Arturo Sánchez, quien fue consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) entre los años 2003 y 2010, habló acerca de por qué no es viable la reforma electoral promovida por el titular del Ejecutivo, donde se proponen una serie de cambios a la composición y normatividad del Legislativo y del Instituto Nacional Electoral (INE).
En una entrevista concedida a José Cárdenas, para Grupo Fórmula, Arturo Sánchez explicó que la iniciativa de reforma electoral va en contra de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que en sus artículos 41 y 52, donde se determina la composición tanto de la Cámara de Diputados como del Senado de la República.
No es posible la reforma electoral y lo más grave es que el presidente lo sabe", comentó Arturo Sánchez.
Para el exconsejero del IFE, el gobierno federal tiene que respetar lo que dice la también llamada Carta Magna y agregó que la reforma electoral sólo pasará si "los diputados buscan votar en contra de la Constitución", declaró. Agregó que también se deben hacer los ajustes pertinentes a las leyes secundarias.
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El mejor cambio es que no lo haya, tenemos buenas leyes", añadió el sociólogo y exconsejero del IFE.
El también académico envió un mensaje al presidente López Obrador, a quien aconsejó hacer una nueva propuesta, "hay muchas cosas que se pueden cambiar, pero no en estas materias", enfatizó. De paso, sugirió a partidos políticos como el PT o el PVEM no votar una iniciativa que busca la reducción del financiamiento.
Respecto a la marcha en defensa del INE, Arturo Sánchez resaltó el papel de la ciudadanía y de los integrantes de los partidos políticos que se manifestaron, "No se vale hacer cambios en la Constitución sin tomar en cuenta a la ciudadanía", comentó quien encabezara la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos entre 1996 y 2003.
¿Qué busca la reforma electoral promovida por AMLO?
La iniciativa de reforma electoral impulsada por el presidente López Obrador busca una serie de cambios en el sistema electoral mexicano: el primero es que el INE pasará a ser el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), aparte de la elección de los consejeros y que su periodo sólo duren seis años.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) también sufrirá cambios por la reforma, ya que los magistrados también serían elegidos por voto popular y su periodo duraría seis años, en lugar de los nueve de la actualidad. Los órganos electorales de cada entidad desaparecerían y se centralizarían las funciones.
En lo que se refiere a la composición de la Cámara de Diputados, la reforma electoral busca que pase de 500 a 300 legisladores; aunque la mayoría serían elegidos por la vía plurinominal. De igual modo se propone una reducción al financiamiento de los partidos políticos.