Petróleos de México (Pemex) se ha arriesgado a enfrentar multas por infracciones en lugar de retrasar la extracción de petróleo mientras soluciona problemas subyacentes, esto tras la presión para aumentar su producción, lo que ha resultado en daños ambientales, según dos fuentes de la empresa que hablaron con personal de Reuters.
La decisión de la estatal de afrontar multas en lugar de hacer reparaciones representa un duro golpe a la lucha del regulador petrolero por controlar algunas prácticas de la empresa.
El regulador, que es la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) multó a Pemex cuatro veces por no cumplir con sus propios planes de desarrollo para dos campos principales, Ixachi en Veracruz y Quesqui en Tabasco, que resultaron en la quema de grandes cantidades de gas natural.
Además de un desperdicio de recursos, la quema libera gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, de acuerdo con la agencia de noticias.
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Las dos multas más recientes podrían llegar cada una a 120 millones de pesos mexicanos, según una fuente anónima del regulador, con conocimiento directo del asunto, y serían las multas individuales más altas jamás impuesta por el regulador.
Hasta ahora no se ha informado el monto de las dos nuevas multas que tendrá Pemex, ni de las discusiones internas sobre las mismas, pues diferencia de otros países, las multas en México no se hacen públicas hasta que se completa el proceso legal.
Un funcionario de presunto alto nivel en la petrolera mexicana, dijo a Reuters que las multas por infracciones son "pequeñas" y que la empresa necesitaba acelerar la producción para cumplir con las ambiciosas metas de producción del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La estatal ya había sido multada con más de 42 millones de pesos por violar sus propios planes de desarrollo para Ixachi, pero las multas las consideran pequeñas porque la empresa que tuvo ingresos de más de 87 mil 000 millones de dólares entre enero y septiembre, impulsados por los altos precios del petróleo.
Otra fuente dijo que habían visto a ejecutivos de alto nivel de Pemex, acordar en cuatro reuniones, que la empresa preferiría pagar las multas que hacer cambios.
Pemex está apelando las cuatro multas que han recibido en el último año, según dos fuentes del regulador y, desde febrero, ni la petrolera ni la Secretaría de Energía (Sener) han respondido a solicitudes de comentarios sobre la quema excesiva.
La voluntad de la compañía de aceptar las multas en lugar de resolver sus problemas de quema subraya dificultades estructurales en torno a la regulación de Pemex, que enfrenta un escrutinio cada vez mayor por parte de sus inversionistas cada vez más conscientes del medio ambiente.
La ley mexicana estipula que el regulador petrolero solo puede imponer multas por incumplimiento de los planes de desarrollo y no por daños ambientales. El regulador de energía y ambiente, la ASEA, cuyo jefe y miembros clave son designados por el presidente, tiene la tarea de vigilar el daño ambiental, pero históricamente no ha tomado medidas contra Pemex por quema.
Lo que dice Pemex vs. lo que hace
El enfoque de Pemex entra en conflicto con la retórica de los líderes mexicanos que se reunirán con sus homólogos mundiales en la cumbre COP27 de la ONU esta semana para discutir cómo las empresas de petróleo y gas deben acelerar la transición hacia una economía baja en carbono.
Recientemente, Pemex dijo que trabajaría con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con miras a cumplir con ambiciosos compromisos internacionales.
La compañía petrolera más endeudada del mundo, cuyas ganancias fueron saqueadas durante años para financiar el gasto público, ha luchado por revertir años de producción en declive.
En México, las multas se deciden por varios factores, incluyendo si es una infracción inicial o hay reincidencia, y el daño causado.
Las multas son bajas para evitar agotar los fondos de Pemex que podrían usarse para resolver los problemas subyacentes, dijeron las fuentes del regulador.
El gas a menudo se quema cuando llega a la superficie como subproducto de la exploración y producción de petróleo; pero en los casos de Ixachi y Quesqui el gas no es un subproducto sino uno de dos recursos clave, el otro es un condensado de mayor valor.