El homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cumplió 30 años este sábado. De no haber ocurrido el asesinato, ¿qué habría pasado? Estos son los cinco posibles escenarios del político como presidente del país.
Fue el 23 de marzo de 1994 cuando Luis Donaldo Colosio dejó de ser parte de este mundo. El entonces candidato del PRI decidió acudir como parte de su campaña presidencial a Lomas Taurinas, un barrio de Tijuana donde existían asentamientos irregulares con carecimiento de pavimento y otros servicios básicos. En medio del mitin, el político fue asesinado.
El homicidio de Colosio causó gran conmoción en el país. ¿Fue el PRI? ¿Fue Mario Aburto Martínez, actualmente encarcelado por el asesinato? Aún es un misterio, pero lo que sí se sabe es que la muerte del político dejó un paisaje de "hubieras". Enrique Krauze, por ejemplo, ha considerado que de haber llegado al poder, el priista habría propiciado un gobierno social y una reforma al poder.
En tanto, el politólogo de la UNAM, Hugo Garciamarín, considera que su gobierno habría sido un "neoliberalismo con carácter social"...¿similar a lo que propone AMLO?
Te podría interesar
¿Un presidente sin carácter? Colosio enfrentaba problemas personales
Cuando Colosio se encontraba en su campaña para convertirse en presidente de México enfrentaba problemas personales: su esposa, Diana Laura Riojas, estaba gravemente enferma, y sus hijos, Luis Donaldo Colosio Riojas y Mariana Colosio Riojas, eran muy pequeños.
Quienes conocieron a Colosio lo han descrito como un hombre cálido, por lo que señalaron que su forma de ser y sus problemas se podrían haber traducido en una falta de carácter para gobernar el país.
Sin embargo, Colosio "carácter tuvo", consideró Hugo Garciamarín, politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista para Radio Fórmula.
"Es verdad que contaba con una esposa gravemente enferma y dos hijos pequeños cuando empezó, pero eso no habría sido un impedimento para plantearle cara a el PRI adentro y a las circunstancias hacia afuera", dijo.
Un México de neoliberalismo social
Mucho se ha hablado del discurso pronunciado por Colosio frente al Monumento de la Revolución Mexicana durante el aniversario del PRI el 6 de marzo de 1994, pues se considera el rompimiento con el entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, y un rechazo a la política neoliberal.
"Veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso. (...) Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla.
"Como partido de la estabilidad y la justicia social, nos avergüenza advertir que no fuimos sensibles a los grandes reclamos de nuestras comunidades; que no estuvimos al lado de ellas en sus aspiraciones; que no estuvimos a la altura del compromiso que ellas esperaban de nosotros. Tenemos que asumir esta autocrítica y tenemos que romper con las prácticas que nos hicieron una organización rígida. (....) Empecemos por afirmar nuestra identidad, nuestro orgullo militante y afirmemos nuestra independencia del gobierno", expresó.
Pero Colosio no era un 'rupturista', pues lo que lo que planteaba era un neoliberalismo social, explicó el también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Garciamarín.
"Esto implica una perspectiva neoliberal con cierto componente de justicia social y en eso es similar a lo que plantea hoy en día el presidente Andrés Manuel López Obrador".
Un 'nuevo' y reivindicado PRI
Si bien para muchos el discurso de Luis Donaldo Colosio planteó una ruptura o incluso una revelación en contra de Carlos Salinas de Gortari, y aunque así hubiera sido, el entonces candidato a la presidencia nunca consideró la desaparición del partido al que pertenecía.
"No planteaba una cuestión 'rupturista', independientemente de que se hubiera alejado de Salinas. Esto incluso se ve en el discurso del 6 de marzo, donde plantea que el nuevo horizonte donde hay una competencia política no implica que desaparezca el PRI, sino que el cambio se puede dar desde el PRI hacia dentro y también hacia a fuera", indicó el especialista.
En la actualidad el PRI enfrenta un difícil escenario, pues con la salida del expresidente Enrique Peña Nieto, último líder priista del Ejecutivo en México señalado por el caso Odebrecht, el partido ha perdido credibilidad y confianza ante los ojos de la opinión pública.
Pero el partido ya estaba debilitado desde la salida de Ernesto Zedillo, a quien se le reprocha, entre otras cosas, una de las peores crisis económicas en la historia de México. Situación que abrió la puerta a dos sexenios panistas: al de Vicente Fox Quesada y de Felipe Calderón Hinojosa.
"La transición a la democracia en 2000, 2006 y 2012 se da entre partidos, no entre política económica diferente. Todos mantuvieron una política neoliberal y en este sentido a lo mejor lo que habría pasado es que (Colosio) sostuviera que el PRI podría gobernar de manera diferente aún desde el neoliberalismo con cierto componente social", explicó Garciamarín.
Un 'empujoncito' a AMLO: Lopezobradorismo habría triunfado antes
Andrés Manuel López Obrador fue electo como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal el 5 de diciembre del año 2000. A partir de ese momento, y tras terminar su mandato en el 2005, el 11 de agosto de dicho año comenzó su precampaña hacia la Presidencia de la República del 2006. Luego de perder en contra del panista Vicente Fox, la historia se volvió a repetir en el 2012 con Felipe Calderón.
Pero la historia para López Obrador habría sido diferente con el triunfo de Colosio, pues el candidato priista "habría cambiado esta lógica de transición a la democracia; habría demostrado que desde el PRI para una perspectiva neoliberal sí había alternativa".
Pero, ¿esto qué tiene que ver con el ahora líder del Ejecutivo? El mandato de Colosio como presidente habría sido posiblemente una corriente similar a la de López Obrador, por lo que "hubiéramos visto un triunfo del lopezobradorismo en 2006", aseguró Garciamarín.
¿Un mandato diferente al de Ernesto Zedillo?
Con el asesinato de Colosio, Ernesto Zedillo Ponce de León fue quien asumió la presidencia de la República por parte del PRI.
A pocas semanas de su mandato, Zedillo afrontó el llamado "Error de Diciembre", una grave crisis económica en México. También atravesó por nuevos enfrentamientos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y a la polémica implementación del Fobaproa para rescatar al sistema bancario nacional.
Sin embargo, asegurar que con Luis Donaldo Colosio esto no habría pasado es muy arriesgado, pues probablemente sólo el contexto político de la inestabilidad del PRI habría sido diferente.
"(Colosio) habría tenido que enfrentar tanto la crisis económica como el levantamiento zapatista que ya comenzaba cuando él estaba en campaña", señaló el politólogo Hugo Garciamarín. "Las condiciones estructurales probablemente de su sexenio no habrían sido diferentes, sí probablemente las decisiones porque eso depende de cada político".
Para el especialista, la muerte de Colosio es un hecho político que sigue teniendo repercusiones hoy en día, por lo que en la actualidad los que tienen el apellido -como es el caso de su hijo Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey con aspiraciones a la presidencia del 2024- quieren representar la posibilidad del cambio.
"Colosio siempre va a ser un qué tal si, y ese qué tal si está vestido con ciertas ropas de un posible cambio".
Asesinato de Colosio: esto es lo último que se sabe del caso
En la información más reciente del caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio se encuentra que la Defensoría Pública Federal promovió un amparo que busca invalidar la condena de 45 años de prisión en contra de Mario Aburto, asesino confeso del priista.
Con base en el Código Penal de Baja California que estaba vigente en 1994, la Defensoría alegó que la pena máxima debía ser de 30 años, por lo que Aburto debía salir en marzo de este año.
En ese sentido, solicitaron a la Suprema Corte resolver este punto que 'abre la puerta' para que el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio salga de prisión; sin embargo, el máximo tribunal de justicia aplazó la revisión del recurso de reclamación.
Es así que el único sentenciado por el homicidio de Colosio ha señalado haber sido presionado e incluso torturado para inculparse, así como para proporcionar información falsa. Ahora, los nuevos sospechosos del magnicidio son:
- Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del Cisen
- Genaro García Luna, exfuncionario del Cisen y exsecretario de Seguridad Pública
- Jorge Tello Peón, exdirector del Cisen
Sánchez Ortega fue señalado por Leticia Ortíz, quien fue compañera de trabajo de Mario Aburto y cambió su testimonio 25 años después.
Jorge Antonio Sánchez había sido designado para la seguridad de Colosio, pero la actual Fiscalía General de la República (FGR) lo considera el segundo tirador debido a que su chamarra tenía manchas de sangre y dio positivo a una prueba de rodizonato de sodio.
Además, la Fiscalía liga a Jorge Tello Peón, entonces director del Cisen, y Genaro García Luna por una presunta participación en la liberación de Sánchez después de haber sido capturado.
Apenas ayer viernes 22 de marzo se dio a conocer que Aburto solicitó un amparo contra la decisión de la FGR de no proceder penalmente contra nadie por supuestamente torturarlo.