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MEGAPROYECTOS

Tren Maya, jaqueca de la 4T: retrasos, sobreprecios y ¿conflicto de interés?

El megaproyecto del presidente Andrés Manuel López se ha enfrentado a una serie de problemáticas durante su construcción.

El Tren Maya ha enfrentado numerosos problemas, además de que enfrenta un posible conflicto de interés por el caso Mansión del Bienestar.Créditos: Daniela Mena
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Aunque el Tren Maya es uno de los más grandes proyectos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, también se ha convertido en uno de sus mayores dolores de cabeza.

Y es que el transporte de pasajeros y carga ha tenido que enfrentarse a una serie de problemáticas como retraso, cambios de trazo, sobrecosto, y hasta un presunto conflicto de interés.

Eso sin contar que López Obrador tuvo que remover del cargo Rogelio Jiménez Pons, quien era el encargado de supervisar el proyecto, debido a que no estaba totalmente comprometido con el mismo. 

Retraso

Pese a que se tenía planeada su inauguración antes del segundo semestre del 2023, el megaproyecto presenta un retraso en su construcción de entre seis y siete meses, el cual, presuntamente fue ocasionado debido a la burocracia existente y fallas geológicas.

De acuerdo con Jiménez Pons, exdirector general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), los retrasos se presentaron por el burocratismo de varias dependencias y por los trabajos en el subsuelo, pues se ha tenido que nivelar varios tramos entre tres y seis metros, ya que a consecuencia del cambio climático se detectaron irregularidades en los terrenos.

Esos trámites nos han complicado cinco meses de retrasos. El burocratismo de Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) y Conagua (Comisión Nacional del Agua) han retrasado el avance. Es increíble ver que en las fallas geológicas de suelo hay una diferencia de hasta seis metros entre el terraplén y las viejas vías”, explicó.

Además, se han tenido que hacer constantes cambios de trazo, como el que el Tren ya no pasará dentro de las capitales de Campeche y Yucatán, además de que cambió su ruta en la zona costera de Quintana Roo.

Sobrecosto

La ruta original del Tren Maya ha tenido que transformarse durante su construcción, esto para facilitar las obras, reducir los tiempos y costos de construcción, así como para evitar conflictos jurídicos y sociales con comunidades que solicitan que se suspenda la edificación.

Dichos cambios han ocasionado que el proyecto se encarezca por casi 40 mil millones de pesos, por lo que su precio calculado hasta ahora pasó a 200 mil millones de pesos.

No obstante, hace unos meses el Fonatur estimó que el transporte costará hasta 47 por ciento más de lo inicialmente planeado, pues calculó que se podrían invertir 230 mil millones de pesos.

No hay un techo como tal, pero creo que tenemos que estar llegando a los 230 mil millones a lo mucho, no es que vayamos a llegar a eso, pero todavía es soportable”, dijo Jiménez Pons.

Conflicto de interés

El último escándalo en el que se ha visto inmerso el Tren Maya es en un posible conflicto de interés, esto tras la divulgación de la ‘Mansión del Bienestar’, una lujosa residencia que habitó José Ramón López Beltrán, hijo de Andrés Manuel López Obrador.

Lo anterior ha tocado la puerta del empresario Daniel Chávez Morán, quien mantiene una estrecha relación con el gobierno federal, y quien participa activamente en el megaproyecto del mandatario.

Resulta que tras el escándalo de la residencia en Houston, el primogénito del jefe del Ejecutivo Federal tuvo que explicar que sus ingresos provienen de su trabajo como asesor legal de la empresa KEI Partners, misma que es propiedad de los hijos de Chávez Morán.

El empresario a su vez es fundador de Grupo Vidanta y fue designado por López Obrador como el “supervisor honorífico” de la obra, cuya misión es la de garantizar que los empresarios constructores no retrasaran ni inflaran el presupuesto asignado.

En aquella ocasión, el mandatario mexicano descartó que la participación de Daniel Chávez Morán en el desarrollo del Tren Maya derivara en un posible conflicto de interés debido a que Grupo Vidanta no realizaría ninguna inversión alrededor de esta obra y el empresario no cobraría por sus servicios al Estado.

No obstante, la empresa mantiene importantes desarrollos turísticos de lujo en diversos puertos del país, principalmente en la Riviera Maya, zona que resultará de las más beneficiadas por el megaproyecto.

Grupo Vidanta es dueña de Gran Luxxe, mismo que se ubica en el kilómetro 48 de la carretera Cancún-Playa del Carmen, una de las vías que resultarían impactadas por el ferrocarril turístico.

Inicialmente se tenía planeado un tramo del Tren Maya, pero tuvo que ser replanteado luego de que empresarios con desarrollos turísticos, entre ellos la empresa de Chávez Morán, acusaran que las obras no beneficiarían al turismo pues se afectarían los accesos a las zonas hoteleras, por ello Jiménez Pons tuvo que modificar la ruta para que corra por un costado de la carretera.

¿Por qué sacaron a Jiménez Pons?

Javier May llegó en enero pasado como titular al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dependencia encargada de supervisar el Tren Maya. La llegada del nuevo funcionario, ex secretario de Bienestar, se dio en medio de apuros y cambios en el proyecto. 

Según el compromiso de la Cuarta Transformación, el primer tramo del proyecto deberá estar funcionado para finales de 2023. Sin embargo, en días recientes se dio a conocer que dos trazos sufrieron modificaciones: de Cancún-Playa del Carmen y Playa del Carmen-Tulum.

El presidente López Obrador, quien reclamó la falta de compromiso de Jiménez Pons, aseguró que el tiempo para terminar el Tren Maya está encima.

"Tenemos el tiempo encima y no podemos detenernos. Son obras que vamos a terminar a finales del año próximo, entonces, entre más pronto esté el trazo, mejor", dijo en una conferencia desde Palacio Nacional. 

Se espera que la construcción de cada tramo tome alrededor de dos años y medio, según el Fondo. La ruta del recorrerá cinco estados del sureste de México, en donde se ubican 21 estaciones y 14 paraderos