Este jueves se cumplen 20 años del homicidio del icónico narcotraficante mexicano Ramón Arellano Félix, líder del Cártel de Tijuana, cuya muerte fue disfrutada por su acérrimo rival, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
Fue el 10 de febrero de 2002, cuando el capo disfrazado de agente de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) fue asesinado en plena vía pública, durante el carnaval de Mazatlán, en Sinaloa.
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Aquel día tres personas circulaban en sentido contrario a la multitud a bordo de un vocho blanco, por lo que algunos agentes ministeriales los encararon, lo que desató un enfrentamiento a balazos.
En la esquina de la calle Rodolfo T. Loaiza y Gaviotas, en la zona dorada de Mazatlán, quedaron dos cuerpos de los agresores, aunque al principio se mencionó que uno de ellos se trató de un agente de la PGR llamado Jorge Pérez, pues el cuerpo fue encontrado con esa identificación.
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Sin embargo, fue hasta un mes después cuando se supo que no se trataba de un agente, sino del líder del Cártel de Tijuana. La tardanza en descubrir su identidad se debió a que su hermano Francisco Rafael se negó en reiteradas ocasiones a dar a las autoridades una prueba de sangre que serviría para realizar la prueba de ADN.
Antes de que la prensa, el país e incluso las autoridades supieran que se trataba de Ramón Arellano Félix, los primeros en enterarse fueron sus enemigos Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Joaquín Guzmán, quienes fueron los responsables de tenderle una trampa.
Lo anterior al engañarlo con la idea de que El Mayo Zambada estaría en el carnaval de Mazatlán; sin embargo, esto sólo fue la carnada para que con la ayuda de la policía el líder del Cártel de Tijuana fuera abatido.
De acuerdo con lo revelado por Jesús ‘El Rey’ Zambada en su declaración ante una corte federal en Nueva York, el propio Chapo le confesó en una reunión en la sierra de Sinaloa en 2005 que le daba gusto haber matado a Ramón Arellano.
“(Me dijo) que si algo le daba gusto en la vida era haber matado a Ramón Arellano Félix", señaló durante el juicio contra el exlíder del Cártel de Sinaloa.
Respecto al Cártel de Tijuana, una semana después de la muerte de Ramón, su hermano Benjamín Arellano Félix fue capturado por la policía y extraditado a Estados Unidos, por lo que el grupo criminal perdió fuerza.
No obstante, la historia de ambos es histórica pues debutaron en el 2000 en la primera lista exclusiva de narcotraficantes extranjeros más buscados por Estados Unidos, que incluso los equiparó en peligrosidad con el terrorista Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda.
Con información de EFE