Los habitantes de 18 comunidades en Jerez, municipio de Zacatecas, y que fueron desplazados en 2021, una vez más son víctimas de la violencia, inseguridad y del terror provocados por las disputas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Ambos grupos del narco dejaron alrededor de 3 mil personas desplazadas el año pasado, según información que el gobierno estatal proporcionó a Grupo Fórmula para la investigación especial Los "fantasmas" de Jerez: Las casas y vidas que arrebató el narco.
El gobierno estatal, liderado por David Monreal, colocó bases de seguridad en Palmas Altas, Ermita de los Correa, Guadalupe Victoria y Villahermosa en marzo de este año.
Luego de que los desplazados viajaron a la Ciudad de México para ir a Palacio Nacional y pedir ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la negativa de las autoridades estatales para escucharles.
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Y en abril inició con el Proyecto Integral de Atención a Víctimas del Desplazamiento Forzado que consistió en arreglar las casas de las víctimas, los caminos de sus comunidades, restablecer servicios de agua potable y luz eléctrica, dar subsidios para que adquirieran lo necesario para volver a trabajar sus tierras y en algunos casos reconstruir las viviendas.
Ambas acciones incentivaron a algunos desplazados a regresar a sus hogares de forma permanente, pero la mayoría continuó visitando sus propiedades y tierras algunas veces por semana.
Sin embargo, las medidas que han implementado las autoridades no han sido suficientes porque las pocas víctimas que habían regresado a Juana Gonzalez y Sauz de los García, dos de las comunidades afectadas, huyeron en agosto pasado porque algunos integrantes del narco volvieron a meterse a algunas casas para saquearlas. Incluso se instalaron en algunas.
Regresaron operativos para desalojar a criminales de comunidades de desplazados
Una pareja de adultos mayores, identificados como Felipe y Leticia, fue asesinada el pasado 15 de octubre, junto con el veterinario Alfredo Lozano Mota en el camino que conecta el centro de Jerez, donde se instaló la mayoría de los desplazados cuando huyeron, con Palmas Altas, otra de las comunidades afectadas por la violencia.
Hasta ahora, se desconoce si se trató de un ataque directo o si el vehículo en el que iban quedó en medio de un fuego cruzado entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa, como lo han manejado medios locales.
Alfredo Lozano fue presidente de la Peña Taurina Jerezana, promotor de la Jerezada, fiesta tradicional del municipio, y promovía el rescate de perros y gatos de la calle.
El homicidio provocó que algunos de los desplazados volvieran a frenar su regreso y que el miedo a ser expulsados por segunda ocasión en menos de dos años regresara, de acuerdo con Jaime, uno de los desplazados.
“Las cosas se volvieron un poquito a desbaratar porque aquí también hay vecinos que se estaban empezando a arrimar, ellos eran del ranchito de Juana González y tenían que pasar por Palmas”, dijo Jaime a Grupo Fórmula.
El desplazado también indicó que el asesinato provocó que elementos del Ejército y la Guardia Nacional reiniciaran los operativos en la sierra jerezana que rodea a las comunidades de desplazados para deshacer los campamentos de los grupos del narco que usan para vigilar desde los cerros.
“El lunes empezó un operativo fuerte en la sierra, según (fueron) a limpiar porque se quisieron volver a arrimar a la sierra por la que transitábamos tan tranquilamente. Ahora sí que volvieron a quererse anidar, empezaban a halconear, no sé cuanto tiempo tendrían ya”, comentó.
Asimismo, relató que los pocos desplazados que permanecen en sus comunidades, la mayoría de Palmas Altas, escuchan detonaciones de arma de fuego de alto calibre, como cuernos de chivo, desde las 9 de la mañana a lo lejos.
“Yo pienso que anda el refuego ahí con los soldados y los 'malandros' por el cerro por el que transitábamos y pues a ver qué pasa. Durante el día yo escuche alrededor de 6 o 7, no ráfagas continuas, pero sí como desde las 9 de la mañana se han escuchado allá, se oye hueco en el cerro, 2 balazos seguidos, ahorita de las 6 de la tarde unos 15 disparos”, relató.
El Congreso de Zacatecas aprobó la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Forzado Interno en junio pasado y establece que el gobierno de la entidad debe atender las necesidades físicas y materiales básicas de los desplazados, entre ellas está la seguridad.
Ese sigue siendo uno de los retos y pendientes de las autoridades de Zacatecas, pues a pesar de que el año pasado el gobierno federal anunció un plan integral de apoyo a la entidad con el envío de 3 mil 800 elementos federales de la Guardia Nacional y el Ejército y en mayo de este año mandaron otros 500 para reforzar la estrategia de seguridad, la violencia no ha cesado.
Muestra de ello es que cada día hay víctimas de homicidio en distintos puntos del centro de Jerez, de acuerdo con Jaime y a varios de sus conocidos les han robados sus vehículos a plena luz del día. Así que los desplazados consideran que siguen sin contar con las condiciones para volver.