Estados Unidos sufre un grave problema con los tiroteos en las escuelas, situación que parece empezar a cruzar las fronteras del país norteamericano y a reflejarse en otras partes del mundo... tal como lo es su vecino, México.
De acuerdo con datos del Archivo de Violencia Armada (GVA por sus siglas en ingles), en lo que va de este año se han reportado 254 tiroteos masivos en Estados Unidos. Sin embargo el perpetrado el pasado 24 de mayo en una primaria de Uvalde, Texas, donde murieron 19 niños, pareció marcar un parteaguas en el país norteamericano y en el nuestro.
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A raíz del ataque donde un joven de 18 años abrió fuego en una escuela con la que aparentemente no tenía ninguna relación, al menos tres amenazas de tiroteo se han registrado en escuelas de México, pero también otras más antes de esta masacre.
Y es que los adolescentes constantemente están buscando formas de identificarse o diferenciarse en el mundo, por lo que los tiroteos en Estados Unidos podrían ser parte de una influencia social, consideró Samuel Acosta, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.
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"De pronto, malamente, puede representar un modelo a seguir", explicó en entrevista para Radio Fórmula.
Amenazas de tiroteos en México... ¿o advertencias?
La primera amenaza de un tiroteo en México este 2022 se dio a conocer el pasado 31 de marzo, donde un alumno de la escuela secundaria y de bachilleres "Miguel Alemán González", ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, pidió a sus compañeros no ir al plantel debido a que realizaría un tiroteo. El adolescente compartió fotografías de cartuchos de arma de fuego.
Tras la masacre en la primaria de Texas, tan sólo dos días después se registró otra amenaza ahora en la Ciudad de México. El 26 de mayo se difundió que un alumno de la escuela secundaria número 88 'Nabor Carillo', ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza, amagó con realizar un tiroteo mediante una serie de fotografías donde muestra una arma de fuego.
Más tarde se supo que el arma era de su padrastro.
Tres días después, el 29 de mayo, fueron difundidas imágenes de un joven con un rifle o una arma larga caminando por el Campus de la Universidad de Sonora en Hermosillo. La veracidad de las imágenes fueron confirmadas por autoridades educativas del estado.
El 8 de junio una nueva amenaza de tiroteo volvió a registrarse en un bachillerato de Cancún, Quintana Roo, en donde se encontró el siguiente mensaje en el baño de hombres: "no vengan el 9 de junio, voy a hacer una balacera".
En otro caso que no implicó una arma de fuego pero sí actos de violencia, se desalojó la secundaria número 28 “Salvador González Lobo” de Saltillo, Coahuila, por una amenaza de bomba.
Aunque todos estos casos se han quedado en amenazas, el especialista en psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguró que no se deben desestimar.
"Si tenemos ya algunos pretendientes en nuestro país de tiroteos, no me atrevería a decir que estos sólo son amenazas; finalmente hay algo que estamos viendo en estos adolescentes que de una u otra forma están plasmando esto en una forma de corresponder violentamente", dijo.
En México el caso más conocido de un tiroteo en una escuela fue en el Colegio Americano de Monterrey, donde en 2017 el estudiante Federico Guevara Elizondo, quien disparó a su maestra y compañeros, para después suicidarse. El saldo fue de dos personas muertas y tres heridos.
¿Qué está pasando con los adolescentes mexicanos?
Mucho se ha hablado del perfil psicológico de las personas o adolescentes que perpetran tiroteos en Estados Unidos. A diferencia de los estadounidenses, quienes cuentan con la constitución de un transtorno psicológico, los jóvenes mexicanos que sólo han realizado hasta ahora amenazas lo hacen por imitar una conducta o "tratar de llamar la atención".
"No hay que tomar a la ligera nada", dijo Samuel Acosta. "Porque justo si el adolescente está tratando de llamar la atención es porque algo no está encontrando en su entorno social, familiar, escolar".
Explicó que justo en estos vacíos de los ámbitos sociales es donde pueden comenzar los trastornos, que se configuran al final de la adolescencia o principios de la edad adulta: "es cuando ya hubo todo un cúmulo de experiencias (...) situaciones de maltrato, desprotección, dificultades médicas que no fueron atendidas a nivel neurológico o físico".
Pero entender qué está ocurriendo con los jóvenes mexicanos para que realicen amenazas de tiroteos en escuelas es más complejo.
El incontrolable flujo de información de las masacres de Estados Unidos, en conjunto con el proceso hormonal, o de imitar conductas durante la adolescencia, así como el entorno de violencia que se viven en México pueden ser los causantes de las amenazas de tiroteos en escuelas de nuestro país.
Aún con todo esto, se trata de "una suerte de imitación que no se acerca en relación al problemón que tienen los norteamericanos en todas las masacres que ha habido", consideró José Alfredo Nateras, maestro en psicología social de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En México, consideró, las amenzas de tiroteo han quedado sólo en eso debido a que el país no cuenta con toda la estructura de Estados Unidos que permite la realización de las masacres: en el país norteamericano hay grupos radicales, racistas o de la supremacia blanca, además de una increíble facilidad para conseguir armas. "Entonces tienen más vehículos para expresar toda esa tensión".
Sin embargo, a pesar de que en México no existen estos problemas, sí está la presencia del narcotráfico, con escenas de masacres realizadas por cárteles de drogas y series de sicarios que invitan a la aspiración.
Si juntamos el entorno de violencia que se viven en México con el narco, la información constante de las masacres en Estados Unidos, y las dificultades familiares o emocionales por las que pueden cruzar los adolescentes mexicanos, "ahí está el cruce", dijo el investigador de la UAM.