Esta tarde se reportó la detención de diez indígenas tzotziles en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, luego de una manifestación en la que supuestamente se pedía la liberación del líder de un grupo delictivo que se encargaba de la venta de estupefacientes, robos de motocicletas, automóviles y asaltos a cuentahabientes en la localidad, de acuerdo con el reportero Freddy Martín.
Además, el corresponsal de Grupo Fórmula Chiapas reportó daños materiales por miles de pesos a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de Chiapas, así como a negocios particulares y cajeros automáticos.
Elementos de la Guardia Nacional, Policía Municipal, el Ejército y de la Policía Estatal se movilizaron a la zona donde ocurrieron los destrozos y pintas. De acuerdo con Freddy Martín, mujeres y niños fueron obligados a asistir a esta marcha.
Medios locales publicaron videos de que elementos de la Policía Militar se movilizaron al menos desde las 9 de la mañana de este día, debido que a través de WhatsApp se había dado a conocer la posibilidad de bloqueos.
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Otros medios locales señalaron que el presunto líder detenido sería Pablo Pérez Santiz, quien fue detenido acusado de homicidio por la Fiscalía de Chiapas.
De acuerdo con otras publicaciones en redes sociales, la manifestación comenzó al menos desde las 10:50 de la mañana. Muchas de las publicaciones señalan que los manifestantes son "Los Motonetos". En los videos difundidos se escuchan probables detonaciones.
Enfrentamientos anteriores en San Cristóbal de las Casas
Alrededor del mediodía del 14 de junio de este año, dos grupos de comerciantes indígenas que se disputan el control de la administración del mercado popular de la zona norte, uno de los tres más grandes de la localidad, conflicto en el que aparentemente también se vio involucrado un tercer grupo conocido como "Los Motonetos".
El presidente municipal de San Cristóbal de las Casas, Mariano Díaz, aclaró -en entrevista para Grupo Fórmula- que el mercado involucrado no depende de autoridades estatales ni municipales y recalcó que esta riña entre grupos antagonistas lleva ya varios años.
El edil admitió su responsabilidad; sin embargo, señaló que en ese momento no disponía de las fuerzas de seguridad necesarias para hacer frente a la creciente violencia que se registra en este pueblo mágico.