La construcción del Tren Maya en México ha traído consigo debates sobre el impacto ambiental que puede tener e incluso algunas personas han mostrado su preocupación por el cuidado de especies que viven en la selva, como el jaguar.
Dentro del mismo tema, ambientalistas afirman que la construcción del Tren Maya romperá los ecosistemas de la zona y se verán afectadas decenas de especies prioritarias para la Ley de Vida Silvestre.
Te podría interesar
¿Cuántos jaguares quedan en México?
Los jaguares son la única especie de gran felino que se encuentra en el continente americano y hoy en día, la población que se se encuentra México es de aproximadamente 4 mil 800 ejemplares, de acuerdo con un estudio llamado Cenjaguar, que consiste un censo de los felinos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasificó a los jaguares como "casi amenazados", con estimaciones de población total que oscilan entre 64 mil y 173 mil en América, sin embargo, la evidencia muestra que las poblaciones locales en todo el continente están disminuyendo a un ritmo alarmante.
Te podría interesar
Según Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología, el área de distribución total de los jaguares se ha reducido en el territorio mexicano, principalmente debido a la deforestación, la fragmentación y perdida de su hábitat, que son las selvas, bosques y manglares.
En The Conversation, consideran que los corredores selváticos deben mantenerse intactos para que los jaguares, junto a otros mamíferos, puedan conectar hábitats, ya sea con osos negros, pumas, ocelotes y lobos mexicanos.
Esto porque el aumento de la conectividad, que vincula pequeños parches de hábitat en redes más grandes, es una estrategia clave para conservar animales grandes que se distribuyen en áreas amplias, como es el caso del jaguar, y para mantener comunidades ecológicas funcionales.
En contraste, se sabe que los jaguares están presentes en la esquina noreste del estado de Sonora en México y llegan a zonas que se encuentran hasta el norte de Argentina.
La gaceta UNAM señala que el censo, realizado con cámaras trampa que son sensibles al movimiento, abarcó dos etapas. Una de 2008 a 2010 y la segunda de 2016 a 2018 en un esfuerzo de más de 10 años, que involucró a científicos destacados de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Los participantes en la investigación estimaron que la población del jaguar a principios del siglo XX era de 20 mil ejemplares y en la primera fase determinaron que el jaguar era una especie en peligro de extinción, porque ya sólo había alrededor de cuatro mil en el país.
Posteriormente, la segunda fase mostró que la población aumentó en 800 ejemplares en 2018, llegando a la cantidad de cuatro mil 800 ejemplares, y que la especie aún se encuentra en casi toda “su área de distribución histórica”.
Mencionaron que se han hecho avistamientos de jaguar en la vertiente del Pacífico, desde Sonora hasta Chiapas, y en la del Golfo de México, que abarca desde Tamaulipas hasta Tabasco, así como en la Península de Yucatán.
La recuperación de la población y del área de distribución del felino sagrado es producto acciones de conservación con la participación de instituciones como la UNAM, la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, entre otras.
Además de jaguares, cámaras trampa del Cenjaguar han identificado otras 28 especies de mamíferos, incluidos ocelotes, pumas y osos negros. Teniendo en común la necesidad de paisajes conectados para poder sobrevivir a largo plazo._ Con información de Reuters, The Conversation y La Gaceta UNAM.