El conflicto de Rusia y Ucrania se desarrolla a aproximadamente 10 mil kilómetros de México; sin embargo, puede afectar en la salud mental de los mexicanos y mexicanas, así como de personas alejadas de las zonas en las que ocurren los ataques. Las catástrofes como el sismo de hoy, también pueden afectar.
Desde el 23 y 24 de febrero las noticias sobre la operación militar, la invasión y personas que dejaron sus hogares en consecuencia del conflicto, formaron parte del día a día de medios de comunicación y que por lo tanto, llegan a nuestro cerebro.
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Así como este, hay otros eventos o situaciones de desastre que podrían ocurrirle a la población en general, como los sismos que constantemente amenazan la Ciudad de México, o huracanes, inundaciones y otras catástrofes naturales; por ello, es necesario que con las personas puedan prepararse mentalmente para afrontarlos, si es que llegan a ocurrir.
Grupo Fórmula consultó a María Montero y López Lena, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM, para conocer instrumentos o herramientas para ayudar ante la incertidumbre de este conflicto o eventos fuera del control de la gente.
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¿Cómo prepararse ante eventos o desastres que salen de nuestro control?
Además del conflicto de Rusia y Ucrania, hay situaciones que a nivel local también pueden impactar en las emociones y salud mental de las personas.
Por ejemplo, puede ser desde un sismo, hasta eventos asociados con el clima, como incendios o la temporada de huracanes.
María Montero y López Lena compartió puntos para prepararnos mentalmente ante ellos:
Saber y prepararse: tanto al participar en actividades que te enseñan qué hacer, como simulacros, y asumir la responsabilidad de, por ejemplo, tener documentos esenciales preparados, incluso en formato digital, para acceder a ellos si se requieren en un futuro.
Consultar fuentes de información: Estar atentos a las noticias de una forma “racional”, sin llegar a la obsesión y también con un criterio de búsqueda.
Nutrir la cotidianeidad: Hacer ejercicio, tener espacios para escuchar música o tener interacciones positivas, son algunas actividades que pueden hacer que el cerebro tenga espacios de calma y así ayudar a afrontar mejor los eventos si ocurren.
“Si sobreestimulamos nuestro cerebro es imposible llegar a descansar, tener un equilibrio es importante”, señaló.
A raíz de la pandemia por COVID-19, distintas asociaciones, centros de salud y oficinas de gobierno habilitaron líneas de apoyo psicológico para la población, por lo que si consideras que necesitas ayuda de expertos en beneficio de tu salud mental, puedes disponer de distintas opciones vía telefónica o por internet.
Salud mental ante incertidumbre por conflicto de Rusia y Ucrania
En un primer sentido, la experta señaló que las afectaciones en los mexicanos y mexicanas dependerán de la percepción que se tenga sobre lo que ocurre entre Rusia y Ucrania.
Así, por ejemplo, puede verse como algo lejano o alejado de la cotidianeidad o habrá personas que lo asocien con una condición que viven actualmente.
Ello puede derivar en que en el cerebro se “amplifique” la experiencia de angustia o ansiedad que puede provocar un conflicto de este tipo, señaló la experta.
“La percepción se basa no solamente en lo que la gente recibe de información, sino cómo la integra a su bagaje de vivencias”, indicó.
Ante ello, recomendó 3 medidas que se pueden tomar para hacer frente a estas experiencias que dejaría por ejemplo, lo de Rusia y Ucrania:
- Validar información
Señaló que ante la cantidad de noticias que se reciben del tema hoy en día, incluyendo en redes sociales, es importante tener claridad sobre las fuentes que lo difunden y su contenido; con ello se evitará tergiversar la información y que no tenga mayor impacto en la salud mental.
- Ponerlo en perspectiva y analizar posibilidades de solución
Para este punto, destacó la importancia de formar un criterio al comparar o contrastar la información existente del tema; además de dimensionar si como individuos, nuestra intervención o injerencia será determinante en el conflicto.
- Reforzar vínculos
En este sentido acercarse con familiares, amigos o grupos de confianza que sean positivos no sólo ayudan a fortalecer lazos afectivos, pues también ayudan al visualizarse como una fuente de calma en el cerebro o darnos respuestas sobre dudas del tema.
“Dar soluciones concretas a la angustia ayuda a enfrentar la sensación de incertidumbre que agobia”, comentó la académica.