Jorge Alberto Correa Medina, uno de los policías estatales asignados como escolta de Hipólito Mora, fue asesinado en Uruapan, Michoacán, luego de separase de él el pasado 11 de mayo.
El crimen podría tratarse de una amenaza en contra del exlíder de las autodefensas michoacanas, aseguró el propio Hipólito Mora en entrevista para Grupo Fórmula.
Te podría interesar
“Tengo la sospecha de que alguien lo siguió a donde iba y... no sé, siento como que alguien lo puso. Y sí lo puedo tomar yo como un mensaje hacia mí. Vengo de 2013 para acá con alto riesgo de que me asesinen, y aunque se escuche mal, yo ya estoy acostumbrado”, comentó Hipólito Mora en entrevista con la periodista Miriam Moreno.
El cuerpo de Jorge Alberto fue localizado el viernes 13 de mayo luego de 48 horas desaparecido. El policía fue golpeado, asesinado con dos balazos, “encobijado” y aventado a un canal de aguas negras.
Te podría interesar
Jorge Alberto Correa Medina fue asignado como escolta de Hipólito Mora por la Secretaría de Seguridad Pública desde que el político se presentó como candidato a gobernador de Michoacán.
De acuerdo con la narración que compartió a Miriam Moreno, Hipólito Mora se separó de Jorge Alberto el miércoles 11 de mayo después de dejarlo en la entrada a Uruapan ya que se separarían por dos semanas.
“Lo bajé (del automóvil) antes de llegar a su casa, como a las 5 de la tarde. Yo me di la vuelta en 'u', me regresé a la autopista y me vine a Morelia. Hasta el día viernes fue que hablaron sus familiares, (para preguntar) que dónde estaba Jorge”, explicó el exintegrante de las autodefensas.
Hipólito Mora viajó a Guanajuato sin ninguno de sus escoltas; sin embargo, la familia de Jorge Alberto pensaba que permanecían juntos, razón por la cual la búsqueda no fue inmediata.
Según información de Miriam Moreno, el policía portaba dos armas de cargo que no fueron localizadas en la escena del crimen y que podrían haber sido usadas en su contra.
Tras enterarse del asesinato de su escolta, Hipólito Mora se presentó a declarar por haber sido una de las últimas personas en haberlo visto con vida.