El colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León saludó el decreto por el que se crea un grupo especial para la búsqueda de mujeres desaparecidas y atención a los casos de feminicidio en la entidad, dado a conocer el lunes, pero cuestionó que se dejara crecer el primer delito en la entidad.
En lo que va del año, la agrupación registra 55 casos de mujeres desaparecidas de las 1 mil 793 que tienen reportadas, alertó la fundadora del colectivo, Leticia Hidalgo.
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Por ello, cuestionó que más allá del grupo especial, también se tienen que atender las causas de origen de estos delitos.
“Pidiendo que no sea una llamarada de petate, hemos saludado este decreto. Pero nos preocupa que esté anunciado como eso, como una reacción ante una acción ya insostenible de desaparición de mujeres y de hombres también”, señaló en entrevista para Atando Cabos con Olivia Zerón y Miriam Castillo.
Criticó que esta acción parece desconocer los avances que hay en la materia de atención a desapariciones gracias a la movilización de ese y otros colectivos.
Al respecto, enlistó la creación del delito de desaparición, la creación en 2013 del Grupo de Búsqueda Inmediata; la declaratoria de alerta de violencia de género por esta causa en 2016; la creación de la Fiscalía Especializada en la atención de casos de personas desaparecidas en 2017; o la Comisión Estatal de Búsqueda en 2018.
“Parece como si no existiera nada de todo esto”, lamentó.
Además, citó que de acuerdo con el Comité Especial de Desaparición Forzada de la ONU, los casos de desaparición en el país se pueden atribuir a funcionarios de los tres órdenes de gobierno, así como integrantes del crimen organizado.
Igualmente relató que desde el inicio de la administración de Samuel García, los colectivos le habían expuesto esta situación al gobernador.
“Les hicimos un estudio de toda la situación que presenta NL en el tema de la desaparición forzada pero también en el tema de los restos no identificados”, relató.
También señaló que para que ocurran las desapariciones, se necesita de la aquiescencia de alguna de las autoridades, sumada a la impunidad que prevalece en relación con ese delito.
“Esto es un caldo de cultivo para que personas, grupos, nos puedan desaparecer en cualquier momento, no hay nada que los detenga no hay autoridad alguna a la que les interese”, acusó la fundadora del colectivo de familiares de personas desaparecidas.