En septiembre de 2021, los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinaron que es inconstitucional la criminalización total del aborto.
Los representantes del Poder Judicial analizaron el artículo 196 del Código Penal de Coahuila, donde se establecía una pena de hasta tres años de prisión contra quien ejerciera la práctica de manera voluntaria.
La decisión sentó una base para la República Mexicana, pues implica que las mujeres y personas gestantes no enfrentarán consecuencias penales en caso de que aborten, independientemente de lo que plantee la legislación del estado donde se encuentren.
“La Suprema Corte entendió que el producto de la gestación merece una protección que incrementa en el tiempo, a medida que avanza el embarazo. Sin embargo, precisó que esa protección no puede desconocer los derechos de las mujeres y personas gestantes a la libertad reproductiva. Por lo tanto, estableció el Pleno, criminalizar de manera absoluta la interrupción del embarazo es inconstitucional”, se citó en un comunicado.
Los abortos ocurren en Coahuila, en otros estados y regiones del mundo aunque no se permitan. Sin embargo, luego del pronunciamiento de la Corte sí se experimentó un cambio en el ambiente de la región norteña.
Así lo percibió Malú, integrante de la colectiva Red Aborto Seguro Saltillo, un organismo de mujeres organizadas que brinda acompañamiento en las interrupciones gestacionales.
“Las mujeres ya no tenemos miedo a exigir este derecho. El punto es cómo es el trato cuando lo exiges, por eso nuestra consigna también implica un aborto digno, con información clara, con información segura, con protocolos seguros”, señaló.
Hay trabas plenamente identificadas, según lo expuesto por Malú en conversación con Grupo Fórmula: “hay personas con muy poco tacto al momento de explicar los procedimientos. Dan protocolos completamente erróneos. El medicamento, por ejemplo, sí lo dan gratuito, pero a veces piden estudios de ciertos laboratorios que no pueden ser solventados por las pacientes y pese a que se pueden realizar en el mismo hospital público”.
En cuanto al recinto donde se puede efectuar el procedimiento público y gratuito, sólo hay un sitio y es el Hospital General de Saltillo. Se trata de un único lugar para una entidad que tiene una extensión territorial de 151 mil 571 kilómetros, cuenta con 38 municipios y 3 millones 146 mil 771 habitantes, de los cuales 1 millón 583 mil 102 son mujeres.
La activista también destacó que, pese a la postura de la SCJN sobre la no criminalización del aborto, todavía falta regular el Código Penal en la materia que está vigente en su entidad.
Y es que en Coahuila las medidas punitivas de cárcel no sólo afectan a las mujeres y personas gestantes, también se castiga al personal médico que atiende en estos casos.
“Si el aborto lo causa un médico, partero o enfermero, además de las sanciones que les correspondan conforme a los artículos anteriores, se les suspenderá de dos a seis años en el ejercicio de su profesión u oficio”, se lee en el artículo 360 del Código Penal de la entidad.
¿Bajo qué causales se puede abortar en Coahuila?
Ya pasó poco más de un año desde que se declaró inconstitucional la criminalización total del aborto; sin embargo, por el momento sólo hay cuatro causales bajo las cuales la ciudadanía de Coahuila puede interrumpir una gestación que están reconocidas en el Código Penal:
- Cuando se cause por culpa sin previsión de la mujer embarazada, es decir que se trate de un aborto voluntario.
- Cuando el embarazo sea consecuencia de una violación y el aborto se practique dentro de los noventa días siguientes a la concepción.
- Cuando de no provocarse el aborto, la mujer embarazada corra peligro de muerte a juicio del médico o médica que la asista. Igualmente tendrá que considerar la opinión de otro médico, siempre que esto sea posible y la demora no aumente el peligro.
- Cuando se practique con el consentimiento de la madre y a juicio de un médico exista razón suficiente para suponer que el producto padece alteraciones genéticas o congénitas que provoquen que nazca un ser humano con deficiencias físicas o mentales graves.
En medio de este panorama se suman otros retos que impiden que las mujeres y personas gestantes del norte del país puedan acceder a un aborto gratuito, seguro y digno.
Falta información pública y precisa para que las solicitantes sepan dónde y cómo pueden acceder al procedimiento. Por si fuera poco, hay personal de salud que tiene actitudes persuasivas y el módulo de información del Hospital General de Saltillo es una pequeña oficina que parece estar ‘escondida’.
“Hay muchas trabas, creo que sobre todas las cosas impera el maltrato que les han dado a las chicas. Por eso acuden a nosotras y prefieren ser acompañadas por la red. La red también acompaña a que ellas mismas vayan y pidan información, para que les den toda la información necesaria”, dijo la entrevistada.
“Ahí nos damos cuenta que no dan nada de información. Te dan un papelito, te piden los exámenes y cuando se tienen las apuntan en una lista de espera y ya. Realmente tampoco hay mucha claridad en el servicio que da el programa de Aborto Seguro Coahuila”, apuntó Malú.
Respecto al número de intervenciones que se han realizado a través del programa de Aborto Seguro Coahuila entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022, la integrante de la Red Aborto Seguro Saltillo mencionó que son poco más de 300.
En cuanto a la colectiva, el dato no se tiene precisado pero la activista mencionó que el año pasado se realizó acompañamiento con aproximadamente 400 mujeres y personas gestantes.
Malú mencionó que la falta de capacitación de personal público podría obedecer a que, si se aprueba la despenalización del aborto en Coahuila, se privilegiaría la instauración de clínicas privadas.
La acompañante también denunció que en años recientes las farmacéuticas comenzaron a negarse a vender misoprostol a las mujeres, incluso les piden receta pese a que no es un medicamento controlado. En contraste, los recintos que sí venden lo hacen a precios excesivos.
“Antes no nos ponían ningún pero, ibas a cualquier farmacia y te daban el medicamento. Ahorita es como de ‘ay, ¿trae la receta?’”, expresó la entrevistada ante Grupo Fórmula.
Las Red de Aborto Seguro Saltillo se organiza y lucha por un aborto gratuito, seguro y DIGNO
Al percibir que el acceso al aborto todavía no es una realidad en su estado, Malú y sus compañeras de colectiva se organizan para apoyar a mujeres y personas gestantes que requieran interrupción del embarazo con medicamentos.
“Nosotras no somos médicas. Hay médicas en la red, pero no todas somos médicas. Sí estamos capacitadas para brindar un acompañamiento de aborto, entonces nosotras tenemos un protocolo en la red para acompañar antes, durante y después del proceso que puede ser presencial o virtual”, mencionó.
Las acompañantes también luchan para conseguir el misoprostol, pues ante las trabas para obtenerlo en las farmacias y frente a los excesivos precios de los revendedores, que le aumentan hasta 3 mil pesos a las cajas, se encontraron con aliadas que les suministran las tabletas.
Malú está consciente de que su tarea y la de su Red no se acabará con la despenalización del aborto en Coahuila pues, aunque es importante la existencia de permisividad legal, eso no implica el acceso a procedimientos dignos.
“Me preguntaban que si con la despenalización del aborto íbamos a terminar las acompañantes. Yo le decía a esta persona que claro que no: los abortos van a seguir en todos los niveles sociales y económicos”, señaló.
“Habrá quienes puedan hacerse un aborto en clínica privada y quienes no puedan solventar nada, ni siquiera las toallas sanitarias. Entonces ahí es donde vamos a estar nosotras. (…) Es bien bonito ver la cadenita de las acompañantes y que las mujeres vivamos unos procesos amorosos”, sentenció.
Esta información forma parte de la investigación especial Sobrevivir juntas a la violencia contra las mujeres realizada en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (#25N).