El pasado lunes, durante una protesta de Greenpeace en contra de las obras del tramo 5 del Tren Maya, activistas encontraron en la zona una caverna, que se ha considerado que se trata de un socavón.
Este tipo de formaciones son muy frecuentes en el suelo de la zona por la que se plantea ese recorrido del Tren Maya; ello porque se trata de un tipo de superficie conocida como karst, formado por rocas porosas que permiten la infiltración del agua, lo que reblandece la superficie.
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"Lo que estamos presenciando es que estamos en presencia de cavernas donde hay vestigios, son los cenotes, hay un tema relevante alrededor de todo esto", señaló Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
De acuerdo con Greenpeace, la construcción de infraestructura ferroviaria encima de terreno kárstico, poroso y de poco espesor es altamente riesgosa y puede derivar en inminentes colapsos; además de representar una amenaza por la contaminación que generará en el acuífero por la instalación de estructuras de soporte.
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"Este tramo pasará sobre varios sistemas de cuevas y ríos subterráneos, entre los cuales se encuentra el sistema Dos Ojos-Sac Actun, que es un sistema complejo que pudiera llegar a tener hasta mil kilómetros", detalló la organización ambientalista en un comunicado.
En entrevista con Denise Maerker, Alanís advirtió que dada la naturaleza de la superficie, es muy alto el riesgo de que la obra se encuentre con más socavones como este en el trayecto. Incluso, consideró que por el peso y el impacto que puede generar el Tren Maya, su desarrollo podría ser insostenible.
Por ello, urgió a que se presente la manifestación de impacto ambiental de este tramo, la cual hasta ahora no se ha do a conocer.
"Habría que ver si aguanta el peso y por eso cobra fuerza nuevamente que el proyecto se tenga que someter a la evaluación de impacto ambiental, para que conozcamos las implicaciones", dijo.
"Si no sabemos sus posibles afectaciones (del tramo 5 del Tren Maya) y qué medidas se pueden implementar para compensar eso. Si no sabemos, estamos yendo a ciegas, estamos trazando una línea de un número de kilómetros determinado sin saber realmente cuál es el impacto ambiental y las consecuencias pueden venir en el tiempo", agregó.