El activista mixe Joaquín Galván, quien ha acompañado a las familias de los tres migrantes asesinados en Estados Unidos (EU), fue integrado al Mecanismo para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretaría de Gobernación (Segob), el pasado 5 de abril.
Aunque no le han entregado el botón de pánico. La dependencia le informó mediante un correo electrónico que le darían herramientas provisionales, mientras decide si le brindan mayor protección o no.
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Estos consisten en teléfonos de emergencia de la policía estatal y de la Guardia Nacional; así como el botón de pánico. La empresa RCU Sistemas S.A de C.V. se encarga de proveer dichos instrumentos, pero hasta ahora no lo ha contactado para proporcionarle el suyo.
El pasado 17 de marzo, la Segob se comprometió a entregarle el botón, después de que el activista denunció que su vida estaba en peligro porque el presunto grupo de traficantes responsable del asesinato de los migrantes mixes recopiló información suya y de Zaqueo Bautista, primo de una de las víctimas.
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“Ahorita cuento con eso y con el apoyo de un escolta que me proporcionó la Secretaría de Seguridad Pública estatal”, dijo en entrevista con Grupo Fórmula.
La Secretaría de Seguridad de Oaxaca le informó a Galván el pasado 29 de marzo que le otorgaría un escolta provisional para que garantice su seguridad; sin embargo, el activista se ha hecho cargo de los gastos de transporte, alimentación y hospedaje del elemento de seguridad.
Los cuerpos de Abimael Jiménez, Isauro Martínez y Herminio Pérez fueron localizados el 20 de febrero en un baldío de Phoenix, ubicado en la ciudad de Arizona, EU. Desde entonces el activista ha acompañado a las familias de los migrantes en el proceso para exigir justicia.
El activista mixe espera que Segob le brinde más protección
El activista espera que la Segob le otorgue mayor protección, ya que para él la entrega de un botón es una acción “deficiente”.
Esto se debe a que las fuerzas de seguridad que están más cerca de su localidad pertenecen a corporaciones tradicionales, es decir, de usos y costumbres. Por lo que sólo cuentan con un garrote para defenderse y la policía estatal se encuentra a 60 kilómetros.
Además, fuentes cercanas a las familias de los migrantes denunciaron a Grupo Fórmula que uno de sus asesinos, identificado como Yonas Domínguez, regresó a México.
Ello, luego de que el Departamento de la Policía de Phoenix detuvo a Gonzalo Martínez, uno de sus cómplices, el 2 de marzo. Los familiares recibieron amenazas de muerte para evitar que denuncien a los posibles responsables; pues los vieron en la comunidad mixe.
Incluso la madre de Domínguez intentó comprar su silencio de las familias, les ofreció dinero a cambio de que no denuncien que su hijo disparó contra los migrantes, ni que forma parte de dicha red.
Otra de las víctimas fue "José Luis M", a quien ejecutaron el pasado 31 de marzo y que posiblemente estaba vinculado a la misma red de traficantes a la que pertenecen los probables homicidas de los tres migrantes. En este caso se presume que Yonas Domínguez también es el principal sospechoso.
Joaquín Galván solicitó la protección de Segob hace 3 años, pero no se la dieron
El activista solicitó la protección del Mecanismo hace 3 años vía electrónica, pero no recibió respuesta. En ese momento denunció las violaciones a derechos humanos del gobierno de Alejandro Murat hacia el pueblo de Ayutla por la falta de agua y el despojo de sus tierras.
En este sentido describió que hubo una confrontación directa con el gobernador, con la Secretaría de Gobierno y con otras dependencias estatales.
“Hubo un acoso muy fuerte hacia los defensores y defensoras de los derechos humanos de la comunidad porque se nos criminalizó, se nos persiguió”, expresó.
Joaquín Galván vio a personas fotografiando su casa en las madrugadas y se enteró que el gobierno de Oaxaca tenía intervenido su teléfono. Lo que lo motivó a solicitar la protección de la Segob. Aunque no le respondieron y él no quiso insistir.
Se volvió defensor de derechos humanos por una experiencia personal
El activista tenía 16 años cuando el exgobernador de la entidad Gabino Cué intentó despojar a varios habitantes de sus tierras para construir la autopista que va de Oaxaca al Istmo de Tehuantepec. Galván se unió al grupo de personas que se organizó para defender su territorio y denunciar al gobierno estatal.
“Después de un proceso de lucha largo, logramos que los territorios no fueran despojados, que se les pagara a esas personas por sus tierras”, contó.
Posteriormente, acompañó otros casos de violaciones a derechos humanos a nivel local y después a nivel estatal.
“Me prometí que si algún día tenía las herramientas, mejores herramientas, las iba a poner a disposición de quien las necesitara”, contó.
Entre los casos que ha acompañado, aparte del de los migrantes mixes, están el de Gael, un adolescente mixe de 14 años que desapareció en la Ciudad de México y se ubicó en San Luis Potosí; el feminicidio de Fanny Guadalupe, una joven de 16 años a la que Alexis “N”, su pareja, asesinó; así como la desaparición de Zayra Leticia, quien fue secuestrada en 2020 y no ha sido localizada.
Joaquín Galván reveló que la mayoría de los casos que ha acompañado son complejos y “fuertes”, pero el de los tres migrantes es en el que el riesgo ha sido mayor. Por último, reiteró que espera que la Segob atienda su solicitud y le brinde mayor protección; pues tiene varias metas a mediano plazo, como estudiar psicología y ayudar a otras personas.