Tras el accidente que se registró el pasado martes por la caída de un puente colgante en el Paseo Ribereño, que dejó 25 personas lesionadas, el alcalde de Cuernavaca, José Luis Uriostegui Salgado anunció que fueron separados de su cargo tres funcionarios y otro decidió presentar su renuncia.
En conferencia de prensa de prensa, el edil afirmó que tomaron dicha decisión tras realizar una serie de evaluaciones técnicas y jurídicas.
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Al revisar los documentos, detectaron que la coordinadora de Protección Civil, Paola Fernández Vargas, envió un comunicado al director de Desarrollo Sustentable y Servicios Públicos, Pablo Aguilar sobre la reapertura del Paseo Ribereño.
En el documento le explicaba que aún no se podía reabrir hasta que se atendieran dos cosas: el reforzamiento de los tensores y la colocación de cintas antiderrapantes en el piso de madera del puente, así como la reparación del acueducto del Paseo Ribereño.
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Entre marzo y abril los funcionarios aseguraron que dichos trabajos se habían concretado, por lo que acordaron reinaugurar el lugar el 7 de junio, pero ocurrió la tragedia.
Por lo anterior, Pablo Aguilar, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, decidió separarse de su cargo de manera temporal mientras se llevan a cabo las investigaciones, además fueron destituidos otros tres funcionarios:
- La coordinadora de Protección Civil, Paola Hernández Vargas;
- El director de Infraestructura Urbana, Raymundo Nova Castro,
- La jefa de departamento de Barrancas y Áreas Protegidas, Dennia Brito González.