El hallazgo de una caverna en la zona de las obras del tramo 5 del Tren Maya despertó la inquietud acerca del riesgo de encontrar socavones a lo largo de la construcción de esa parte del proyecto, al norte de Quintana Roo.
De hecho, especialistas como el director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Gustavo Alanís, o la propia organización Greenpeace resaltaron la alta posibilidad de que fenómenos como este se repitan a lo largo del trazo. Pero, ¿por qué?
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De acuerdo con Alanís, esto se debe a la naturaleza del suelo de la zona donde se construye el Tren Maya, conocido como karst. Este es una formación de roca caliza delgada y porosa que permite la infiltración del agua, lo cual también reblandece el material.
Eso deriva en la formación de cavernas al interior, así como ríos y otras estructuras subterráneas donde se acumula el agua, lo que da origen a los cenotes.
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Cuando el techo de estos cae por el debilitamiento de las paredes, se forma un socavón.
"Cuando la disolución es por debajo de la superficie, se va desarrollando una cavidad que conforme aumenta la disolución se va haciendo más grande formando una cueva o caverna; su crecimiento y desarrollo no es perceptible hasta que, en condiciones naturales, la tensión acumulada junto con peso del suelo, de la vegetación y del agua hace que el techo de la cueva colapse, el espacio vacío interior tiende a llenarse con el material de la superficie formando un socavón", explica la doctora Patricia Fragoso-Servón, de la Universidad de Quintana Roo, en un texto publicado por la Asociación Mexicana de Estudios sobre el Karst.
Este suelo, al ser altamente permeable, absorbe de inmediato cualquier sustancia que caiga sobre él, lo cual luego puede infiltrarse y alcanzar los cuerpos de agua; lo que lo vuelve altamente vulnerable a la contaminación del líquido subterráneo, especialmente por actividades como la industria, la ganadería y la agricultura.
Según estimaciones de investigadores de la zona, en la Península de Yucatán podría haber hasta 20 mil cenotes, la mayoría de ellos cerrados; pero muchos otros abiertos, como la caverna que se encontró el lunes en la zona de la obra del Tren Maya.
¿Son comunes los socavones?
Este suelo, al ser poroso y rígido y estar en contacto con el agua, está expuesto a que se formen socavones.
En los últimos 7 años se han reportado, por ejemplo, 3 de estas formaciones en la carretera federal 307 que conecta Cancún, al norte de Quintana Roo, con Chetumal, en el lado sur de la entidad.
El último se reportó en febrero de 2021 cuando se detectaron hundimientos en el kilómetro 314 de la carretera. Anteriormente, en 2015 se reportó un hundimiento tras la fractura de un cenote a la altura del kilómetro 307 de la carretera, frente al hotel Iberostar.
Mientras que otro caso similar ocurrió en junio de 2020, cerca de la zona de Xpu-Há, en la Riviera Maya, en el kilómetro 265 de la carretera. En aquella ocasión, el socavón resultó ser una cueva acuática. Se le llamó "Me lleva el Tren" porque en aquel momento se contemplaba que por ahí pasara el Tren Maya.