El plan B de reforma electoral propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) causará una enorme debilidad estructural en el Instituto Nacional Electoral (INE) que impactará en su capacidad de fiscalizar las campañas, pero también incluso podría dificultar el trámite y la entrega de credenciales de elector.
Desde la perspectiva del consejero electoral Uuc-kib Espadas, la iniciativa plagada de errores aprobada en la Cámara de Diputados contiene cambios que buscan reducir el personal del INE y volver temporales las juntas distritales, lo que restaría el número de personas que atienden a la ciudadanía, lo que se traduciría en problemas para la entrega de credenciales de elector.
"En cuanto a la ciudadanía, tenemos que ver hasta dónde podemos sostener la actual estructura de atención ciudadana para la expedición de las credenciales de elector. (...) En lo que alcanzan a a ser cerca de 1 mil módulos del país en los momentos de credencialización intensiva, el recorte presupuestal y de personal evidentemente impactará en estos procedimientos probablemente de manera severa", alertó.
A ello se suma la reducción del número de juntas distritales, que quieren pasar de 300 a 260, lo que implicaría que algunas se vuelvan en sedes regionales y tengan que atender a más personas y a mayores distancias, lo que podría complicar la atención de la ciudadanía.
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El consejero electoral resaltó además que esta disminución impactará también en la realización de otras tareas del INE, como la revisión de eventos de campaña y la fiscalización de los mismos, eventos que los candidatos muchas veces no reportan y que pueden representar montos importantes en sus gastos.
¿El INE será más vulnerable?
Otro aspecto que advirtió Uuc-kib Espadas es la debilidad que habrá para la conformación de las juntas distritales y las mesas directivas de las casillas en las votaciones, pues al haber personal temporal, habrá contrataciones eventuales que se traducen en falta de experiencia.
"Me parece que estás funciones de desaparecer a personal con gran experiencia va a generar en un debilitamiento las capacidades institucionales de enfrentar condiciones críticas. La iniciativa aprobada debilita la estructura territorial del Instituto, convirtiendo sus órganos en órganos temporales y en consecuencia obligando a contrataciones cíclicas de personas que están realmente dedicadas otra cosa", dijo.
Pero por otro lado, advirtió que con los cambios se busca reducir el tiempo de capacitación de los funcionarios de casilla.
"Esto coincide con lo que ocurría con el proceso de selección de funcionarios de casilla, que se reduciría drásticamente y que en consecuencia podría también dar una estructura debilitada a la hora de instalar las mesas directivas de las casilla.
"El problema es que estos dos elementos facilitarían que estas debilidades que están previstas para casos muy limitados en la ley pues se hicieran de manera generalizada y que grupos organizados pudieran hacerse de las mesas directivas de casilla o de incluso de la organización a nivel distrital", explicó el consejero del INE.
El plan B de la reforma electoral se aprobó el pasado miércoles en la Cámara de Diputados, aunque el propio gobierno de AMLO reconoció que está plagado de errores, mismos que esperan que se corrijan en el Senado.