: Un incentivo para proteger los manglares

El tramo 1 del Tren Maya (Palenque–Escárcega) pasará sobre el río San Pedro Mártir a la altura de Tenosique y Balancán, e incluso contará con un paradero en el primero de estos municipios tabasqueños.

La construcción ferroviaria no provocará daños ambientales, asegura Carlos Burelo, pues la zona ya fue desmontada para la construcción de potreros, pero sí atraerá la llegada de turismo que debe ser bien manejado para evitar la destrucción del ecosistema.

“Ahora que llegue el Tren Maya, los mangles van a ser un atractivo turístico. Es como si tú te encontraras a un mamut vivo. Eso suma a los proyectos de ecoturismo que tiene la región”, comenta.

El gobierno federal debe regular el turismo mediante el decreto de Área Natural Protegida, permitiendo a las comunidades cercanas contar con recursos para mejorar el sistema de drenaje, limitar el consumo de agua y regular la recolección de basura.  

Si los mangles rojos del río San Pedro Mártir no son protegidos a tiempo podría haber graves consecuencias ambientales. Esta especie vegetal protege al suelo de la erosión y almacena carbono que de otra forma quedaría libre en el ambiente. Sus raíces resguardan a mojarras y robalos durante los primeros días de vida y en sus copas anidan aves nativas y migrantes.  

En espera de que la ribera del río San Pedro Mártir sea declarada área natural protegida, los investigadores y estudiantes de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco han ampliado las líneas de investigación en la zona y estudian, además de mangles rojos, a las mariposas, libélulas, hongos, algas, peces, aves, líquenes y musgos que habitan la región.